Por abrumadora mayoría, las bases de EH Bildu han respaldado la decisión de la dirección política de la coalición de votar 'no' a la ley de Educación del Gobierno de PNV y PSE-EE. De este modo, la norma podrá ser aprobada en el Parlamento Vasco por mayoría absoluta pero ya sin ningún apoyo adicional cuando se aspiraba a congregar en torno al nuevo marco al 90% de la Cámara. La decisión de enmendar la propuesta inicial para blindar expresamente los modelos A, B y D en el texto definitivo ha terminado a alejar a EH Bildu a pesar de haber mantenido durante más de dos años una relación de cercanía con el PNV para trabar un pacto de país en torno a la enseñanza. Antes se esfumó el apoyo de Elkarrekin Podemos-IU al entender que no altera el peso de la concertada y las tres derechas, PP, Ciudadanos y Vox, nunca han contemplado sumarse al pacto educativo.
Según los datos facilitados después del cierre de la consulta telemática a las 19.00 horas, un 95,74% ha apoyado esa postura del 'no' frente a un 3,01% que quería apoyar de alguna manera al Gobierno. Un 1,24% ha votado en blanco. Tenían derecho a voto los 'bilkides' solamente de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y la participación ha sido del 41,2%. En la anterior votación sobre Educación, en la que se preguntó si se quería negociar un acuerdo, un 20% aproximadamente cuestionó la línea política del entendimiento, alineados con tesis más próximas a la defensa de la escuela pública.
Fue el PSE-EE, socio minoritario del PNV en el Gobierno, el que requirió al consejero de Educación, Jokin Bildarratz, que recogiera en la redacción final la continuidad de los modelos. Defienden los socialistas que preservan la capacidad de las familias de elegir idioma. Eneko Andueza, líder del partido y candidato a lehendakari, se ha felicitado por el cambio de rumbo respecto a la idea inicial de apostar por un modelo único adaptable centro a centro con el euskera como eje y B2 requerido en ambos idiomas oficiales (y B1 en la tercera lengua extranjera). “Es una de las mejores noticias que podemos tener que EH Bildu vote en contra, porque de esa manera la ley va a estar centrada en lo que tiene que estar y no en las obsesiones independentistas”, ha señalado Andueza, que ya había criticado que el acercamiento del PNV a EH Bildu tenía como objetivo no la mejora del sistema sino la “construcción nacional”.
Desde la parte del PNV del Gobierno, el portavoz Bingen Zupiria ha constatado que “ha surgido una diferencia con respecto a una enmienda en la exposición motivos” y que “es legítimo” que EH Bildu no la comparta pero ha mostrado su sorpresa de que esa matiz suponga el rechazo a los 101 artículos del texto final, en buena medida coordinados con la propia coalición. “Es difícil de entender que una fuerza política que votó en contra de las enmiendas a la totalidad que presentaron otras fuerzas de la oposición, que no presentó una enmienda a la totalidad, ahora se descuelgue del texto completo de esa ley. Pero bueno, cada uno asume su responsabilidad”, ha dicho también. Eso sí, ha orillado que EH Bildu también se ha quejado de que PNV y PSE-EE han dado luz verde al denominado “Servicio Vasco de Educación”, que aglutina bajo un mismo paraguas los centros públicos y los privados concertados, sin fijar exigencias para los segundos a cambio de obtener esos módulos de dinero público.
La comisión de Educación se reunirá este miércoles en el Parlamento Vasco y dará luz verde a la reforma legislativa. Eso sí, luego pasará a pleno donde habrá una nueva votación y la oposición puede reservar enmiendas. Esa sesión se celebrará el 21 de diciembre y formalmente hay tiempo para hacer algunos ajustes, pero nada indica que vaya a ser así. Se da la circunstancia de que la Cámara ya visó una reforma de la anterior ley educativa, de 1993, hace apenas unas semanas. Se trató de una corrección de la traducción al euskera acordada por decreto por el propio Ejecutivo, aunque no por el área de Educación.