Un juzgado penal de Vitoria, dirigido por la magistrada Beatriz Eva Román Gobernado, ha notificado este jueves una sentencia absolutoria a favor del que fuera alcalde de Zambrana desde 2007 hasta hace unos días, el independiente Aitor Abecia. El juicio de este caso, una denuncia de violencia de género de su expareja, se celebró la pasada semana, justamente el mismo día en que se conoció el fichaje de Abecia como candidato por Álava al Senado por la nueva coalición Sumar. Esta formación, que desconocía que había habido una vista, decidió retirarle de forma inmediata de las listas y, de hecho, ya no figura en las candidaturas oficiales proclamadas. El fallo no es firme y puede ser recurrido primeramente ante la Audiencia Provincial de Álava.
El caso se originó por una denuncia ante el juzgado especializado en violencia hacia las mujeres de Vitoria datada en febrero de 2020 y en el marco de un conflicto por la custodia de una menor hija de ambos. Además de la expareja de Abecia, la Fiscalía también consideraba que había base para una condena por agresión “en el ámbito de la violencia de género”. Pedía un año de cárcel, una orden de alejamiento durante tres años y una pequeña indemnización económica. La víctima elevaba esa cantidad. Todo ello ha sido desestimado.
En el apartado de “hechos probados” se recalca que la mujer “presentó dolor a la palpación” y “eritema” tras el encuentro con Abecia, además de otras “molestias” o “contusiones”. También que ninguna de las lesiones fue “impeditiva” para sus quehaceres pero sí “tardaron en curar cinco días”. Pero no hay “pruebas directas ni tampoco indicios o pruebas indirectas que sean múltiples, contundentes y estén suficientemente interrelacionadas y conexionadas” para enervar la presunción de inocencia de Abecia, que continuó en el cargo hasta el pasado 17 de junio, cuando su plataforma AIZ fue relevada por el PSE-EE en el pequeño pueblo del sur de Álava.
La sentencia recalca que el acusado negó “tajantemente” en todo momento que las lesiones fueran causa del encuentro entre ambos. De hecho, alegó que él comunicó a la Policía ese mismo día que no se estaba cumpliendo con el reparto de la custodia de la menor. “No era la primera vez que había problemas con la entrega”, se puede leer. La expareja, en todo caso, declaró que hubo empujones durante el intercambio de la menor y hasta una caída. Su actual pareja ratificó esta versión. El parte médico de Txagorritxu corroboró que la mujer presentaba lesiones.
Pero el fallo pide “prudencia” en el análisis del testimonio de la denunciante y del informe sanitario. “Parece que que la declaración resulta creíble objetivamente” pero “los partes médicos arrojan dudas sobre su testimonio”. La denunciante “no es capaz de concretar” cómo se produjo el empujón, afea la sala. La versión exculpatoria de Abecia es “creíble”, se añade. “No cabe otro remedio que demandar rigor al testimonio de la denunciante” y en este caso no lo hay, sigue la sentencia. Lamenta la magistrada que el informe psicológico se hiciera sin estar presencialmente con la víctima, “lo que no resulta admisible en absoluto”.
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