La Agencia Vasca del Agua (URA) ha abierto un nuevo expediente a Petronor para investigar un nuevo vertido de hidrocarburos en el río Barbadún, según ha explicado en el Parlamento Vasco la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en respuesta a una pregunta del representante de EH Bildu Mikel Otero. Esta formación política presentó una denuncia cuando se produjeron los hechos. Las zonas afectadas son la playa de La Arena, donde desemboca el Barbadún, y también el punto de unión de los arroyos Cardeo y El Verde. Todos esos lugares se encuentran en la zona de Muskiz, Zierbena y Abanto-Zierbena, en el oeste de Bizkaia donde tiene su refinería principal la compañía del grupo Repsol.
Según explica el Gobierno vasco en la Cámara, a las 18.18 horas del 16 de enero “el servicio de inspección de la Agencia Vasca del Agua recibió un aviso de SOS Deiak [el 112] sobre la aparición de manchas y olor a 'gasoil' en el río Barbadún a la altura de la playa de La Arena”. “Se acudió inmediatamente al lugar, pero al ser de noche y ser la visibilidad muy escasa, no se pudo constatar dicha situación, aunque se podía percibir olor a hidrocarburo”, explica la consejera Tapia.
Así las cosas, el 17 de enero los inspectores de URA acudieron “nuevamente” a la zona y constataron que había “irisaciones”, indicativas del vertido. “Se procedió a investigar su origen para lo que se contactó con personal de la empresa Petronor, quienes, tras la inspección de sus instalaciones, localizaron el origen del vertido de hidrocarburo en el punto de unión de los arroyos Cardeo y El Verde. Este hecho pudo ser verificado por el personal de inspección de la Agencia”, explica el Gobierno.
Como primera medida, se instó a que se adoptaran “las medidas de contención necesarias al objeto de retener el flujo de irisaciones de hidrocarburo al medio acuático”. Y se añade: “En el punto de actuación se instaló una barrera de contención en el arroyo Cardeo, mientras que con un camión cisterna se extrajo la capa superior de las aguas impregnadas con irisaciones hasta solucionar el incidente. Con este doble sistema de contención y actuación, sobre las 12.00 horas del día 17 se pudo constatar que el aporte de hidrocarburo al medio estaba contenido y controlado de manera efectiva. Otras zonas inspeccionadas se encontraban sin afección, excepto el punto de confluencia de ambos arroyos ya mencionados”. URA ha continuado monitorizando esos puntos y también las labores de “contención” de Petronor.
En un breve comunicado emitido el día 17 de enero, la compañía del grupo Repsol explicó así lo sucedido: “En una vigilancia rutinaria esta mañana se ha detectado una irisación procedente de Petronor en el río Barbadún. De inmediato, se ha puesto en conocimiento de los ayuntamientos de Muskiz, Abanto-Zierbena y Zierbena, y del Gobierno vasco. Asimismo, Petronor ha activado paralelamente todos los medios humanos y técnicos necesarios para la contención y absorción del material irisante”. No se menciona el aviso al 112 de la jornada anterior, en la que se detectaron los olores por la noche.
Explica la consejera Tapia que el 21 de enero “se ha procedido a la apertura de un expediente de denuncia donde se documentan las investigaciones, se recopila toda la información relativa a los hechos ocurridos, las medidas adoptadas para minimizar el impacto en el medio receptor, el resultado final de las investigaciones llevadas a cabo por la empresa, así como las tareas de limpieza y remediación que se realicen en su caso”. ¿Habrá sanción para Petronor? Indica el Ejecutivo que URA, “en el ámbito de sus competencias y una vez finalizadas las diligencias de investigación”, analizará “la procedencia de iniciar un expediente sancionador por presunta infracción de la legislación sectorial”.
Hace justamente un año, el 13 de febrero de 2021, se produjo otro vertido de Petronor en el Barbadún, entonces a la altura de San Julián de Muskiz. Hacia las 10.00 horas de aquel sábado se detectó la presencia de petróleo en las aguas, según la comunicación de la propia compañía. “La causa más probable con la información disponible hasta la fecha fue un defecto interno en la unión brida-tubería [de un oleoducto], acelerado por corrosión exterior por falta de pintura”, explicó el Gobierno.
Se da la circunstancia de que 'in extremis' y merced a un documento hallado a última hora en los archivos del Gobierno, Petronor podrá solventar el caso de su fábrica de coque instalada sin permiso sobre la costa con solamente una falta leve y una multa de 60.000 euros (así como la devolución de tres millones de beneficios), como ha publicado este periódico. La compañía se exponía a una sanción de hasta 200 millones de euros.