Aitor Esteban Bravo (Bilbao, 1962) recibe a elDiario.es/Euskadi durante casi una hora en Sabin Etxea, el cuartel general del PNV, en el primer día de la campaña electoral para las generales del 23 de julio, cuya fecha no le convence. En la fachada, en pleno centro de Bilbao, han colocado una gran lona en la que emerge el veterano político (diputado desde 2004, portavoz desde 2012 y candidato por quinta vez) como alternativa centrada a las caricaturas de Pedro Sánchez y de Alberto Núñez Feijóo. El lema que los nacionalistas repiten por activa y por pasiva es que Euskadi precisa de una “voz propia” en Madrid. EH Bildu incluso apoya leyes recentralizadoras, contrargumenta el PNV. La pugna entre ambas formaciones por ver quién ofrece mayor influencia con el Gobierno de Pedro Sánchez ha sido evidente en los últimos años.
Aclara Esteban que el PNV apoyó la investidura de Sánchez y que EH Bildu no lo hizo. También subraya que no ve “margen” para volver a los entendimientos con el PP que se produjeron en las etapas de José María Aznar y Mariano Rajoy, al menos mientras Vox forme parte de la ecuación. Mantenerse como socios de Sánchez no será “gratis et amore”. Habrá que repasar los incumplimientos de la legislatura -afirma, citando casos como la transferencia de Cercanías o el “encaje nacional” vasco- pero indica que el 80% de los compromisos de 2019 están satisfechos.
El PNV encara las generales como una reválida tras el desgaste vivido en las municipales y forales de mayo. Además, sus exdirigentes Alfredo de Miguel, Koldo Ochandiano y Xabier Sánchez Robles acaban de entrar en prisión por corrupción. El partido afirma que ha “tomado nota” del bajón. Pero Esteban, recurriendo a los datos de las forales, remarca: “El PNV fue la fuerza más votada con más del 35% de los votos. Es algo que para sí quisieran cualquiera de las dos grandes fuerzas estatales en estas próximas elecciones. Esto no ha sido una derrota del PNV. El PNV ganó las elecciones”.
Entiendo que no será del agrado del PNV arrancar una campaña con un exdirigente entrando a la cárcel para cumplir una condena de nueve años por corrupción, como es el caso de Alfredo de Miguel.
El partido en su momento hizo lo que lo que tenía que hacer, pidió los carnés y demostró, como quedó manifiesto en el juicio, que no tenía nada que ver con aquello. Después, las responsabilidades personales de cada uno… pues se van cumpliendo.
Creo que la reválida es para [EH] Bildu. Las manifestaciones que les estoy escuchando van todas en ese sentido. Creo que ellos no están pensando en Madrid. ¿Qué es lo que me preocupa a mí? ¿Qué es lo que le preocupa al PNV? Que durante los próximos cuatro años haya una voz responsable en Madrid que sea capaz de llevar los temas que interesan a la ciudadanía vasca, que sea capaz de poner pie en pared cuando hay intentos de mermas en el autogobierno, que sea capaz de negociar modificaciones en el Concierto Económico, que sea capaz, en fin, de conseguir inversiones para Euskadi o de defender a la industria vasca. Eso es lo que nos estamos jugando. Sobre todo también si viene una ola recentralizadora. No son unas elecciones presidenciales: tu voto sirve para los próximos cuatro años y Euskadi necesita una representación diferenciada porque somos una sociedad diferenciada con unas preocupaciones diferenciadas y un autogobierno específico.
Repiten cargos del PNV, también Andoni Ortuzar, que el partido “ha tomado nota” de los resultados del 28 de mayo. ¿Qué significa eso?
Desde luego, mucho tiempo para hacer movimientos y reflexionar tampoco nos han dejado… Al día siguiente exactamente de votar se convocaron estas elecciones. Pero, evidentemente, el partido sabe que hay que mejorar en la gestión de algunos servicios públicos. Es algo que le está pasando también al Estado. De la COVID-19 ha salido una sociedad diferente, muy reivindicativa en cuanto a los problemas directos, personales. Igual menos en lo de grupo, pero sí mucho en los derechos individuales. Evidentemente, después de sufrir una tensión, algunos de esos servicios públicos todavía no se han recuperado. De eso tomamos nota y hay que hacer una mejora en muchos ámbitos. Pero también quiero recordar que el PNV fue la fuerza más votada [el 28 de mayo] con más del 35% de los votos. Es algo que para sí quisieran cualquiera de las dos grandes fuerzas estatales en estas próximas elecciones. Esto no ha sido una derrota del PNV. El PNV ganó las elecciones.
Decía que justo al día siguiente se convocaron estas elecciones generales. ¿Un 23 de julio es lo mejor para crecer en participación? La abstención está creciendo en las últimas convocatorias.
No, evidentemente. Creo que eso es una dificultad para todos los partidos. No es una fecha para convocar elecciones. Pero, bueno, me imagino que el presidente Sánchez y su entorno más cercano decidieron por las razones ‘x’ convocar antes. Pensaban que quizás iba a haber un desgaste mayor en otro momento. Pensarían también que en algunos lugares, por los resultados habidos, podía haber una serie de movimientos internos dentro del PSOE. Ahora, si la pregunta es si es bueno para el país convocar un 23 de julio, pues no. Y menos en medio de una presidencia europea. Nos deja un liderazgo dudoso hasta que se produzcan las elecciones. Luego viene agosto y no sabemos lo que va a tardar en haber un nuevo Gobierno. Si además se produce un cambio de Gobierno, que puede tener incluso otras prioridades en la agenda, pues ya me dirá qué semestre desaprovechado podría ser… Es verdad que hay un riesgo de abstención y de un semestre europeo desaprovechado. Pero, bueno, es el presidente el que convoca.
¿Y ve riesgo de que estas elecciones también se tengan que repetir?
Espero que no. No soy partidario de que la ciudadanía tenga que estar decidiendo una y otra vez. Las elecciones no pueden ser una especie de partida en la que se vuelven a echar los dados a ver si sale mejor. Eso es estar pensando únicamente en querer alcanzar el poder. Verdaderamente, estar votando una y otra vez como sociedad o como país no tiene ningún sentido. Es tensionar, polarizar cada vez más. Los ciudadanos reparten las cartas y luego los responsables políticos somos los que tenemos que encargarnos de interpretarlo y de intentar llegar a una solución sabiendo cuál es esa voluntad popular. Sería estresante y cansino el volver a hacer unas nuevas elecciones.
Las encuestas del CIS ni las voy a comentar. Y, respecto a las otras encuestas, diría que tanto las que aparecen a nivel del Estado como las que aparecen a nivel de Euskadi dejan una foto en blanco y negro más o menos borrosa. Todavía queda mucho por delante. Me imagino que a lo largo de la campaña las cosas van a ir subiendo también en cuanto a temperatura y a participación de la gente. En las elecciones anteriores, del 28 de mayo, había unas encuestas que a nosotros nos auguraban unos resultados mejores que los que finalmente tuvimos. Parece que ahí también se equivocaron las encuestas. No sé lo que va a pasar pero sí creo que somos un partido estable. Seis, cinco, siete. Ahí hemos estado siempre. Ha habido otros partidos que depende del momento tienen sus picos, ¿no? [EH] Bildu ya tuvo más que nosotros. Recuerdo estar allí con cinco diputados y [EH] Bildu tenía siete cuando el fin de ETA. He visto a ERC con un diputado y ahora con 13. Hay picos y el PNV es un partido más estable.
En Navarra se presentan dentro de Geroa Bai. ¿Esto es también para salvar el grupo por la barrera del 15% necesaria en todas las circunscripciones en las que se presenten?
Llevamos ya un montón de años en Geroa Bai. Creo que es un proyecto bueno. Está dando sus frutos. Evidentemente hay una presencia importante del PNV. Aunque es curioso porque a veces nos la niegan. La segunda autoridad de Navarra, el presidente del Parlamento, es el presidente del partido allí. Es un proyecto que lleva ya años y que está consolidado. Funciona perfectamente.
Desde fuera, en esta última legislatura se ha podido intuir una cierta pugna, incluso celos, entre ustedes y EH Bildu en Madrid por ver quién el que mayores réditos lograba de la relación con Sánchez. ¿Cómo se ha visto esto desde dentro?
Yo no lo he visto así. O, al menos, no lo he sentido así. Lo que yo tenía claro es que quería que los acuerdos con nosotros se cumplieran. Se han ido cumpliendo muchos de ellos, diría que un 80%. O incluso más. Insistiendo una y otra vez, eso sí, porque esto no es sólo el trabajo parlamentario de estar en el hemiciclo o en comisiones, sino de estar con los ministerios constantemente. Ha habido cosas que han salido y que también son muy interesantes. Es verdad que ha habido otras que no, como por ejemplo enfrentar toda la cuestión del encaje nacional vasco dentro del Estado. También el incumplimiento de su propio calendario de transferencias. Porque fue el propio Gobierno el que planteó el calendario… Pero hemos conseguido, por ejemplo, aunque se hiciera costoso y fuera muy peleado, el IMV. Y aunque se ha hecho un paripé, la transferencia de Tráfico de Navarra la negocié yo. La cerré yo con la presidenta Uxue Barkos. Ahora se le atribuye a [EH] Bildu. Bueno, pues habrá sido un gesto para justificar un voto de [EH] Bildu a algo…
Volviendo un poco a su relación con EH Bildu. Les he oído afearles que ahora imitan el modelo que ha seguido históricamente el PNV en Madrid.
Renegaban del Estatuto, renegaban del Concierto Económico, renegaban de que se fuera a Madrid… Se nos decía que nosotros íbamos a por un plato de lentejas. Esto es literal, ¿eh? Ahora hablan de su relación con el PSOE. Antes el PSOE era el GAL, ¿no? Si esa relación es tan buena, ¿por qué no llegan ahora a pactos tras las municipales y forales? Al final, quien ha pactado con el Partido Socialista ha sido el PNV. Pero, vamos, sí, que el discurso que antes era lo peor de lo peor, según ellos, el del PNV, ahora es el de ellos. No sé lo que pasará en esta campaña, pero en la anterior me he visto diciendo algo y a los tres días oírles a ellos decir lo mismo. Evidentemente, el discurso de [EH] Bildu es el que ha tenido toda la vida el PNV. Pero, mire, en esa búsqueda de la España federal, como dice él, Sánchez ha reconocido que ha entrado a regular competencias que no le correspondían y se ha jactado de ello. Bueno, pues para eso ha tenido la colaboración de gente que dicen que son independentistas, empezando por ERC y siguiendo con [EH] Bildu. Le han dado cobertura en esas leyes.
Siendo socios habituales del Gobierno de Sánchez, ¿por qué no apoyaron la reforma laboral?
Lo de socios habituales me da pie a decir que si hubo alguien que apostó por un Gobierno de progreso entre diferentes fue el PNV. Porque el PNV sólo ha votado tres veces a favor de una investidura y una de ellas ha sido ésta. Votamos a favor. ERC y [EH] Bildu se abstuvieron. Salió la investidura por dos votos. Hicimos una apuesta. Dimos estabilidad en un momento en que tampoco había otras alternativas y era de gran tensión. Se necesitaba un poquito de estabilidad.
El partido en su momento hizo lo que lo que tenía que hacer con el 'caso De Miguel'. Pidió los carnés y demostró, como quedó manifiesto en el juicio, que no tenía nada que ver con aquello
Entrando a la reforma laboral, es un tema muy sencillo. Con Yolanda Díaz llevábamos hablando muchísimo tiempo. Mucho. Seis, siete u ocho meses antes de que se llegara a la votación. Desde el primer día se lo expusimos a ella y, luego, para que quedara todo claro, yo fui personalmente a La Moncloa a estar con el presidente Sánchez. Le fuimos sugiriendo una serie de cosas. Podemos estar de acuerdo con el conjunto global de la reforma, pero hay un tema que no podemos pasar. Es el tema de la prelación de convenios. Necesitamos que los convenios de Euskadi tengan una prelación. Ellos no lo veían mal, hicimos una redacción incluso. Estaba cerrada ya pero… Era perfectamente aceptable para el Gobierno y para la patronal también. Ahí [Antonio] Garamendi me decepcionó. Lo advertimos con mucho tiempo y además buscamos una solución con mucho tiempo. Es decepcionante que no nos hicieran caso. Aquí hay otra dinámica sindical, hay otra dinámica de relaciones laborales. Es un tema importante.
La hemos defendido como ley propia vasca, claro. Nosotros no votamos a favor de esa ley en Euskadi, pero es la ley de nuestro Parlamento. Tenemos que cumplirla porque estamos defendiendo el autogobierno. ¿Cómo no la vamos a defender? Me gustará más o menos, pero es vasca y hay competencia exclusiva. El marco mental de algunos igual es más ideológico, de izquierda y derecha. Pero, para nosotros, está el marco del autogobierno que tanto nos ha costado conseguir.
¿Y qué opinan de la Ley de Vivienda estatal?
Es claramente invasiva. El Estado te va marcando qué tipo de política tienes que hacer. Las instituciones vascas son, sin duda, las que más han avanzado en la vivienda pública y de alquiler. En números relativos somos el número uno en todas las comunidades autónomas en relación de pisos de alquiler y en números absolutos somos segundos detrás de Andalucía, que es una comunidad autónoma enorme comparada con nosotros. Sinceramente, teníamos prevención también con otras de las medidas que se proponían en la ley. Se ha vendido, primero, como que inmediatamente se van a hacer unas viviendas y, segundo, que se van a parar los precios del alquiler. ¿Qué ha ocurrido en Donostia? Según el último estudio que tenemos, de hace dos semanas, se ha reducido un tercio el parque de vivienda de alquiler, la oferta. Y los precios se han subido en prevención de que luego puedan ser topados algunos de ellos. ¿Qué es lo que se ha conseguido? Reducir todavía más el parque de vivienda. Por el contrario, ¿qué hemos hecho nosotros? Para no irme a otra localidad, en Donostia nuestra apuesta ha sido negociar -al principio con muchas reticencias- y conseguir que el Ministerio de Defensa, Margarita Robles, llegara a un acuerdo para que el Ayuntamiento haya podido adquirir todos los terrenos de los cuarteles de Loyola, que es la única zona de expansión que le quedaba a la ciudad. Se puede convertir en una trama urbana interesante para hacer un montón de viviendas, entre ellas muchísimas viviendas públicas. Temas concretos. Prácticos.
Supongo que estará ya cansado de la pregunta de si se el PNV se plantea apoyar un Gobierno del PP en la próxima legislatura…
Pero es que, vamos a ver, el PP ya ha pasado las rayas. Ha pasado todas las rayas habidas y por haber. Creo que el PSOE se equivocó en Castilla y León. Había que haber ido -como han hecho los alemanes- a decir ‘con la ultraderecha no’, para no normalizarla. Feijóo acababa de llegar. Ahora ya se ha visto que no tiene ningún reparo en introducir a la ultraderecha en un Gobierno. Además, el PP está haciendo discursos de modificar el Código Penal, de volver con el delito de sedición, de tirar para atrás unas cuantas leyes sociales o de igualdad que nosotros hemos apoyado, … Y es un discurso recentralizador también. Y de la mano de Vox todavía más. Ahí yo, sinceramente, no veo margen.
El PNV fue la fuerza más votada [el 28 de mayo] con más del 35% de los votos. Es algo que para sí quisieran cualquiera de las dos grandes fuerzas estatales en estas próximas elecciones. No hubo una derrota del PNV
Y nosotros, evidentemente, tenemos acuerdos en marcha con el PSOE a nivel local y a nivel foral. Y a nivel de Gobierno tenemos una relación. Pero nosotros no estamos aquí para dar nuestros votos ‘gratis et amore’ al candidato ‘x’. Tenemos un programa y el candidato que venga y que nos diga ‘oye, me gustaría contar con tus votos’ tendrá que explicarnos qué quiere hacer. A Sánchez le tendremos que explicar que queremos determinadas cosas y que las queremos con determinadas garantías. Nosotros no somos la muleta de nadie: tenemos nuestro programa. Aquí algunos se presentan para dar los votos a Sánchez. Bueno, pues nosotros estamos aquí para defender los intereses de la ciudadanía vasca desde el autogobierno, pasando por los derechos humanos, políticas sociales e industria. Tenemos un programa y el que quiera ser presidente tendrá que venir a nosotros. Ahora bien, la hipótesis que me plantea… Es que ni la contemplo. Con la decisión ya tomada de ir con Vox, no hay nada que hacer ahí.
Sin embargo, en Durango o en Gipuzkoa el PNV ha necesitado los votos del PP para mantener el poder.
El PP tomó una decisión… Pero lo que dice [EH] Bildu de que hay un acuerdo de PP, Vox y PNV no es cierto. Eso no es cierto. Y están mintiendo a la ciudadanía vasca porque no hay ningún acuerdo. El PP podía haber votado eso o podía haber votado lo contrario. Hace poco ha habido una votación también en el Parlamento Vasco en la que salió adelante una propuesta de [EH] Bildu con los votos del PP. ¿Pidieron el voto del PP los de [EH] Bildu? Probablemente no. Pero les llegó. Pretender hacer creer a la opinión pública que hay un acuerdo no es cierto.
Pocos partidos no de izquierdas son tan contundentes con la ultraderecha como el PNV. ¿Son un excepción?
Lo hicimos desde el primer día. Entre los escaños de Vox son tres firmantes del manifiesto en favor de Franco. Y luego hay que escuchar los discursos y las loas. Es que las cosas que dicen, la España que venden… Se sienten orgullosos de esa herencia franquista. Es que son los mismos con otros trajes. En el siglo XXI, pero son los mismos, concho. Por encima de todo está la democracia y están los derechos humanos. Nosotros siempre lo hemos tenido claro y evidentemente a esto hay que hacerle frente.
Por cierto, sigue rulando en sus redes. Sigue colgado. Si ésa es la idea que tienen sobre el PNV, a ver si se la compra la población vasca. A ver si se la cree. Yo admito las credenciales democráticas actuales y lo que quieras, pero gente que hace años ha apoyado determinadas posturas… Pues me sorprende. ¿Qué quiere que le diga? Yo ya sé lo que soy y lo que no soy. Si quieren de nuevo engañar a la opinión pública con este tipo de cosas, ellos sabrán.
¿Está cómodo el PNV en debates como la eutanasia, el aborto o la ley trans?
Sí, sí. En su momento, con la ley de matrimonios, el partido tuvo una serie de debates internos. Toda la afiliación. Largos y profundos. Había que tomar una posición. La votación sobre matrimonio se dejó libre y todo el mundo votó a favor. No nos asustan este tipo de debates porque creo que son realidades que tenemos que afrontar.
¿Votar el 23 de julio? Es verdad que hay un riesgo de abstención y de un semestre europeo desaprovechado. Pero, bueno, es el presidente el que convoca
Tenemos que afrontarlo no desde una ideología de cómo me gustaría que el mundo fuera, sino con cara y ojos. Hay que intentar ser humano en la política. Eso no quiere decir que tú vayas a tomar la decisión de abortar. Eso te corresponderá a ti. Pero hay que ser humano también y comprensivo en determinadas situaciones y determinadas circunstancias que se puedan producir alrededor de una persona. Y en otros debates igual, como en el tema de la eutanasia. Yo tengo unas creencias religiosas y habrá otra gente que no las tenga, pero creo que desde el punto de vista del legislador tenemos que ser, insisto, humanos y comprensivos. Evidentemente, dentro de unas seguridades, de unas garantías. Son leyes complicadas, delicadas. Algunos las afrontan muy alegremente. No, no, no, no. Hay que trabajarlas. Pero son debates que están en la sociedad y hay que afrontarlos. Porque el PNV evoluciona con la sociedad. No podemos ser los del principios del siglo XX. Un partido tiene que evolucionar con la sociedad.
¿Cómo está la transferencia de Cercanías? Valga la metáfora, parece que se ha quedado en vía muerta. En su programa, además, vuelve a aparecer el régimen económico de la Seguridad Social.
El tema de Cercanías estaba muy adelantado. Estaba prácticamente hecho. Pero, de pronto, se produjo el cambio dentro del Ministerio por otras circunstancias, por todo el tema de los trenes encargados a CAF [en Cantabria y Asturias]. Estaba tan encauzado que se pactó y se aprobó una modificación de la ley del sistema ferroviario para que pudiera facilitarse esa transferencia. Es algo que nosotros vamos a seguir muy de cerca. Y, mientras no se produzca, reclamamos un servicio decente.
El Constitucional es un árbitro comprado. Seguimos exigiendo un árbitro neutral en base a las relaciones bilaterales. Que haya gente nombrada por una y otra parte
El tema de la gestión económica de la Seguridad Social lo tenemos que reivindicar porque es parte del Estatuto. Es que está en el Estatuto… Más allá de que el planteamiento que nosotros hacemos no es romper la ‘caja única’, ni muchísimo menos, habrá algún día en el que se haga una reflexión seria y podamos llegar a acordarlo como lo hicimos con el IMV y con otras cosas también muy dificultosas. Todo es ponerse. Técnicamente todo se puede hacer. Lo único que puede decir es lo que dice la ley. El Estatuto de Autonomía está incardinado directamente a la Constitución y forma parte de lo que se llamaba el bloque de constitucionalidad.
¿Y la alta velocidad? Estamos en 2023. El AVE a Sevilla llegó para la Expo de 1992.
Aquí hemos sufrido Gobiernos de unos colores y de otros. Menos mal que se consiguió en su momento que parte de la gestión de la construcción -el brazo guipuzcoano- dependiera del Gobierno vasco. En esta legislatura hemos avanzado y definido las entradas ya soterradas a Gasteiz y a Bilbao. Se ha conseguido también que el acceso del túnel a Bilbao se delegue en el Gobierno vasco. Hemos dado pasos. Pero también es fundamental que Francia se comprometa con el tema. Y ahí el Gobierno español tiene una responsabilidad. Porque es una obra prioritaria europea y Europa pone una serie de fondos. Se han perdido muchísimos millones por no hacer las obras en tiempo y forma. Se ha preferido optar por otros tráficos.
¿Y el PNV ya está de acuerdo internamente en cómo hacer la conexión con Pamplona, si por Vitoria o por Ezkio/Itsaso?
Hay que hacer los estudios pertinentes. Los geológicos y también los económicos. Y en eso estamos. Estamos esperando a que esos estudios, que no son sencillos, se pongan encima de la mesa.
Han criticado la sentencia conocida esta semana del Constitucional sobre el euskera y la ley municipal. ¿Siguen creyendo que el Constitucional es un árbitro comprado?
Sí, lo es. Evidentemente, ya vemos lo que pasa con el Consejo General del Poder Judicial bloqueado. Y aquí, en el Constitucional, pasa lo mismo. Los vemos en una posición más alejada de lo que era el inicio de una España de las autonomías. Seguimos exigiendo un árbitro neutral en base a las relaciones bilaterales. Que fuera algo así como como la comisión arbitral que tenemos para el Concierto. Que haya gente nombrada por una y otra parte. Pero si no hay nadie con una visión un poquito más sensible… Vamos a ver, de entre todos los magistrados del Tribunal Constitucional, ¿hay alguno que sepa exactamente cuál es la situación del euskera? Porque, si lo supieran, es incomprensible lo que se ha producido.
Me parece que en términos literales Vox es un peligro para la democracia española y para la convivencia. Eso no lo es Yolanda Díaz ni Sumar, evidentemente
Es una ley de 2016 pacífica. No había pasado nada. Nadie se ha quejado. Ahora la recurre Vox y se le ocurre al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que debería conocer cuál es su sociedad y el país, [plantear una cuestión de inconstitucionalidad]. Estamos hablando de que si en un municipio los concejales -todos- hablan euskera puedan hacer las actas municipales, las comunicaciones y demás en euskera. Si uno de ellos uno dice que no se maneja o que necesita en castellano, se hace bilingüe. Basta con que lo pida uno. Eso es lo que dice la ley. Creo que como ciudadanos europeos se nos han conculcado unos derechos. ¿No podemos utilizar nuestro idioma sin conculcar el del otro? Me parece una barbaridad de sentencia. Voy a leer los votos particulares también. Agradezco que haya opiniones discrepantes.
¿Qué quiere ocultar España para no querer reformar la Ley de Secretos Oficiales?
Pues habría que preguntárselo a ellos… Es tremendo. Es como como chocar una y otra vez contra un muro. Es una ley de la época de Franco. Esta vez la promesa era que el Gobierno iba a presentar su propio proyecto de ley. Pues no lo ha presentado. No sé si se quiere ocultar algo, pero es que hay casos sangrantes. Uno que hemos sacado a relucir muchas veces pidiendo la desclasificación es el ‘caso Zabalza’. Te pide el Parlamento navarro por unanimidad -y mira que es difícil- que se desclasifiquen los papeles y no lo han hecho. No había que cambiar la ley. Es un acto del Consejo de Ministros. Yo creo que el PSOE es muy timorato. No entiendo el temor del PSOE a cambiar determinadas cosas que son un poquito de cajón. Puede ser ésta o puede ser la inviolabilidad del jefe del Estado. Parece claro que tiene que ser inviolable en sus actos públicos, pero no en los actos privados. Es que incluso llevado al absurdo tampoco se le puede procesar si ha agredido a una persona.
¿Qué les parece Sumar? A Podemos le han criticado cierto afán centralizador. No sé si en Yolanda Díaz ven esto mismo.
Es un conglomerado de fuerzas políticas en las que también está Podemos, ¿no? Con Yolanda Díaz he tenido buena relación. Hemos podido llegar a acuerdos en algunas leyes, pero también ha pasado lo que ha pasado con el tema de la reforma laboral. Ya veremos. A mí lo que me ha sorprendido de Sumar es que ha habido más pelea por el reparto de puestos y de financiación que por otra cosa. ¿Sumar es algo más que Yolanda Díaz y el PCE? No lo sé.
¿No le da más miedo entonces Yolanda Díaz que Santiago Abascal?
¡Por Dios! ¡Claro que no! Me parece que en términos literales Vox es un peligro para la democracia española y para la convivencia. Eso no lo es Yolanda Díaz ni Sumar, evidentemente.
Diputado desde 2004 y portavoz desde 2012. ¿Se está acabando ya la etapa de Madrid? ¿En tiempos en los que podría haber renovaciones en el PNV en otros cargos Aitor Esteban podría aspirar a otra función?
Evidentemente me hago mayor. Como todos. Van pasando los años. Ahora me han puesto para estos cuatro años ahí en Madrid y los haré muy gustosamente con mi mejor saber y entender. Yo siempre estoy a disposición del partido. Dios dirá. Así como hemos visto renovaciones en diputaciones, en ayuntamientos... pues va a haber también a otros niveles dentro del partido. Vendrán nuevas generaciones y gente joven.
¿Candidato a lehendakari?
Bueno, la verdad es que ahora me han puesto para estar cuatro años en Madrid y además nosotros estas cosas las hacemos una por una. Ya tocarán esos tiempos y veremos también el lehendakari cómo se ve, si la decisión es que continúe o que sea otra persona la que tome el relevo. Ya veremos esto. Cada cosa tiene sus tiempos.