El diputado general de Álava, Ramiro González, del PNV, ha pedido “perdón” en el Parlamento foral, en las Juntas Generales, por la reciente sentencia del Tribunal Supremo que confirma penas de cárcel a exdirigentes y excargos de su partido por delitos de corrupción, el conocido como 'caso De Miguel'. González lo ha hecho mencionando en una única ocasión al principal condenado, Alfredo de Miguel, que era miembro de la Diputación cuando estalló el caso y fue detenido y que usó su despacho oficial para pedir a la empresaria Ainhoa Alberdi una comisión de 100.000 euros. No ha utilizado tampoco la palabra “corrupción” para referirse a “estos hechos” y ha eludido entrar al fondo de las circunstancias dadas por probadas por la Justicia, cuyo pronunciamiento ha querido acatar pero no sin orillar su ritmo “lento”, ya que la investigación arrancó en 2009 y, de hecho, todavía no hay un fallo firme. No se ha dirigido a la denunciante, a Alberdi, a pesar de que se le había preguntado de manera expresa si había contactado con ella.
González ha tenido esta intervención como respuesta a una interpelación de Elkarrekin Podemos-IU en la sesión de control de la Cámara provincial. Siguiendo la línea marcada por los mensajes difundidos por el lehendakari, Iñigo Urkullu, por el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, o por el líder del Araba Buru Batzar, José Antonio Suso, el diputado general ha afirmado estar dolido por que personas con su misma militancia hayan incurrido en comportamientos impropios de la política y de la ética. “Están en las Antípodas”, ha recalcado. Eso sí, ha puesto en valor que “cientos” de cuadros del PNV dedican cada día sus máximos esfuerzos para el “bien común” del país, en muchas ocasiones sin proyección pública.
Desde la oposición, José Damián García Moreno, de Elkarrekin Podemos-IU, ha afirmado que “siete son los pecados capitales” como siete los delitos probados en la trama de De Miguel, que era 'número dos' del PNV de Álava. “No me quedan dedos en la mano”, ha ironizado. Con algunas imprecisiones en los nombres de quienes han sido condenados, particularmente en el caso de Araceli Bajo, esposa de Aitor Tellería, ha asegurado que este caso muestra la existencia de “redes clientelares” en Euskadi y ha lamentado la tibieza con los investigados mientras los denunciantes sufren represalias. Ha mencionado en reiteradas ocasiones el caso de Andoni Díaz, sin vinculación alguna con este caso de corrupción, lo que ha hecho que el presidente de las Juntas Generales, Pedro Elosegi, le llamara al orden. García Moreno ha prometido que su formación explicará en los próximos meses lo ocurrido a la ciudadanía para que decida con todos los datos en las elecciones forales de mayo.
En su réplica, González ha optado por un ataque dialéctico como línea de defensa. A su juicio, no se trata de que haya o no casos en los partidos, sino de cómo se responde ante ellos. Así, ha alabado la “contundencia” del ya fallecido Xabier Agirre, entonces diputado general, al apartar de su puesto a De Miguel nada más fue detenido. Según Elkarrekin Podemos-IU, esa afirmación casa poco con la posición del propio González como portavoz del PNV en la comisión de investigación que tuvo lugar en la propia Cámara en 2010 y 2011. En un foro que halló “graves irregularidades” en la operación inmobiliaria de Zambrana, el mayor negocio dentro de la trama y por la que se cobraron 320.000 euros en comisiones ilegales -la mitad para Josu Arruti, el intermediario, y la otra para De Miguel-, el PNV votó en contra y apreció que eran conclusiones con “interés electoral”, ya que también en 2011 hubo forales.
En todo caso, el grueso del tiempo en su segundo turno ha sido destinado por González a enumerar casos de “corrupción” -aquí sí ha repetido la palabra- de IU, el partido de García Moreno. Ha apuntado a sentencias condenatorias en Asturias o Andalucía y ha recordado que en la única responsabilidad importante que han tenido en Euskadi, el área de Vivienda con Javier Madrazo como consejero, estalló un caso de desvío de fondos. “Una responsabilidad, un caso”, ha ironizado González, que también ha rescatado un histórico discurso de Agirre cuando fue desprovisto del Gobierno foral en 2011 al no llegar a un acuerdo con la entonces marca de IU, Ezker Batua. Aquella formación, controlada por Madrazo, exigió cargos y fondos a cambio del apoyo en la investidura, lo que para González también eran comportamientos corruptos.
“Usted los defendió y le ascendieron”, le ha dicho también el líder del PP, Iñaki Oyarzábal, a González en otro momento de la sesión plenaria. “En vez de pedir perdón”, ha seguido el 'popular', el PNV debería dar explicaciones sobre la participación del partido en el caso. “Empiece a liderar la lucha contra los corruptos”, ha pedido. “No voy a leer ninguna lista del PP. Se haría de noche”, le ha respondido el diputado general, siguiendo la misma estrategia que con IU. Y ha añadido: “Tiene como única de hacer política el insulto, la falsedad permanente y la provocación. Estos días se está superando. Hoy ha injuriado a personas que ni siquiera han sido investigadas. Lo que no soporta es que los alaveses le hayan dado la espalda. Su respuesta es ésta: el insulto, la falsedad y la calumnia. Estos días me han llamado personas del PP que sienten vergüenza y pena porque están convencidos de que se puede hacer política de otra manera”.