“I'm gone. I'm dead” ('Me he ido. Estoy muerto'). Así se ha escuchado en la radio interna de su equipo, el UAE, la fenomenal crisis de Tadej PogaÄar, que en las dos primeras etapas de la tercera semana se ha dejado todas sus opciones de ganar el Tour de Francia. Su archirrival, Jonas Vingegaard, voló este martes en la única contrarreloj y metió otra minutada al esloveno en el final de Courchevel por mucho que vehículos de la carrera le taponaran el paso en plena ascensión final.
Nada hace pensar que el danés no se llevará en París su segundo amarillo consecutivo, igualando el palmarés del propio PogaÄar, que tuvo una llegada fulgurante a la mejor carrera del mundo en 2020 y 2021 y que ahora se ve relegado a una segunda plaza que dista en 7 minutos y 35 segundos de la primera. Su compañero Adam Yates, primer líder de la prueba, se asienta en la tercera plaza del podio con una distancia de más de un minuto respecto al sexitano Carlos Rodríguez, al que el gemelo de Adam, Simon, acecha en la general.
Entretanto, la etapa de este miércoles ha dejado la confirmación de Felix Gall, escalador austríaco del equipo francés AG2R-Citroën y que ya despuntó en la reciente Vuelta a Suiza. Gall también está entre los diez mejores de la general y pugna con el italiano Giulio Ciccone por portar el maillot de topos rojos que identifica al rey de las montañas.