Un líder sólido

El Tour de Francia ha consumido ya 14 de las 21 etapas. Sin poder aventurar alguna sorpresa de cara a la última semana, se intuye que la carrera está bien controlada por el Jumbo-Visma y que Jonas Vingegaard es un líder más sólido de lo que muchos intuían. Desde que se coronó en los Alpes ha sabido soldarse a la rueda de Tadej Pogačar cuando ha intentado contraatacar, tanto en Alpe d'Huez como en Mende.

El joven esloveno -lo es mucho más que el danés aunque su carrera sea más larga- lleva varias temporadas sin correr a la contra y necesita aún reposar su estrategia, porque parece evidente que impulso no le faltará. En el equipo neerlandés, en todo caso, aún recordarán cómo perdieron la carrera el penúltimo día en 2020 a manos de este corredor, que se destapó como un buen contrarrelojista. La buena noticia -para ellos- es que parece que cuentan ya a buen nivel con Sepp Kuss, el escalador de Durango. Los Pirineos ofrecerán un saldo entre ambos antes de esa crono final antes de las Campos Elíseos. Todo lo que sea menos de un minuto para Vingegaard será motivo de preocupación.

Por detrás, la batalla estará por el tercer puesto del podio. Nairo Quintana y Romain Bardet parece que ya han tocado techo y, en el Ineos, es Geraint Thomas quien parece mejor posicionado que Adam Yates. Las fugas bidón van poniendo alguna opción adicional, pero no parece que haya mucho más donde elegir. Más reñida parece la lucha por las etapas, con más éxitos para Dinamarca -Magnus Cort Nielsen, Mads Pedersen-, el resurgir de Chris Froome -el más laureado de cuantos corren en el pelotón- y una gran victoria para Michael Matthews en el aeródromo de Mende, final clásico donde los haya.

Quien no ha ganado es el Cofidis. Y no lo hace desde hace catorce años, según unos datos publicados por ProCyclingStats. Tampoco los franceses Groupama-FDJ y Total Energies o el Movistar han ganado desde que llegó el coronavirus, esto es, al menos desde 2019. En el caso español es paradójico porque es, a la vez, el cuarto equipo más laureado de los presentes, con 34 etapas con sus diferentes denominaciones. Solamente le superan el Lotto-Soudal, el Quick Step y el Jumbo-Visma, con 40, 49 y 49, respectivamente.

El Tour de Francia ha consumido ya 14 de las 21 etapas. Sin poder aventurar alguna sorpresa de cara a la última semana, se intuye que la carrera está bien controlada por el Jumbo-Visma y que Jonas Vingegaard es un líder más sólido de lo que muchos intuían. Desde que se coronó en los Alpes ha sabido soldarse a la rueda de Tadej Pogačar cuando ha intentado contraatacar, tanto en Alpe d'Huez como en Mende.

El joven esloveno -lo es mucho más que el danés aunque su carrera sea más larga- lleva varias temporadas sin correr a la contra y necesita aún reposar su estrategia, porque parece evidente que impulso no le faltará. En el equipo neerlandés, en todo caso, aún recordarán cómo perdieron la carrera el penúltimo día en 2020 a manos de este corredor, que se destapó como un buen contrarrelojista. La buena noticia -para ellos- es que parece que cuentan ya a buen nivel con Sepp Kuss, el escalador de Durango. Los Pirineos ofrecerán un saldo entre ambos antes de esa crono final antes de las Campos Elíseos. Todo lo que sea menos de un minuto para Vingegaard será motivo de preocupación.