A veces parece que todo está ya inventado y que nadie es capaz de revolucionar el mercado salvo los grandes fabricantes, que pueden hacer las cosas más exóticas o ligeras, que es a lo habitual. Pero cuando pruebas la HSD S+ te das cuenta de que no es así. Sí que hay fabricantes que son capaces innovar y ofrecernos productos que no imaginábamos poder disfrutar.
Tern es una marca con diez años de historia, pero con 40 de experiencia fabricando bicis, soluciones de movilidad personal. Su objetivo es ayudar a la gente a moverse de forma económica y segura, usando los mejores materiales y componentes a precio razonable. A Tern le gusta provocar al mercado con modelos especiales que ningún otro fabricante hace. La HSD S+ es una buena prueba de esto: basta una mirada a fondo para darse cuenta de que se trata de una bici nada común.
Tern comenzó a fabricar bicis eléctricas hace seis años, cuando entendió que la fiabilidad de los sistemas eléctricos del mercado eran ya de nivel suficiente. La primera fue la Vektron, una plegable de alta gama con sistema Bosch. Desde su lanzamiento sorprendió a todos por ser la primera plegable del mercado con motor Bosch, a pesar del precio. Muchas tiendas en todo el mundo querían esta bici; sus clientes no querían bicis plegables con motor en el buje y Tern era el único que la equipaba así. Tras la Vektron lanzó la GSD, una auténtica revolución. Sobre dos fuertes ruedas de 20 pulgadas, separadas hasta alcanzar 1,80 metros, como una bici normal, creó un chasis y horquilla capaces de acarrear casi cualquier cosa, incluso dos sillas de niño detrás, o hasta 80 kilos de carga; de ahí su nombre, Getting Stuff Done (hacer las cosas bien). Su capacidad, bajo centro de gravedad, comodidad para subirse y bajarse y su amplia gama de accesorios la han hecho un vehículo imprescindible para muchas familias por todo el mundo, basta echar un vistazo su grupo de Facebook. Tras la GSD llegó la HSD, gran capacidad para llevar cosas delante y detrás, pero con dimensiones más contenidas; mayor maniobrabilidad, fantástica estabilidad y ocupa menos. Simplificando, si tu necesidad es llevar dos niños, tu modelo es la GSD, pero si no es el caso tu opción es la HSD. La misma bici en se adapta en segundos a personas de estatura comprendida entre 1,50 y 1,95 centímetros, así que es fácil compartirla.
La HSD se ofrece en 3 versiones: La P9, con transmisión externa Shimano, ligera y fiable y la más económica. Para usuarios ocasionales, o con presupuesto ajustado es la opción ideal, fácil de ajustar y de mantener.
La S8i lleva buje interno Shimano Nexus 8 velocidades y correa Gates CDX. No necesita engrase y permite cambiar en parado. La vida estimada de la correa es de entre 5 y 9 veces la de la cadena, con lo que el ahorro en cadenas y piñones compensa pronto la inversión, además de suavidad de marcha y limpieza. Para un usuario diario es muy buena opción.
La S+ tiene las ventajas de la S8i combinadas con el cambio automático, solo has de elegir la cadencia de pedaleo y listo. La puedes modificar pulsando el botón + o -, empiezas por 65 rpm y vas probando. Si te apetece usar el modo manual pulsas el 'botón i' y eliges entre 9 velocidades. Si quieres modular la asistencia eliges entre ECO, TOUR, SPORT o TURBO. En función del recorrido, carga, prisa, etc.; entre el modo TOUR y el SPORT encuentras las mejores prestaciones. Para circular sin prisa y optimizar la batería usas el modo ECO, pero si necesitas subir una rampa empinada, incluso con carga, acciona el modo TURBO. Sorprende hasta dónde puede ayudarte el motor. Si te gusta la tecnología, puedes conectarte al buje Enviolo AutomatiQ mediante bluetooth. Usando su app puedes elegir cómo te gusta el desarrollo y la asistencia al arrancar. No es igual cuando circulas sin carga y en llano que con carga y por cuestas. Los 65 Nm de par del motor y los 380% de rango permiten afrontar cualquier recorrido.
Haciendo entre 20 y 25 kilómetros al día entre semana, en recorrido urbano, la he tenido que recargar cada semana, algunas un poco Es mejor cargarla sin arriesgarte a quedarte sin asistencia, y la batería no sufre por cargarla cuando aún le queda energía
El contacto con la bici es el sillín, los puños y los pedales; el sillín tiene el diseño personalizado y carcasa de doble densidad, es cómodo y va combinado con la tija Thudbuster ST, que es una pieza sofisticada y muy efectiva en suelos irregulares. Hace que plegada sea menos compacta, pero se agradece el confort que aporta junto con la suspensión delantera. Los puños son Ergon, muy buena calidad, tacto agradable y se adaptan a la mano evitando sobrecargas. Los pedales de perfil bajo permiten pedalear cerca del suelo sin riesgo de tocar, son amplios y antideslizantes. En días de lluvia sientes la pedalada firme con cualquier calzado. Los neumáticos Big Ben ruedan silenciosos y con muy buen agarre, incluso en mojado. Yo no he tenido un solo pinchazo en 10.000 km, incluso circulando por zona industrial. Es importante mantener la presión adecuada, pues hinchadas en exceso son inseguras y con baja presión aumenta el riesgo de pinchar y consumen más energía. La batería la puedes cargar puesta o quitada. La autonomía depende totalmente del uso. El display puede indicar una autonomía mayor o menor según se pedalee; el algoritmo estima que los kilómetros restantes los vas a hacer al ritmo los últimos. El hecho es que haciendo entre 20 y 25 kilómetros al día entre semana, en recorrido urbano, la he tenido que recargar cada semana, algunas un poco antes. De todos modos, es mejor cargarla sin arriesgarte a quedarte sin asistencia. La batería no sufre por cargarla cuando aún le queda energía. Según Bosch, la vida de la batería es de unos 10 años o 1.500 ciclos de carga y descarga, unos 15 años cargándola dos veces por semana.
El bloqueo de la rueda trasera que viene de serie junto con una cadena es suficiente para dejarla candada mientras haces un recado. Lo mejor es ponerla vertical y meterla en el ascensor y dejarla en casa ocupando como un perchero, o echarla al coche abatiendo un asiento. Para mí esto es fundamental: tenerla a salvo, lista para echar a rodar fácil y barato. Los guardabarros son anchos para que la lluvia no sea un problema. Las luces iluminan muy bien, la delantera es orientable para no molestar a los que vienen de frente. Los frenos, progresivos y muy efectivos. El caballete de serie es suficiente usando cesta delantera y trasera junto con alforjas. Para llevar a un niño es mejor el Duo Stand, que mantiene la bici recta, así es más estable. Cuando llevas un pasajero de 40 kilos detrás con la Captain’s Chair y 15 kilos delante las sensaciones cambian; hay que poner más atención y requiere una cierta preparación pero la bici se siente sólida. El cuadro está fabricado y testado para soportar carga y los demás componentes hacen el resto.
Mi conclusión sobre la HSD S+ es que es una obra maestra llena de tecnología que simplifica su uso como vehículo diario. Si te gustan los coches automáticos, esto es muy parecido. Su precio no está al alcance de cualquiera, 5.995€, aunque el motor Performance con el buje Enviolo automático y la batería de 500Wh merecen la pena. De todos modos la versión S8i por 4.595€ o la P9 por 4.155€ son excelentes opciones también.
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