Una ruta en bicicleta para conocer y disfrutar de Valladolid

Vivo al lado de una ciudad que para mí es un ejemplo a seguir a la hora de dotar a sus calles y vías de una red de carriles y ciclovías por las que poder moverse con seguridad con un medio de locomoción ligero y totalmente ecológico. Aunque es raro que en este país haya alguna casa sin bicicleta, el Ayuntamiento de Valladolid ha creado una red de 34 estaciones en las que poder coger o dejar una de las aproximadamente 260 bicicletas que ha dispuesto el consistorio vallisoletano para uso y disfrute de sus vecinos o de los turistas que quieran conocer la ciudad a bordo de este medio de locomoción. Los propios dirigentes han propuesto 'Avanzando el futuro' como lema turístico. ¿O no es esto un auténtico avance de lo que querríamos encontrar cuanto antes en otras muchas ciudades españolas?

Vamos con lo que realmente nos interesa, que es la movilidad urbana por la capital pucelana, que cuenta con más de 100 kilómetros de carril bici y más de 20 de ciclocarril y ciclovía y que siguen creciendo con nuevos corredores verdes.

Los primeros kilómetros de carril bici fueron por el Pinar de Antequera, un auténtico pulmón verde de unas mil hectáreas al sur de Valladolid, donde podemos disfrutar de muchas sendas y veredas por entre pinos de gran porte y disfrutar de la naturaleza sin agobio alguno. Además, en este pinar se encuentran las instalaciones deportivas de la empresa FASA Renault en las que se pueden practicar una multitud de deportes o simplemente ir a comer o tomar algo, como hacen los muchísimos socios que hacen uso de dichas instalaciones, acercándose hasta ellas en sus bicicletas.

Después vendrían ya los carriles dentro de la ciudad que en la actualidad llegan a la práctica totalidad de los barrios vallisoletanos, zonas industriales y por supuesto a los campus universitarios. Estos carriles bici vienen acompañados, además, por un importante número de sitios donde poder dejar perfectamente amarrada la bici mientras realizamos nuestras labores cotidianas, bien sea en el trabajo, en  las clases, o en actividades de ocio.

Los carriles y ciclovías de la zona centro nos permiten visitar y conocer la ciudad y su zona monumental: un poco más adelante os propondré una ruta para hacerlo.

Todos estos kilómetros de carril bici y la gran cantidad de calles peatonales que hay en el centro de Valladolid hacen que pasear por la ciudad sea una sensación placentera, más si la acompañamos de un descanso sentados en una de las terrazas de los muchos bares que hay por el centro histórico, o en el interior, si damos el paseo en un frío invierno como el de este año y degustamos algún exquisito caldo que sale de las cepas de cualquiera de las 5 Denominaciones de Origen que hay en la provincia (Rueda, Riber, Cigales, Toro y León), acompañados de alguna rica ración de las inacabables cartas de las bodegas y mesones castellanos que nos podemos encontrar. Y, si nos hemos pasado un poco con el vino, pues dejamos la bici aparcada o la llevamos de la mano, y si hemos cogido una de alquiler la dejaremos en la estación más cercana. 

Para hacer uso de esas bicicletas de alquiler, hay que sacar un bono en las oficinas de Vallabici, y podéis obtener toda la información de cómo usar este servicio en su página web www.vallabici.com si bien, la concesión a esta empresa que es de carácter privado, termina en 2023 y pasará a depender de la empresa pública municipal AUVASA. La licitación a esta empresa consiste en la adquisición de 1.678 nuevas bicicletas siendo un 25% de ellas con pedaleo asistido, las que se conocen como bicis eléctricas, y se instalarán un gran número de nuevos puntos de anclaje, estaciones y un nuevo software de gestión, datos que reflejan bien a las claras la apuesta por la movilidad urbana 'cero emisiones' hecha por el ayuntamiento de la capital castellana.

Son numerosas las rutas turísticas que se pueden realizar en bicicleta por Valladolid. De hecho, hay una ruta de unos 20 kilómetros en los que uno o varios guías turísticos nos darán a conocer la ciudad mientras pedaleamos con un coste de 25 euros. Yo, en este caso, voy a proponer otra mucho más corta, pero en la que necesitaremos más tiempo si queremos visitar los museos y monumentos.

El punto de partida se me ocurre ponerlo en la Plaza de Santa Cruz, donde hay una estación en la que poder tomar una bici de alquiler en caso de necesitarla. Aquí mismo podemos visitar el bello Palacio de Santa Cruz, inaugurado como Colegio Mayor allá por el año 1491 y cuyo mecenas fue el cardenal D. Pedro González de Mendoza, considerado el introductor del Renacimiento en España, que es desde 1955 Monumento Histórico Artístico y en la actualidad sede del Rectorado de la Universidad de Valladolid. A continuación, saldremos por la Calle Cardenal Mendoza para continuar por la Calle Colón, por la que casi al final llegaremos a la Casa-Museo Colón, en la que vivió y murió el gran descubridor. En una especie de banco de piedra, está la placa que indica que fue en ese mismo punto donde murió don Cristóbal.

Dejando a nuestra derecha la Facultad de Medicina, iremos ahora por la ciclovía de la Avenida de Ramón y Cajal, y justo nada más pasar el Hospital Clínico Universitario, podremos visitar el Palacio de los Vivero, en el cual contrajeron matrimonio los Reyes Católicos y que es sede actualmente del Archivo Histórico Provincial. En un lateral de este edificio está la Real Chancillería que alberga también un importante archivo con documentos del siglo XV al XIX producidos por el tribunal de dicha Chancillería.

Desde Chancillería iremos por la Calle Gondomar hasta el primer semáforo, donde giraremos a la izquierda, quizás con la bici de la mano porque entraremos a una calle peatonal que a veces suele estar bastante concurrida: la calle Cadenas de San Gregorio. A la entrada por este lado, quedará el Palacio del Conde de Gondomar o Casa del Sol, pero lo que realmente nos interesa conocer está unos pocos metros más abajo: el Museo Nacional de Escultura Policromada, un museo que alberga en su interior obras de infinita belleza e incalculable valor, esculpidas por tallistas tan espléndidos como Gregorio Fernández, Juan de Juni o Alonso Berruguete, entre otros muchos. La propia fachada de la entrada al museo ya es una joya. Si seguimos hacia abajo unos pocos metros llegaremos a la fachada de la iglesia de San Pablo, otra majestuosa edificación del siglo XV de estilo gótico isabelino y que nos dejará con la boca abierta. Justo enfrente de esta iglesia está el Palacio Real, donde se albergó la corte de Felipe III y nacieron Felipe IV y Ana de Austria, madre de Luis XIV de Francia, el Rey Sol. El interior de este palacio es de una gran belleza.

Al lado de la iglesia de San Pablo también podemos visitar el Palacio de Pimentel, sede actual de la Diputación de Valladolid y en el que nació Felipe II. A su entrada podemos conocer a base de dibujos sobre azulejos la historia de Valladolid. Cuenta con una preciosa ventana de estilo plateresco que hace esquina. Detrás de este palacio, entre San Pablo y el Museo de Escultura, se ubica la Casa Museo de José Zorrilla.

Desde el Palacio Pimentel iremos por la calle Angustias hacia abajo visitando el Teatro Calderón, sede de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI). Aquí os propongo girar a la izquierda para visitar la iglesia de Santa María de la Antigua, de estilo gótico pero con un campanario románico del siglo XIII (el más alto del país de este estilo). Está asentada sobre la primera iglesia que tuvo Valladolid y en cuyo derredor nació la ciudad. 

Por la misma calle que llegamos hasta aquí, arribaremos a la Plaza de la Universidad, dejando la humilde catedral a nuestra derecha (humilde, aunque iba a ser la más grande del mundo hasta que Felipe II decidió llevarse al arquitecto que trabajaba en ella a hacer el Monasterio del Escorial, paralizando estas obras). En la Plaza Universidad podemos contemplar la fachada del edificio que actualmente alberga la Facultad de Derecho y que tiene enfrente unas columnas con leones en su cima. Cuenta la leyenda que si cuentas las que hay, nunca te licenciarás.

Desde esta plaza propongo ir por la Calle López Gómez hasta la Plaza de España, bajar por la Calle Miguel Íscar que cuenta con edificios nobles y a la izquierda está la Casa Museo Miguel de Cervantes, en la que vivió el ilustre escritor y que también podemos visitar. Llegaremos por esa ciclovía hasta la Plaza Zorrilla y la Acera Recoletos. Aquí tenemos dos opciones: seguir pedaleando por ella hasta la Plaza Colón o adentrarnos bici en mano en el Campo Grande, el 'Central Park' pucelano. Este parque es muy agradable de visitar con sus pavos reales, su estanque con barca y todo, sus pajareras, su biblioteca y la sede de la Asociación de Colombofilia de Valladolid. Al otro lado del parque, adonde también podríamos llegar pedaleando desde la Plaza Colón, se encuentra otro museo de visita obligada, el Museo Oriental, fundado en 1874 y que consta de 18 salas repletas de arte chino, filipino y japonés, que lo convierten en el mejor museo de arte oriental de toda España.

Desde aquí iremos por el Paseo de Filipinos hasta el Paseo Zorrilla, para llegar de nuevo a la Plaza dedicada a dicho poeta contemplando la belleza de la fachada de la Academia de Caballería, que también podremos visitar por dentro.

Yo creo que completado este recorrido, podremos ir ya hacia el casco histórico y recuperar fuerzas cómodamente. Si creéis que tras realizar esta ruta os merecéis un homenaje, podemos ir con la bici si es de las de alquiler hasta la Plaza del Poniente y dejarla en la estación que hay allí y degustar un exquisito cuarto de lechazo, o cualquier otro producto de la rica y extensa gastronomía castellana en un restaurante que a la vez también es museo, La Parrilla de San Lorenzo. No saldréis defraudados, os lo aseguro.

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