Valonia, un paraíso que respira ciclismo

Situada al sur de Flandes y Bruselas, Valonia respira ciclismo; no en vano su relación con la bicicleta es más que centenaria, bien sea albergando carreras míticas en la historia de este deporte, como las muy veteranas Lieja-Bastogne-Lieja y la Flecha Valona (por cierto, ganada en cinco ocasiones por Alejandro Valverde); bien ofreciendo ciclistas de la talla de Jean-Luc Vandenbroucke, Michel Pollentier y Claude Criquélion, entre otros.

Enamorada de este deporte, Valonia te ofrece una variada red de itinerarios cicloturísticos, válidos tanto para dar un paseo de pocos kilómetros en familia, como para realizar un periplo de varios días, no en vano aquí puedes elegir entre rutas internacionales y rutas regionales, antiguas vías ferroviarias reconvertidas en carriles bici, caminos de sirga acondicionados en una Red de Vías Lentas (las Vías Verdes de Valonia) y otros varios circuitos temáticos.

Tres itinerarios internacionales

EuroVelo, la red de rutas ciclistas europeas tiene tres de sus quince itinerarios que cruzan tierras belgas. Son la Ruta ciclista de Les Pèlerins, que en sus 210 kilómetros sigue el camino del Camino de Santiago, pasando por las ciudades valonas de Herve, Lieja, Huy, Namur Charleroi y Thuin; La Vía Romea Francígena, más larga, de 314 kilómetros, que cruza la flamenca Roubaix, siguiendo por Renaix, Lessines, La Hulpe, Wavre, Gembloux, Dinant, Ciney, Marche-en-Famenne, La Roche-en-Ardenne, Bastogne y Martelange; y finalmente el itinerario conocido en Valonia como La Ruta de las Ciudadelas (itinerario 19 de Eurovelo: el Mosa en bici) cruzando por uno de los valles fluviales más hermosos de Europa en un recorrido de 147 kilómetros que te lleva de Hastière a Visé, a través de Dinant, Namur, Huy y Lieja.

Nueve rutas regionales

Estos nueve itinerarios ciclistas de larga distancia te permiten recorrer con gran seguridad una buena parte de Valonia y ello mediante una red ciclista estructurada y convenientemente señalizada.

Así tenemos la Ruta W0: Ciclovía de las Capitales, de 240 kilómetros; la W1: entre Dendre y Hauts Pays, de 71 km; la W2: Ciclovía de la Cerveza, de 177 km; la W3: Ciclovía de los Carnavales, de 111 km; la W4: Ciclovía de Canales y Ríos, de 188 km; la W5: De un valle a otro, 91 km; la W6: A lo largo del agua, de 164 km; la W7: La Ruta de las Ardenas, de 208 km; la futura ruta W8: entre Fagnes y Famenne; y la W9: Ciclovía de tamaño natural, de 157 kilómetros. Podrás encontrar más información de todas ellas en: ravel.wallonie.be, la web de la red Autónoma de Vías Lentas. Conocida como RAVel, esa red está compuesta de vías verdes acondicionadas a partir de antiguas líneas ferroviarias y caminos de sirga. La red garantiza condiciones seguras y cómodas de practicar el cicloturismo en trayectos de poca pendiente.

Ciudades a visitar, con o sin bicicleta

Al realizar las diversas rutas mencionadas  anteriormente, pasarás por un buen número de ciudades y localidades con tanta historia como encanto.  La oferta es variada, pero cabe destacar aquí algunas visitas ineludibles. Hablamos aquí de Mons, una pequeña joya medieval que ostentó la capitalidad cultural europea de 2015. Destacan en ella su Ayuntamiento neogótico, que preside la Grand Place; su atalaya -el catiau- un campanario barroco de 87 metros de altura, la colegiata de Sainte Waudru o la Casa de la Prensa, un edificio de estilo español.

Tournai, ciudad que presume de su Campanario (le Beffroi), de 256 escalones y 72 metros de altura. El más antiguo del país, y patrimonio de la humanidad desde 199.

Namur, capital de la región, nos presenta su Ciudadela, una red defensiva hoy en día convertida en un gran parque, con una sorprendente red de galerías subterráneas, que Napoleón denominase “el termitero de Europa”. 500 metros de una red restaurada de galerías que bien merecen una visita.

Dinant, famosa porque en ella nació Adolphe Sax, el inventor del saxofón, nos ofrece entre sus atractivos la visita a su ciudadela y, cómo no, a la colegiata de Notre-Dame, con sus vidrieras del siglo XV, o a la abadía de Notre-Dame de Leffe.

Bouillon, en pleno corazón de las Ardenas, nos permitirá apreciar una de las fortalezas feudales medievales más impresionantes de Europa. Hogar de Godofredo de Bouillon la fortaleza fue vendida para sufragar la primera cruzada, de la que fue líder.

Lieja, capital de las Ardenas y con gran ambiente estudiantil, está situada 150 kilómetros al norte de Bouillon. Aunque de origen medieval  (a visitar su centro histórico -Hors-Château-, la ciudadela, la colegiata de Saint-Barthélemy o la catedral de Saint-Paul) su fisionomía es moderna, destacando en la misma la estación de tren de Liège-Guillemin, obra del arquitecto Santiago Calatrava.

Estaría injustamente incompleta cualquier crónica que, hablando de cicloturismo en Valonia, obviara la triste ocasión de acercarse a visitar algunos de los escenarios bélicos de esta región durante los siglos XIX y XX relacionados tanto con la Segunda Guerra Mundial (1939–1945) como con la batalla de Waterloo (1815). 

Comenzamos. A unos dieciocho kilómetros de Bruselas, en Waterloo, se halla la Colina del León, edificación artificial cónica en cuya cima reposa una estatua que simboliza la victoria del duque de Wellington y las tropas aliadas frente a Napoleón, en 1815. Para llegar a lo más alto hay que superar 226 peldaños. Una escalada que no nos debe dejar sin aliento si buscamos otro destino más lejano, pues a 89 kilómetros se halla  Bruly-de-Pesche, donde (en una granja) se conserva el Wolfsschlucht el “escondite de Hitler”, un búnker entre árboles, en el que el dictador alemán se refugió en 1940. Algo más al este, en la localidad de La Roche-en-Ardenne, encontramos el Museo de la Batalla de las Ardenas, el único centro dedicado a la última gran ofensiva de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Sin duda un destino impresionante para nuestro periplo cicloturista.

¿Te ha interesado esta ruta y quieres más? Puedes encontrar otras muchas más en este enlace; y aquí te dejamos una selección de sugerencias: