Sin animales en Bilbao y con la cerda Roxaito en Donostia: Euskadi se viste de tradición en Santo Tomás

Los y las baserritarras han tomado las calles de las ciudades y pueblos vascos este 21 de diciembre, Santo Tomás, en las ferias multitudinarias que anualmente dan comienzo a la Navidad en Euskadi. Después de tres años de parón por el coronavirus, Bilbao y Donostia han vuelto a vivir imágenes de miles de personas comiendo talos, brindando con sidra y disfrutando de los puestos artesanales y de comida tradicional que componen los mercados. Mañana será el turno de Vitoria y de Arrasate-Mondragón, localidad en la que comenzó a celebrarse la fiesta allá por el siglo XIV y que se realiza el día 22, puesto que originariamente la festividad tenía una duración de tres días.

El Arenal de Bilbao ha sido escenario durante todo el día de tradición vasca en forma de puestos de comida típica, como el queso, el chorizo o la chistorra, pero también de verduras y frutas, vinos y sidras y hasta de plantas para el hogar. En la que ha sido su 73 edición, han participado 137 personas productoras y 238 casetas. A pesar de ello, la feria ha contado con una novedad importante y nunca antes vista: la falta de animales. Tradicionalmente, en los mercados de Santo Tomás, los baserritarras exhiben parte de sus ganados y animales de granja. Sin embargo, a raíz de la amenaza de la gripe aviar y de una firme apuesta por el bienestar animal, se ha tomado la decisión de no mostrar a ningún animal vivo ni enjaulado.

Distinta ha sido la estampa en Donostia, donde, además de a otros animales de granja, se ha exhibido a Roxaito, una cerda de 200 kilos criada en libertad que ha estado expuesta en la Plaza de la Constitución desde las 10.00 de la mañana y 20.00 de la tarde y a la que miles de personas se han acercado a visitar. La capital guipuzcoana ha contado con 166 puestos distribuidos por diferentes barrios de la ciudad, como Ibaeta, Intxaurrondo, Morlans, Amara Berri, Amara Zaharra, Antigua, Gros o Loiola. En ambas capitales ha habido además, certámenes de bertsolaritza, concursos de productos tradicionales y talleres infantiles. En Donostia se ha celebrado la V Copa de Oro de Aizkolaris en modalidad femenina, el concurso de miel de Donostialdea, el de verduras, hortalizas y frutas, el de txistorra y el de espantapájaros.

En Vitoria, la feria de Navidad tendrá lugar este jueves, tanto en la plaza de España como en la cercana plaza de la Memoria, recién inaugurada y que toma su nombre del Memorial de las víctimas del terrorismo emplazado allí. En la feria se anunciarán un centenar de puestos con productos agrícolas, repostería, talos, conservas o bebidas en un horario que irá desde las 9.00 hasta 16.00 horas.

Mientras, en Arrasate-Mondragón, su tradicional 'Santamasak' cuenta con un programa que comenzó el pasado 15 de diciembre con una conferencia-taller sobre el traje tradicional baserritarra a cargo de Ane Albisu, organizado por EKIN emakumeak taldea y ha proseguido durante toda la semana con talleres, carreras deportivas y ferias de Navidad. Este miércoles, Santo Tomás, contará además con un recital de bertsos de la mano de los recién llegados del campeonato nacional de bertsolaritza, Alaia Martin y Amets Arzallus, junto con Oihane Perea y el reconocido Andoni Egaña, ganador de cuatro campeonatos.

No obstante, el plato principal llegará este jueves desde muy temprano, cuando el centro del pueblo se llenará de puestos artesanales y animales de exhibición. Al igual que Donostia, Arrasate-Mondragón contará como protagonista con un cerdo que se exhibirá durante todo el día y cuyo nombre es Txerrinsky. El animal, como ya es tradición en el pueblo guipuzcoano, será sorteado al final de la jornada entre todos aquellos que adquieran boletos para participar. A lo largo del día habrá también pasacalles, bailes tradicionales vascos y, en el plano deportivo, herri kirolak y un campeonato de pelota vasca. Santo Tomás finalizará con conciertos, que al igual que en Donostia y Bilbao, cerrarán su fiesta más tradicional, que, aunque con matices que la van modificando poco a poco, no pierde su esencia con los años.