Conteniendo la emoción, Beatriz Artolazabal se ha despedido este viernes del Parlamento Vasco, aunque todavía continuará como consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales unos días más, hasta el 14 de febrero, antes de centrarse en exclusiva en su condición de candidata del PNV en Vitoria de cara a las elecciones municipales de mayo. Unos pocos minutos antes, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha confirmado a los periodistas que ha elegido ya a quien será su sucesora, aunque prefiere guardar bajo siete llaves el nombre unos días más a pesar de asumir que se están disparando las “quinielas” políticas.
A Artolazabal le ha correspondido cerrar la sesión de control de este viernes en la Cámara, la primera de 2023, con cuatro preguntas, dos de EH Bildu y una de Elkarrekin Podemos-IU y de PP+Cs. Sin embargo, ha pedido un poco más de tiempo a la presidenta, Bakartxo Tejería, para poder despedirse casi uno a uno de sus colegas en los últimos años. Ha empezado la ronda con PP+Cs, enviando un “abrazo” a Carmelo Barrio y dando también las gracias a Laura Garrido y Luis Gordillo, cuyas críticas por la gestión de Prisiones echará de menos, según ha admitido. En la bancada de Elkarrekin Podemos-IU ha destacado el trabajo sobre memoria histórica con Íñigo Martínez. Y ha destacado el tiempo compartido con los representantes de EH Bildu Julen Arzuaga, Nerea Kortajarena y Oihana Etxebarrieta. También ha dado “mil gracias” al PNV y a los socialistas, socios de Gobierno. “De esta Cámara me llevo buenas y nuevas amistades”, ha enfatizado para finalizar con un “os voy a echar mucho de menos” aunque su nuevo destino, el Ayuntamiento de Vitoria, esté a 100 metros del Parlamento.
Tras estas palabras se ha cerrado la sesión y Artolazabal ha recibido muchos abrazos. El primero ha sido del único miembro del Gobierno de Iñigo Urkullu que la ha acompañado en el adiós, Jokin Bildarratz, consejero de Educación. Y el más largo ha sido el del presidente del PNV de Álava, José Antonio Suso, quien la impulsó a la candidatura en Vitoria en una apuesta política que ha implicado cerrar el ciclo del actual alcalde, Gorka Urtaran. Algunos representantes de la oposición han esperado a que salieran los fotógrafos para la despedida. “He debatido, he acordado, he discutido, me he enfadado y me he reído a partes iguales”, ha dicho también Artolazabal.
La Clínica Arana como despedida
En el plano más político, las últimas intervenciones de Artolazabal han guardado mucha relación con su posición contraria a que el Estado abra un centro de refugiados en Vitoria, en concreto en la antigua Clínica Arana, que es un edificio de la Seguridad Social. Kortajarena, de EH Bildu, ha mostrado su sorpresa por que cuestione los “macrocentros” de otros pero no cuando son residencias que promueve su partido, como la última de Arabarren, también en Vitoria. Martínez Zatón, de Elkarrekin Podemos-IU, le ha recordado que la consejera Olatz Garamendi, competente en materia de Gobernanza Pública y Autogobierno, no mencionó la “acogida” de migrantes como una competencia que quisiera gestionar Euskadi.
Artolazabal ha insistido en que la oposición a esta instalación no es porque acoja a extranjeros, sino por sus dimensiones. “Es un modelo que ha quedado descartado para otros colectivos. Personas mayores o menores, por poner dos ejemplo”, ha recalcado. Ha remarcado igualmente que entidades sociales “poco sospechosas de xenofobia” también lo han criticado. Asimismo, ha lamentado no haber sido informada de los pasos dados por el Gobierno central. “No tengo ni un solo documento en mi despacho en referencia a este proyecto”, ha afirmado.