Artolazabal ve “amortizada” la corrupción de De Miguel y cree que no condicionará su campaña en Vitoria
“Hace más de trece años que se produjo ese delito”. La nueva candidata del PNV en Vitoria, Beatriz Artolazabal, que ha reaparecido con una primera rueda de prensa tras unas cortas vacaciones después de haber cesado como consejera del Gobierno de Iñigo Urkullu, ve “amortizada” la corrupción acreditada del 'caso De Miguel' aunque la entrada efectiva en prisión de tres exdirigentes de su partido como Alfredo de Miguel, Koldo Ochandiano y Aitor Tellería pueda coincidir con las semanas previas a las elecciones ya que la sentencia es firme desde este pasado jueves. Ha sugerido también que es un asunto que no debería ser protagonista de la campaña en detrimento de los debates de propuestas sobre la ciudad.
Artolazabal, arropada por el actual presidente del Araba Buru Batzar, José Antonio Suso, del que los condenados eran enemigos irreconciliables, ha querido remarcar también que “el PNV no tuvo nada que ver en ese delito cometido por esas personas”. A su juicio, aunque la sentencia destaque que los corruptos se valieron de su posición y cargos políticos para recaudar comisiones ilegales, lo ocurrido “fue algo a título individual”. También ha añadido: “A mí como candidata me da tranquilidad porque mi organización actuó de una forma rápida y contundente. No es algo que tenga que ocupar muchas páginas en una campaña”. Y ha dicho que “condena” los hechos probados. “A la política no venimos a enriquecernos, sino a ayudar”, ha añadido ante las preguntas de los periodistas sobre la mayor trama conocida en Euskadi y que tuvo su origen en Vitoria, en el parque tecnológico de Miñano.
En la rueda de prensa, Artolazabal ha admitido también que no reside en Vitoria. “Sigo viviendo en Arrazua-Ubarrundia”, ha indicado, aunque se ha apresurado a matizar que ese municipio es colindante y está “a ocho kilómetros” de la ciudad. “A cuatro de las piscinas de Gamarra”, ha querido terciar Suso, que entiende como algo natural que una vitoriana de nacimiento y que hace su vida en la ciudad pueda residir “circunstancialmente” en un pueblo cercano no perteneciente al término municipal. “Lo que no vamos a hacer es un Olona”, ha bromeado también el presidente del PNV alavés sobre el empadronamiento forzado en Andalucía de la exdirigente de Vox cuando quiso ser candidata en aquella comunidad. De hecho, Artolazabal ha recalcado que “nació y creció” en el barrio obrero de Zaramaga y que sigue haciendo mucha vida allí, incluidas compras “en el comercio local de toda la vida”, ha asegurado.
Artolazabal parte como favorita para ganar en Vitoria, donde el PNV gobierna con Gorka Urtaran desde hace ocho años. El partido optó por dar por agotado el ciclo de Urtaran -aunque en privado admiten que es su gran activo político en Álava y ya le han prometido otros cargos en el futuro, como se ha recordado hoy mismo- y renovar la cabeza de cartel. La exconsejera asume que es la primera vez que el PNV afronta un relevo con opciones de retener el poder, ya que el final de la era de José Ángel Cuerda trajo la llegada del PP de Alfonso Alonso. Su idea es aunar “continuismo” y rectificaciones “parciales” de algunos planes. No ha mencionado expresamente el BEI, el nuevo autobús eléctrico que ha cambiado de raíz el tráfico en barrios enteros, pero ha dado a entender que está por la labor de hacer ajustes en “movilidad” o “señalización”.
La candidata y Suso han indicado que todas las encuestas marcan como “tendencia” la victoria del PNV, aunque muy ajustada y con escasa diferencia con EH Bildu, PSE-EE e incluso el PP. “Esto no es Bilbao. Yo no voy a ganar por mayoría absoluta”, ha reconocido Artolazabal. Ambos dirigentes dan por hecha la necesidad de pactar y Suso, en concreto, ha puesto en valor la coalición con los socialistas. Eso sí, antes toca “revalidar” el triunfo y obtener una “mayoría amplia”. El objetivo declarado es que del 24% de intención de voto en Vitoria se salte al casi 30% que el mismo PNV tiene en la ciudad en las elecciones forales, donde se repite la candidatura de Ramiro González por tercera ocasión.
Para Artolazabal “no es un paso atrás” haber dejado el Gobierno vasco ya que quiere ser la primera alcaldesa de Vitoria y de Euskadi (en democracia, ya que Pilar Careaga fue regidora en Bilbao en el franquismo). Su campaña tendrá tres ejes, según ha manifestado, impulso económico, políticas sociales y “orgullo de ciudad”. “Vitoria es una gran ciudad”, ha repetido en varias ocasiones. Ahora le toca hacer una “inmersión” en la política local, aunque ya fue edil durante ocho años, precisamente en la oposición a Alonso. “Tenemos ochenta y pico días para convencer”, confía el PNV.
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