“No me da vergüenza haber sobrevivido, tuve mucha suerte. Cuando ETA rompe su tregua lo primero que pienso es que voy a pasar a ser una diana andante, un objetivo a abatir con una niña de 3 años, embarazada de otra y saliendo de casa sin saber si voy a volver”, ha recordado Asun Guerra, exconcejala del PP en Andoain, Gipuzkoa, durante el acto con motivo del Día de la Memoria que se ha celebrado este martes en el Ayuntamiento de Irún.
Durante el evento, la Delegación del Gobierno en el País Vasco y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo han rememorado “el daño continuado” que padecieron durante años quienes vivieron amenazados y “privados de libertad plena”, y sufrieron además “un estigma” que “soportaron en soledad”.
Es el caso de Guerra, quien fue amenazada durante los 18 años que fue concejala del PP en el Ayuntamiento de una localidad en la que el terrorismo asesinó a nueve personas. Cinco de aquellas muertes fueron provocadas por la banda terrorista ETA, como el asesinato del columnista del periódico El Mundo, José Luis López de la Calle o el del jefe de la policía municipal de Andoain y miembro del PSE-EE, Joseba Pagazaurtundua. El resto de las muertes fueron provocadas por grupos terroristas, como la Alianza Apostólica Anticomunista, también conocida como Triple A y el Batallón Vasco Español.
Guerra, alejada ya de la vida política, pero aún afín a los ideales del PP, es médico en un hospital público de Donostia. Durante su trayectoria política sufrió graves ataques, como el hecho de que la empujaran por las escaleras del Ayuntamiento de Urnieta estando ella embarazada. “Al salir del pleno un 'batasuno' me empuja escaleras abajo. Tengo la suerte de que el jefe de la policía municipal me agarra y no me caigo rodando, pero su intención era la que era: tirarme por las escaleras”, ha asegurado en su discurso.
¿En qué se ha basado su participación en los actos del Día de la Memoria?
En contar la experiencia que viví durante 18 años como amenazada y escoltada cuando fui concejal y cargo público del Partido Popular.
¿Qué implicó para usted decir adiós a la política tras tantos años en ella?
Volver a mi profesión, a lo que toda la vida quise ser. Desde niña no quería otra cosa que ser médico.
Durante años recibió amenazas e incluso trataron de tirarle por las escaleras estando embarazada. ¿En algún momento se planteó dejarlo después de haber vivido ese tipo de situaciones?
No, nunca me planteé dejarlo. Tampoco me han pedido nunca que lo deje, ni mis hijas ni mis padres.
A día de hoy continúan las amenazas a políticos vascos. ¿Hasta cuando seguirá este estigma social?
Algún día tendrán que terminar este tipo de amenazas, pero no creo que mis ojos lleguen a verlo. Hay generaciones a las que se les ha educado en el odio por eso va a ser difícil volver a una normalidad. Yo, al menos, no creo que lo vea. Es una pena que haya personas que no sean capaces de educar a sus hijos como yo he educado a las mías, enseñándoles que tienen que respetar las ideas de todo el mundo, les gusten o no. La pluralidad es algo bueno que tiene este país, pero parece que hay gente que no es capaz de educar para que se acepte que el de al lado piensa distinto. Ese es el motivo por el que vivimos durante décadas el terrorismo de ETA, porque ellos no aceptaban que los demás quisiésemos seguir siendo españoles, defendiésemos España y dijésemos que el País Vasco forma parte de ella. No les gustaba que defendiésemos la democracia y la Constitución y eso lo han seguido inculcando a la gente joven.
A los que no les ha tocado de cerca, e incluso a algunos a los que sí que les ha tocado vivirlo, se les ha olvidado lo que hacía ETA
¿Cómo diría que ha cambiado la sociedad vasca durante durante los diez años que han pasado desde el cese de las armas por parte de ETA?
No es que haya habido cambios, es que la sociedad se ha olvidado de lo que pasó. A los que no les ha tocado de cerca, e incluso a algunos a los que sí que les ha tocado vivirlo, se les ha olvidado lo que pasaba. Para algunos, como ETA ya no mata parece que que todo ha acabado, pero no. Aún quedan muchas cosas por saber y muchos asesinatos por resolver. Estamos viendo cada día que se siguen haciendo homenajes a presos o cómo se ríe el Ministerio del Interior de las víctimas cada vez que excarcela a un etarra. Lo que pasa es que la sociedad desgraciadamente tiene la memoria muy corta.
¿Cuándo se logrará una convivencia en Euskadi?
Tardará en llegar. Mientras no se respeten las ideas de todos por igual y una persona no pueda decir abiertamente que es española, llevar una bandera de España o decir que defiende las ideas del Partido Popular no llegará la normalidad. La prueba es que se nos sigue insultando y se sigue nos sigue agrediendo en ocasiones por ser del Partido Popular. Hasta que eso no se acabe, no será posible la convivencia.
¿Qué le parecieron las declaraciones de Arnaldo Otegi, que en nombre de EH Bildu y de Sortu reconoció el sufrimiento de las víctimas de ETA?
No se puede mentir con más desfachatez. Yo no sé si alguien se creyó esas palabras, yo personalmente, no me las creí desde el primer momento. Es un mentiroso y es un paripé. No se las cree ni él. Lo que no sé es cómo no se atragantó con su propia lengua al hablar. No puedes decir eso y no condenar la violencia y no arrepentirte de los asesinatos. Quién y él, que es el máximo responsable de la banda terrorista.
¿Y por qué cree que las dijo?
Por intentar quedar bien. Había que hacerlo e intentó quedar bien. La zorra pierde el rabo, pero no la maña. Esto es así. Todo el mundo sabemos quién es Otegi.
¿Ha visto la película 'Maixabel'?
No, ni voy a verla.
¿Por qué?
No he visto 'Maixabel', empecé el libro 'Patria', pero lo dejé. Me revuelve demasiado. Dedico mi vida a mirar hacia adelante, el pasado no lo voy a olvidar. Además, ni olvido ni perdono. El recuerdo a las víctimas y a todo lo que ha pasado está ahí, pero no me voy a regodear en ello. Cuando veo una película lo que quiero es distraerme y pasármelo bien, no voy a revivir cosas que me han tocado demasiado de cerca y me han hecho daño.
¿Considera que son necesarias películas como esta?
Si están bien hechas y si de alguna manera muestran lo que fue la realidad de décadas de terrorismo etarra, sí que son necesarias. Es muy triste que la gente joven desconozca los hechos reales y que se les esté contando una historia que no es la realidad o que se estén blanqueando cosas que no se deben ni podemos dejar que se blanqueen. No podemos olvidar lo que ha pasado en el País Vasco, que hay casi 1.000 muertos, miles de víctimas de secuestros, de torturas, de robos con el impuesto revolucionario, además de los miles de vascos que se han tenido que marchar de aquí a otras comunidades de España e incluso fuera del país por culpa de las amenazas de esta gente.
¿Volvería a la política si se lo pidiera el partido?
No lo sé. No te voy a decir ni sí ni no. Son muchas cosas, las condiciones, dónde, de qué manera...No puedo decirlo a ciencia cierta porque no sé qué pasara en el futuro. En este momento estoy encantada con mi profesión, creo que soy mucho más útil y necesaria como médico que como política tal y como está el tema de la sanidad en este momento.
Es muy triste que la gente joven desconozca los hechos reales y que se les esté contando una historia que no es la realidad
¿Cómo valora el papel del Partido Popular en la política vasca en los últimos años?
Un poco flojito. Tendríamos que ser más agresivos. El hecho de ser oposición te permite ser un poco más agresivo y menos condescendiente con el que gobierna. Nos falta proyección de lo que hacemos y pensamos a nivel de prensa. Lo tenemos muy difícil porque no tenemos medios afines en Euskadi.
¿Cómo ha vivido la gestión de la pandemia desde el hospital en el que trabaja?
Ha sido muy complicado y difícil. Estamos muy saturados a nivel de trabajo, los médicos están muy cansados y están sometidos a una presión terrible, sobre todo en la Atención Primaria. En cuanto a la gestión, tanto en el plano nacional como en el autonómico, políticamente se ha gestionado muy mal. La información ha sido muy confusa, cada día decían algo distinto. Entiendo que se trata de un virus nuevo y es algo desconocido, pero en algunas ocasiones los políticos han sido poco prudentes a la hora de lanzar algunos mensajes y han sido un mal ejemplo en algunas situaciones en las que pedían a la población cuestiones que luego no hacían ellos.