Una avería en en tranvía y el paro parcial de los trabajadores de Tuvisa, incluido el BEI, ha puesto en jaque el transporte público de Vitoria en el lunes tras el largo puente festivo para muchos. El servicio del tranvía de Vitoria ha quedado interrumpido por una avería en la catenaria, según ha informado Euskotren. La avería se ha producido a la altura de Landaberde, cuando se ha caído parte de la catenaria por un “enganchón” y, de momento, se desconoce cuando se podrá reanudar la circulación una vez finalicen los trabajos de reparación que dirige Euskal Trenbide Sarea (ETS).
En cuanto al paro en los autobuses urbanos de Vitoria, Tuvisa, los trabajadores han calificado de “éxito rotundo” la primera jornada de huelga parcial, que se ha iniciado a las 5 de la mañana y ha finalizado a las 9, seguidos por el cien por cien de la plantilla a excepción de los servicios mínimos. “Un ejemplo más de que la plantilla está más unida que nunca y que el conflicto generado por su mala gestión, es una realidad”, han señalado los trabajadores.
Desde el comité de empresa han “lamentado mucho las consecuencias que han sufrido” los usuarios en la mañana de este lunes, pero han recalcado que los paros son “un paso imprescindible y necesario para recuperar un servicio de calidad y seguro”. La plantilla volverá a parar cuatro horas el día 18, y todo el día el 19 y 21 de diciembre, si no se produce antes un acuerdo con el ayuntamiento. La pasada semana se reunieron con el presidente de Tuvisa y concejal del PNV, Iñaki Gurtubai, y están a la espera de que les convoque a un nuevo encuentro para ver si responde a alguna de sus reivindicaciones. Las movilizaciones ya se habían notado en los partidos del puente del Baskonia, ya que no ha habido personal voluntario para cubrir la línea al Buesa Arena.
Los trabajadores protestan por los cambios decididos en las líneas de autobuses por parte del Ayuntamiento de Vitoria por los efectos que tendrá sobre los puestos de trabajo “además de para la ciudadanía”. En su opinión, se está produciendo una “acumulación de pérdida de puestos de trabajo, precarización del servicio a las personas usuarias, lamentable estado de la flota, trato vejatorio continuado hacia la parte social, empeoramiento de las condiciones de trabajo y la privatización de recursos por parte de Tuvisa”. Un cúmulo de cuestiones en los que los cambios en el servicio han sido “la gota que colma el vaso”.