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El Banco de Alimentos de Álava recortará el menú desde septiembre acuciado por el IPC y la falta de financiación

La subida de los precios está ahogando a los Bancos de Alimentos vascos que desde principios de este año han tenido que recortar la cantidad de los productos que entregan a los usuarios de este servicio acuciados por la alta inflación. Especialmente grave es la situación del Banco de Alimentos de Álava que ya avanza que tendrá que eliminar muchos productos o centrarse sólo en los colectivos más vulnerables “porque no hay dinero suficiente”, señala su máximo responsable, Daniel Fernández. Este Banco de Alimentos está a la espera de que le llegue una ayuda de 40.000 euros por parte de la Diputación Foral de Álava, “pero aunque parece que está concedida, no acaba de materializarse y la gente come todos los días”, dice.

Fernández, que también preside la Federación Vasca de Bancos de Alimentos reconoce que en Bizkaia y Gipuzkoa también tienen problemas por el alza de los precios, ya que con el mismo dinero se compra menos -como le está pasando a todas las familias- pero “reciben más apoyo de las instituciones que en Álava”, lamenta en recriminación directa a la Diputación foral, porque el Ayuntamiento de Vitoria ha doblado el convenio y aporta 29.000 euros anuales.

Con la situación de crisis en la que se encuentran, el Banco de Alimentos de Álava, que atiende a unas 5.000 personas, 1.800 de ellas en situación de emergencia, ha tenido que reducir de forma drástica el contenido de sus productos, eliminar algunos, o al menos espaciarlos en el tiempo.

“De momento, por ejemplo, se ha eliminado la carne”, señala Fernández. Sólo se mantiene la que se denomina de “último minuto”, lo que los supermercados apartan para reponer. “Cada vez nos llega menos, porque los supermercados reponen menos porque venden menos y estos productos que antes nos donaban, ahora los sacan en ofertas”. También se han eliminado de los lotes los frutos secos. El aceite, de girasol, se ha reducido un 25%, y la pasta y las legumbres se alternan por meses, cuando hasta principios de año se daban cada mes. La leche ha tenido que reducirse a la mitad, de seis litros por mes a tres.

“Esta situación va a empeorar a partir del mes que viene si no llega la ayuda porque los bonos de la recogida de alimentos los tenemos gastados desde el mes de mayo. Vanos a necesitar un impulso desde las instituciones porque si no es así desde septiembre tendremos que suprimir el arroz, las legumbres y la pasta y reducir más el aceite.

El presidente del Banco de Alimentos de Álava señala que la solidaridad de la ciudadanía sigue siendo muy importante, “pero no es suficiente, porque hay mucha gente que lo está pasando muy mal”. Respecto al perfil de los que se ven obligados a depender de estos lotes de alimentos, alerta de que “cada vez hay más ciudadanos autóctonos, que tienen trabajo y salario, pero que no es suficiente para llegar a fin de mes”.