Basque Culinary Center: tres parcelas gratis y 40 millones públicos para sus sedes de Donostia, Vitoria y Laguardia
El Gobierno vasco argumenta que la Universidad de la gastronomía es un proyecto estratégico, como también los proyectos GOe y EDA, y recalca que lo gestiona una fundación “sin ánimo de lucro”
El Basque Culinary Center (BCC), que aúna la facultad de la gastronomía adscrita a la privada Mondragon Unibertsitatea y un centro de investigación, percibirá 39,69 millones de euros públicos en financiación y tres grandes parcelas sin coste en Donostia (en la zona de Gros), en Vitoria (en Lakua, frente al Gobierno vasco) y en Laguardia (junto al Centro del Vino) para la puesta en marcha de sus proyectos de expansión, que responden a las siglas GOe y a las dos sedes de EDA, respectivamente. Los datos se recogen en un informe enviado al Parlamento Vasco por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, a instancias de la portavoz del grupo de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi. El Gobierno recalca que el BCC es una fundación “sin ánimo de lucro” y, en sucesivas comparecencias públicas y también en este documento, se ha considerado estratégico como proyecto de país.
El GOe (en inglés Gastronomy Open Ecosystem) se erigirá en Manteo. El Ayuntamiento de la ciudad, en manos de la coalición de PNV y PSE-EE, como el conjunto de las instituciones que hacen de mecenas, le ha cedido de modo gratuito 3.835 metros cuadrados. El Gobierno local confirmó que se le habían ofrecido también terrenos en Miramon o Illunbe. Se trata de una concesión por 75 años y se recalca que es “temporal” y que la entidad gestora “no podrá realizar ninguna operación jurídica con la parcela”. “Su uso está destinado únicamente al propósito acordado”, se incide en el documento enviado a la Cámara.
El coste total del GOe, cuyas obras han arrancado ya y terminarán previsiblemente en 2025, será de “aproximadamente 26,59 millones”. El Gobierno vasco aporta 18,59 millones de euros y la Diputación de Gipuzkoa otros 6. La fundación gestora pone 2 millones, el 7,52%. Las inversiones “comprenden el diseño, la construcción y el equipamiento” del nuevo recinto. El proyecto ha tenido cierta contestación social en una ciudad con elevados costes de vivienda y el propio BCC se ha reunido con los vecinos para explicarles que la fundación “tiene características más cercanas a lo público que a lo privado”, en palabras de Joxe Mari Aizega, director general del BCC.
En cuanto a EDA, sede especializada en bebidas y vino y conocida en inglés como Drinks & Wine Campus, confía en estar recibiendo estudiantes en 2026, está en una fase más retrasada. Recientemente se ha conocido que el Ayuntamiento de Vitoria le cederá una parcela. Es mucho más grande que la de Donostia, de 8.610 metros cuadrados. Está ubicada en la trasera de la nueva estación de autobuses, junto a la sede central del Gobierno vasco. De ella se destaca su buena conectividad y ubicación. Ha sido la alternativa mejor considerada de entre las que ofreció la ciudad. Eso sí, de EDA habrá una subsede en Laguardia, la capital de la comarca de la Rioja Alavesa y, por lo tanto, del sector vinícola. Allí el BCC dispondrá de otros 3.900 metros cuadrados. Esta vez son cedidos por la Diputación. La finca está pegada a la ya existente Casa del Vino. El Ayuntamiento de Laguardia, en manos del PNV en solitario, había planteado otras alternativas que no han terminado cuajando.
La Diputación también pone 6 millones de euros y el Gobierno vasco 9,1 millones, 0,6 ya abonados en 2023 y 8,5 en 2024. El BCC no aporta nada. Se da la circunstancia de que se estima en 14,5 millones el coste total cuando hay comprometidos 15,1. “La Fundación Basque Culinary Center se compromete a desarrollar ambos proyectos, GOe y EDA, y a lograr la autofinanciación de la actividad de ambos”, indica el Gobierno sobre los compromisos adquiridos por la entidad. Más en detalle, se añade: “El proyecto GOe se articula a través de la Fundación Basque Culinary Center porque se considera un vehículo adecuado para esta inversión, dado que es una fundación sin ánimo de lucro, declarada de utilidad pública, y adscrita al Gobierno vasco, que participa en su patronato, además de la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia”.
“Tras la puesta en marcha de los proyectos ambos tienen que financiarse y resultar sostenibles a través de su actividad. Al ser fundaciones sin ánimo de lucro declaradas de utilidad pública los beneficios se reinvertirán en la actividad y se materializarán en diferentes proyectos. La contribución de Basque Culinary Center desde el punto de vista económico y de posicionamiento como ecosistema de generación de empleo y consolidación del sector gastronómico es sólida, tal como demuestran los datos de actividad y proyección global de Basque Culinary Center”, señala la consejera Tapia.