Bilbao abraza la inteligencia artificial: algoritmos para contar personas y vehículos y una cámara contra incendios
A diferencia de Vitoria y de Donostia, la ciudad emplea ya una docena de herramientas que recopilan datos de manera masiva y que permiten diseñar cambios en el transporte público, evitar fugas de agua y hasta recomendar qué calle peatonalizar
A diferencia de Vitoria y Donostia, Bilbao ha abrazado la inteligencia artificial o, cuanto menos, el “análisis masivo de datos con técnicas de big data”. La ciudad emplea una docena de algoritmos para medir los flujos de personas en las calles contando las señales wifi activas o en los edificios municipales con cámaras inteligentes, incluyendo los usuarios de los centros deportivos. Hace lo mismo con los vehículos. También prueba unas cámaras en Artxanda para controlar los riesgos de incendio en toda la urbe. Y hace seguimiento “en tiempo real” de posibles averías en el suministro de agua. El Ayuntamiento analiza también con técnicas de este tipo posibles cambios en los autobuses urbanos (Bilbobus) o en la recogida de residuos, la posible instalación de puntos de recarga para coches eléctricos y hasta las calles que sería conveniente peatonalizar.
Bilbao, que no revela la identidad de las empresas que le han suministrado la tecnología, explica con detalle hasta doce aplicaciones de la inteligencia artificial o de los algoritmos en un informe enviado al Parlamento Vasco en los últimos días por la subdirectora municipal de Servicios Generales, Rosa Ana Yurrebaso, a instancias de la parlamentaria de EH Bildu Lore Martínez Axpe. Los mismos datos han sido solicitados a Vitoria y a Donostia pero han respondido que no emplean ningún sistema de esta naturaleza en la actualidad. La asociación de municipios Eudel, de su lado, ha indicado que no tiene capacidad para responder en nombre de los otros ayuntamientos más pequeños, casi 250.
En el caso de Bilbao, en la ciudad operan ya varios sistemas de “conteo”. En el relativo a la medición en los edificios municipales, el Ayuntamiento puntualiza que su objetivo es controlar los “aforos máximos”. Por el momento, usando cámaras de vídeo, “se lleva a cabo en todos los centros de distrito y en un polideportivo”, así como en las piscinas exteriores durante la temporada estival. En el recinto deportivo, se puede obtener información “pormenorizada” de “cada estancia”. “En ningún caso se hace análisis facial de las personas ni ningún otro tratamiento que implique la invasión de la privacidad o su caracterización en base a género, edad o rasgos especiales. Únicamente se cuentan personas que entran o salen”, precisa el Ayuntamiento.
Las imágenes de seguridad se almacenan 30 días pero el algoritmo del conteo no guarda los datos, simplemente los procesa, los emite y los borra. Admite el Ayuntamiento que el sistema a veces falla. “Puede darse el caso de que dos personas que entren muy juntas (incluso abrazados) sean contadas como una sola”, se explica. Otro algoritmo cruza los usuarios de instalaciones deportivas con variables sociodemográficas como la edad o el género, horarios, lugar de residencia y otros factores. Su busca ofrecer un servicio de calidad en un entorno de “15 minutos andando” fruto del análisis masivo de datos.
También “se analizan los flujos de personas por la ciudad en base a las señales identificadas por la red wifi”. Se trata de controlar movimientos entre barrios para implementar, por ejemplo, cambios en el transporte público. El “conteo” se extiende igualmente a “turismos, furgonetas, camiones y motocicletas”, así como a ciclistas. Es “para evaluar y adecuar las políticas de movilidad”, insiste el Ayuntamiento. Una herramienta trata de deducir, igualmente, dónde se bajan los usuarios de Bilbobus en función de sus hábitos, ya que se conoce la parada de subida por la cancelación pero no el final del trayecto. Precisamente los autobuses urbanos disponen de un “simulador” que permite “rediseñar” trayectos en función de la demanda o la velocidad de los vehículos buscando ofrecer una parada a cinco minutos del lugar de residencia. Otra 'máquina' estudia una calle concreta para determinar si es o no posible peatonalizarla. Analiza “características físicas de la vía, velocidad media, equipamientos, transporte público, zonas verdes, tránsito de vehículos, ejes comerciales o jerarquía de calles” .
En cuanto a los residuos, un algoritmo agrega consumo de agua, puntos de recogida, actividad comercial, pesaje de los camiones de la limpieza, meteorología y agenda de eventos. Con ello se hace un “análisis avanzado” para el “establecimiento de políticas que fomenten la reducción del residuo” e incrementen el reciclaje. Bilbao se apoya igualmente en grandes bases de datos para ampliar la red de puntos de recarga para coches eléctricos. Todos los sensores, llaves de paso y contadores de la red de suministro de agua están también monitorizados para detectar posibles fugas.
En fase de “prueba piloto” está un sistema de inteligencia artificial contra incendios. “El sistema recibe el flujo de una cámara ubicada en el monte Artxanda que realmente tiene una cámara real y una cámara termográfica. Ambas cámaras se van moviendo a la vez para sacar panorámicas completas de la ciudad, analizando el flujo de la cámara termográfica a fin de generar alarmas ante variaciones muy rápidas de temperatura que puedan implicar un incendio. Está actualmente en pruebas en BilbaoTIK y no ha sido transferido al área de Seguridad para su uso en un entorno real por los Bomberos de Bilbao. Puede ser especialmente útil en incendios nocturnos, cuando la diferencia termográfica es muy relevante. Su uso está pensado como ayuda y complemento al trabajo de los Bomberos para una identificación temprana de incendios que requiere siempre trabajo humano para descartar falsos positivos. El tiro de cámara impide identfiicar personas o actividades humanas que, como referencia, un objeto del tamaño de un coche es aproximadamente un pixel en la imagen”, se explica. ¿Qué son esos falsos positivos? Si el sol refleja en la ría o en un edificio de cristal, el algoritmo puede interpretarlo como una alerta. De ahí que siempre habrá una “persona responsable” descartando los avisos.
El “datacenter” municipal de Bilbao es donde se almacenan todos estos datos, que están en monitorización “continua” por parte de organismos públicos como BilbaoTIK. Solamente algunos conteos en Bilbobus o de vehículos pasan también a los servidores del “proveedor” de la tecnología.
Diputación de Gipuzkoa: designación de árbitros
La Diputación de Gipuzkoa también ha explicado ante el Parlamento que ha empezado a emplear algoritmos. Desde noviembre, es decir, desde hace apenas unos días, tiene “asistentes de IA” para labores de valoración de dependencia, por ejemplo. Es un “pilotaje” pero que de momento arroja porcentajes de predicción por encima del 90%, según se explica en un informe firmado por la propia diputada general, Eider Mendoza.
Gipuzkoa también dispone de herramientas para combatir el fraude en Hacienda con búsquedas de DNI o CIF en bases de datos como el BOE o similares. Explica la entidad foral que tienen un porcentaje de acierto de en torno al 90%. También se estrenaron en noviembre. Asimismo, desde septiembre se maneja un robot para ayudar al técnico de la Federación Guipuzcoana de Baloncesto a realizar “de forma más ágil, precisa y económica” las designaciones de árbitros para los partidos. Reduce el trabajo entre un 30% y un 60%.