Miles de usuarios de Bilbobus se han visto afectados este lunes por la primera de las huelgas parciales convocadas por los trabajadores del servicio municipal de transporte de la capital bilbaína en defensa de su convenio y de condiciones laborales “dignas”. Los trabajadores han parado este lunes entre las 7.00 horas y las 11.00 de la mañana y entre las 17.00 y las 21.00 horas de la tarde, franjas en las que la huelga se ha secundado por el 100% de la plantilla, y sólo han circulado el 30% de los autobuses dentro de los servicios mínimos decretados por el Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco. Los paros se repetirán los días 2, 6, 16, 22 , 27 y 29 de noviembre y el 4 y 12 de diciembre, todas ellos de forma parcial, mientras que el 21 de diciembre está convocada una huelga de 24 horas coincidiendo con el mercado de Santo Tomás, un día de especial afluencia de gente al centro de Bilbao y en el que se baten récord de uso del transporte público. El año pasado fue la plantilla de Bizkaibus, los autocares forales, la que paró coincidiendo con ese día.
“Puede ser sólo el principio de las movilizaciones si no hay negociación”, dice el presidente del comité de empresa José Fernández. “Hace tiempo que lo venimos advirtiendo”, recuerda. De hecho, no se trata de un conflicto nuevo. Los trabajadores se quejan de que la empresa Biobide, concesionaria del servicio de Bilbobus, no negocia un nuevo convenio “ni cumple el actual que está prorrogado”. “Las tablas salariales llevan sin actualizarse dos años”, señala Fernández.
El convenio actual se firmó para los años entre 2018 a 2021, con una cláusula de ultraactividad en el que caso de no haber suscrito uno nuevo. “El problema está en que no se cumple el convenio actual y los trabajadores seguimos sin que se nos reconozca la subida de los salarios desde hace dos años”. Según señala el presidente del comité, la empresa se escuda en que “el contrato suscrito con el ayuntamiento para hacerse con el transporte municipal no da para más”. Una máxima que es habitual en conflictos de empresas que son concesionarias de algún servicio público y que justifican la falta de fondos para hacer frente a las reivindicaciones de los trabajadores en el que la financiación que reciben de la institución pública no permite hacer frente a las exigencias de la plantilla. En el caso de Bilbobus, la empresa argumenta, según los sindicatos, que el contrato con el ayuntamiento no cubriría el incremento salarial que se corresponde con la subida del IPC en los dos últimos años. Es decir cubría unas subidas salariales en función de unos ratios que están superados por la fuerte subida del IPC. “Ese no puede ser nuestro problema, la empresa tendrá que solventarlo con el Ayuntamiento si tiene un problema con el contrato, pero no puede ser que nosotros paguemos esta situación”, señala el presidente del comité.
Los trabajadores también tienen discrepancias sobre cómo se les debe pagar las bajas laborales. Exigen que se pague el cien por cien del salario en el caso de incapacidad temporal, “como figura en el convenio”, pero la empresa desde el mes de julio les está descontando el 75% de las pagas extras acogiéndose a una sentencia individual que descontaba a un trabajador el 75% de estas pagas. “Una sentencia individual la aplica a toda la plantilla incumpliendo el convenio”, afirma José Fernández.
También denuncian los trabajadores que no se está cumpliendo el convenio en lo que se refiere a contrataciones, ya que a contratados al 60% de la jornada no se les está permitiendo el acceso a la jornada completa.
El comité de Bilbobus, en el que UGT tiene la mayoría con cinco delegados, está constituido también por ELA, con tres, CCOO con otros tres, y LAB, ESK y USO con dos delegados cada uno, que han tomado todas las decisiones de ir al conflicto en unidad de acción y por unanimidad.
Fuentes de la empresa han declinado hacer una valoración de forma oficial sobre las reivindicaciones sindicales o sobre el contrato suscrito con el Ayuntamiento, argumentando que tienen abierta la negociación con las centrales desde 2022, un periodo en el que se han realizado siete reuniones.
Biobide es la concesionaria del servicio de transportes municipal de autobuses de Bilbao desde 2012 cuando se hizo cargo del contrato hasta entonces en manos de Veolia. En 2019 volvió a hacerse con la concesión por otros diez años, hasta 2029, por algo de más de 425 millones de euros distribuidos a la largo de los diez años de vigencia, de manera específica para cada año: 16,17 millones para 2019; 36,17 millones en 2020; 38,17 en 2021; 39,12 en 2022; 40,33 en 2023,;41,4 en próximo año; 43,57 millones en 2026; 43,95 en 2027; 45,04 en 2018 y 38.70 millones en 2029, último año de contrato. Fue la única empresas que se presentó a la licitación.
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