Visionaria, creativa, escritora, investigadora. Expansiva, exploro ámbitos diversos y los traduzco en actividades de marketing y dinamización. Levanto piedras para encontrar nuevas especies y a veces, acabo metiendo la pata en su huella. Entre patrones, tacones, pasiones y fogones me muevo como pez en agua. La pluralidad en el gusto, mi bandera de maitines.
Respuesta a Begoña: qué hacer en Donostia por San Valentín
Querida Begoña, no te imaginas lo que agradezco tus palabras y que me leas en esta columna. Muchísimas gracias por escribirme. No quiero liarme. Voy a ser breve, e ir al grano. La verdad es que no pensaba hablar de San Valentín, fecha algo frívola y para muchos, celebración impuesta. Pero ya que me lo pides, y es la primera vez que me sucede desde que escribo 'Bahía Entusiasmo', no puedo no hacerlo.
Me comentabas en tu mail que estás algo más que aburrida y harta de que el día de los enamorados sea un día de paseo, peli, cenas, o escapadas al monte… Y aunque para este año ya vamos tarde, me preguntabas, a mí que se supone estoy al día de lo que se cuece, qué otras cosas se me ocurrían para hacer en Donostia por San Valentín. Me pedías, eso sí, que no fuese algo ñoño ni tradicional. Menudo reto, guapa. Teniendo en cuenta que ya habéis ido a spas, visitado estrellas Michelín, y realizado viajes románticos en la montaña rusa de Igeldo, no me lo pones muy fácil.
Así que voy a tirarme a la piscina, y te lanzo un órdago a la grande, a ver qué te parece: no sé si lo habías considerado, pero Donostia es ideal para caminar por el lado más salvaje de la vida. Me explico. Aunque no lo parezca, hay una oferta de actividades de riesgo que son realmente suculentas, si bien no se les da apenas difusión. Te hablo de actividades, para algunos, consideradas feroces, como tirarse en parapente. En la city hay un par de empresas que lo ofrecen. Puedes arrojarte al vacío, pegada a un monitor, desde lo alto de los montes de Donostialdea y alrededores por poco más de 50 euros. ¿Te gusta la adrenalina? Hacerlo en pareja puede ser todo un planazo.
En esta línea deportiva, y algo más light, también podéis hacer una clase de Stand Up Paddle. Se trata de esa modalidad de surf en la que vas de pié en la tabla y te impulsas con un remo. Si eres de las que nunca entras hasta el fondo de la bahía, esto te puede gustar. Con la tabla se llega hasta lo hondo (si te gusta y coges práctica, la cosa se pone interesante pasando de playa a playa, aunque eso ya con el tiempo y una caña…). La clase es realmente económica, sólo diez euros, y si te gustan las aguas profundas, la experiencia es genial. Eso sí. Recuerda que ahora, con las corrientes, el mar está asilvestrado, y las mareas traen de todo. Así que no te aseguro que no te encuentres un delfín muerto (o cualquier otra cosa), como los dos que han aparecido en semanas anteriores. El mar es inescrutable…
Y si el deporte no es lo vuestro, hay otras cosas que podéis hacer, ya en plan pareja total, y mucho más subiditas de tono. No sé si los conoces, pero para lo pequeño que es San Sebastián, hay bastantes sex-shops ¡llenos de actividades, además! Si hija, sí. Lo de 'Vaya Semanita', que en Euskadi no se moja, es un sketch en el que no se debería incluir San Sebastián… A bote pronto, que yo conozca, hay cuatro sex-shops, casi uno por cada dos barrios de la ciudad (Gros, Parte vieja, Antiguo y Amara). El de la Parte Vieja y Amara (que son la misma empresa) son famosos por sus proyectos de educación sexual, por sus dinámicas especiales para parejas, y por realizar encuentros de cruising ¿Sorprendida? Pues sí, querida. San Sebastián tiene una oferta ideal para el desarrollo de tu vida sexual. Ahí dejo eso…
Y es que no es la primera vez que lo digo: Donostia, al final, es una ciudad de puerto, abierta al mar, y su gente, aunque no se quiera reconocer, tiene la marca de las olas y su fuerza. Que te no eclipsen los collares de perlas. Cuando se cierra la puerta, Donostia arde.
¿Alguna de las ideas te ha gustado? No dejes de contarme aquello que decidas hacer para el año que viene (o en breve, si es que así lo decides). Eso sí, según la actividad, puedes ahorrarte los detalles. Un abrazo.
Querida Begoña, no te imaginas lo que agradezco tus palabras y que me leas en esta columna. Muchísimas gracias por escribirme. No quiero liarme. Voy a ser breve, e ir al grano. La verdad es que no pensaba hablar de San Valentín, fecha algo frívola y para muchos, celebración impuesta. Pero ya que me lo pides, y es la primera vez que me sucede desde que escribo 'Bahía Entusiasmo', no puedo no hacerlo.
Me comentabas en tu mail que estás algo más que aburrida y harta de que el día de los enamorados sea un día de paseo, peli, cenas, o escapadas al monte… Y aunque para este año ya vamos tarde, me preguntabas, a mí que se supone estoy al día de lo que se cuece, qué otras cosas se me ocurrían para hacer en Donostia por San Valentín. Me pedías, eso sí, que no fuese algo ñoño ni tradicional. Menudo reto, guapa. Teniendo en cuenta que ya habéis ido a spas, visitado estrellas Michelín, y realizado viajes románticos en la montaña rusa de Igeldo, no me lo pones muy fácil.