Blogs Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Aeropuerto de Euskadi

Si hay algo que toca la fibra de vizcaínos, alaveses y gupuzcoanos son sus aeropuertos. El provincianismo salta como si se tratara de una gran ofensa a la familia. Vitoria alardea de las mejores instalaciones técnicas, San Sebastián de ser estratégico y Bilbao de ser Bilbao. La verdad es que se trata de un debate estéril. Los aeropuertos en España han sido y son un tema polémico, los hay incluso cerrados y sin inaugurar. Cada ciudad debía contar con el suyo fuera o no necesario. En época de bonanza nada parecía mal pero en tiempo de recortes nada es igual.

Hace tiempo que tengo una teoría que, por supuesto, no gustará a casi nadie. El País Vasco es un territorio pequeño, muy pequeño, con tres aeropuertos y otros en territorios contiguos a poca distancia. Foronda, el aeropuerto de carga que ya no abre 24 horas y que siempre ansía viajeros. Loiu, el aerpuerto de cabecera. Hondarribia, a pocos kilómetros de Biarritz, y en un entorno complicado.

Mi propuesta pasa por hacer un único aeródromo con dos terminales. Y aquí empieza la polémica. Hondarribia es de imposible crecimiento y de escasa rentabilidad y los ciudadanos de Gipuzkoa pueden ir en una hora a cualquiera de los territorios vecinos. Esto quiere decir que apuesto por el cierre de esta instalación porque no tiene sentido social ni sentido económico.

Al nuevo aeropuerto me daría igual llamarle Euskadi o Bilbao, pero debería tener dos terminales, Foronda y Loiu. La primera permite conexiones transoceánicas y mantener su perfil carguero. Es un complemento perfecto de Loiu. No nos engañemos, Bilbao es la referencia de Euskadi y la cooperación sería un éxito para ambas partes. Conectar ambas terminales por carretera es cosa sencilla y barata. La decisión descansa en Aena y es tan grande el ruido político, o mejor provinciano, que se puede producir que no se tomará y seguiremos mareando la perdiz.

Si hay algo que toca la fibra de vizcaínos, alaveses y gupuzcoanos son sus aeropuertos. El provincianismo salta como si se tratara de una gran ofensa a la familia. Vitoria alardea de las mejores instalaciones técnicas, San Sebastián de ser estratégico y Bilbao de ser Bilbao. La verdad es que se trata de un debate estéril. Los aeropuertos en España han sido y son un tema polémico, los hay incluso cerrados y sin inaugurar. Cada ciudad debía contar con el suyo fuera o no necesario. En época de bonanza nada parecía mal pero en tiempo de recortes nada es igual.

Hace tiempo que tengo una teoría que, por supuesto, no gustará a casi nadie. El País Vasco es un territorio pequeño, muy pequeño, con tres aeropuertos y otros en territorios contiguos a poca distancia. Foronda, el aeropuerto de carga que ya no abre 24 horas y que siempre ansía viajeros. Loiu, el aerpuerto de cabecera. Hondarribia, a pocos kilómetros de Biarritz, y en un entorno complicado.