Blogs Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

Marmotas

Las marmotas nos producen un doble efecto, sueño y repetición. Este último gracias a la película 'El día de la marmota'. La vuelta del verano parece que se presenta igual que el principio, bastante aburrido. La única novedad es Gibraltar, donde haya o no razones, que siempre las hay, me deja un regusto amargo a la guerra del Perejil. Un par de ejemplos.

Bárcenas. Nada nuevo bajo el sol. Solo que no me gustaría que se llamara Caso Bárcenas. Debería llamarse Caso PP. Focalizar todo en el personaje que durante tanto años llevó las cuentas populares desvía el tiro. El hombre en cuestión parece que es un chorizo hasta para los mandatarios populares, pero lo grave es que durante tantos años, haya habido sobresueldos o no, este sujeto haya podido actuar de forma impune y hacer y deshacer en el partido que hoy gobierna España.

¿Aunque sea por falta de celo en la vigilancia del aparente chorizo, habrá algún dirigente popular que asuma alguna responsabilidad? No podemos construir un país sobre la vía penal. Hay más responsabilidades que las penales, las políticas. No hablo de dimitir por tener una amante oculta, como pasa en otras democracias, pero sí por recibir dinero sucio para la fiesta de comunión del niño aunque no lo supiera, o por no enterarse, si es así, de que se roba utilizando las siglas del partido. Es tan obvio que resulta insultante que parezca un desacato a la autoridad solamente decir estas simplezas.

No me vale la excusa de que España necesita estabilidad. España necesita honradez por todos los costados y necesita parecer honrada. Defiendo que hay mucha gente honrada y honesta en el servicio público y toda esta mierda les hace un flaco favor. No menciono los ERE andaluces no porque no me parezcan otro desatino, sino porque su trascendencia política no es similar a la del Caso Bárcenas.

Es la hora de asumir responsabilidades políticas porque los gobernantes serán castigados porque el gobierno debe ser del pueblo y para el pueblo. Puede parecer simple, pero no lo es. Es la esencia del sistema que exige transparencia en la financiación con normas claras. Hace ya tiempo que se investiga sin piedad la doble contabilidad de las empresas, donde su reglas de financiación y contabilidad son claras y las consecuencias penales o no también. La financiación de los partidos ha sido y es el agujero negro de nuestra democracia y nadie lo quiere cambiar.

Hay tres posibilidades de sistemas de financiación sumadas a las cuotas de los militantes: público puro, privado o mixto. Cualquiera es válido pero con reglas claras. Cada ciudadano debería conocer de forma automática, transparente e inmediata los ingresos de cada partido y sus gastos. Tanto los públicos como las donaciones empresariales. Si hay una corporación empresarial que apoya a un partido que se sepa cuándo y cómo. Eso es transparencia. Lo demás camuflaje.

Primarias en el PSOE. ¿Por qué y para qué? Parece el cuento de nunca acabar. Hacer primarias parece una buena idea pero se está haciendo interminable. ¿Servirán para algo? El presidente Zapatero nunca estuvo entre mis socialistas favoritos, pero hay una serie de cosas que hizo bien. Recuerdo dos: el matrimonio homosexual y la Ley de Dependencia. Nada ya se recuerda. Sus dos últimos años y la tardanza en reaccionar ante la que nos venía encima le ha llevado a ser recordado como el culpable de todos los males. Es simple pero es así.

Es cierto, que cuando en algún momento se salga de la crisis, que se saldrá, mejorara la estima de los políticos, pero va a costar. Las primarias podrían servir de mecanismo de reforma si están bien hechas y si se hacen ya. Primero llega la conferencia política y luego veremos si son primarias o qué son y quién participa. No voy a hablar de Alfredo Pérez Rubalcaba porque sencillamente, independientemente de mis estimas personales o no, ya no es el futuro. Su tiempo ha pasado.

¿Cómo van a ser esas primarias? ¿Van a ser abiertas a simpatizantes? Esa promesa la hemos oído, pero estoy seguro que da un poco de miedo. Unas primarias abiertas al voto popular pueden descubrir sorpresas que no gusten a los aparatos. No olvidemos que unas controladas por el aparato auparon a Josep Borrell a candidato contra el criterio del secretario general, Joaquín Almunia, quien le apartó finalmente de la candidatura a presidente de gobierno para luego fracasar estrepitosamente en las urnas.

Les propongo un sistema a doble vuelta. Candidaturas libres con un número de apoyos previos en el partido en las que puedan votar todos aquellos ciudadanos que se registren. Los tres o dos mejores colocados pasan a una segunda vuelta en la que votan solo los militantes; lo que deja cierto margen al partido y sus aparatos. Es un solo una propuesta. Habrá a quién les sepa a poco, pero les aseguro que para muchos será un exceso.

Hacer unas primarias trampa o cautivas solamente, servirá para denigrar más a los partidos y para alejar más y más a los socialistas de sus potenciales votantes.

Las marmotas nos producen un doble efecto, sueño y repetición. Este último gracias a la película 'El día de la marmota'. La vuelta del verano parece que se presenta igual que el principio, bastante aburrido. La única novedad es Gibraltar, donde haya o no razones, que siempre las hay, me deja un regusto amargo a la guerra del Perejil. Un par de ejemplos.

Bárcenas. Nada nuevo bajo el sol. Solo que no me gustaría que se llamara Caso Bárcenas. Debería llamarse Caso PP. Focalizar todo en el personaje que durante tanto años llevó las cuentas populares desvía el tiro. El hombre en cuestión parece que es un chorizo hasta para los mandatarios populares, pero lo grave es que durante tantos años, haya habido sobresueldos o no, este sujeto haya podido actuar de forma impune y hacer y deshacer en el partido que hoy gobierna España.