Soy Dani Álvarez, presento y dirijo cada mañana Boulevard en Radio Euskadi entre las 6 y las 10 de la mañana. A los 12 años escuché por primera vez a Iron Maiden y me dije “esto es lo mío”. Desde los 22 busco y cuento noticias, y a todas horas escucho Metal. He entrevistado a más lehendakaris (5) que veces he visto a Metallica o he ido a Wacken (4). Decir más sería reiterativo.
Crítica de “Metal resistance” de BabyMetal 7’5/10
Probablemente te suceda como a mí, y aún estés algo desconcertado ante el fenómeno BabyMetal. Admito que aún me hace falta algo de tiempo de digestión para adaptarme a esta avalancha sónica y audiovisual. Recordemos que dentro del Heavy Metal, aún hoy, todo aquello que no sean grupos compuestos por cinco hombres blancos y melenudos sobre el escenario contiene un toque de novedad e incluso exotismo. Si en lugar de hombres son mujeres menores de edad, las normas se derrumban, y la mayoría de metaleros se ponen en guardia. Jamás aceptarán engaños o la modificación de los principios del catecismo.
BabyMetal son un fenómeno de masas en su Japón natal y en buena parte de Asia, pero también en varios países europeos, sobre todo Reino Unido y Alemania, y empiezan a serlo en los Estados Unidos. Un número nada despreciable de estrellas con muchos galones de Metal en su solapa han mostrado su reconocimiento y admiración a estas tres jóvenes y su banda (Rob Halford, Marty Friedman, etc), seguramente sabedores de que si no se suben a esta ola, probablemente les acabará pasando por encima. En definitiva, si eres de los que te las sigues tomando a broma, es que o no les has prestado la atención suficiente, o te asustan los cambios.
¿Es sencillo definir su propuesta? Para nada. Como siempre que aparece algo distinto, las etiquetas no sirven. Quizás Heavy Metal de dibujos animados podría servirnos para aproximarnos a una música de fantasía. Su-Metal, YuiMetal y MoaMetal son los tres rostros visibles de la formación. Con apenas 17 años es insultante el nivel vocal que muestran tanto en directo como en estudio, y la profesionalidad con la que suenan y despliegan un espectáculo visual que no tiene demasiadas comparaciones en el Metal, aunque sí en el Pop o en la música de base electrónica. Tres guitarristas, dos baterías y un bajista construyen un discurso sónico que a veces es Metal moderno, otras Speed Metal, otras industrial, pero siempre es coherente y lógico.
“Metal resistance” es su segundo trabajo, y se trataba de un reto enorme: demostrar que no son flor de un día ni una chispa pasajera. Prueba superada. Con creces. BabyMetal es algo colosal, rompedor, extremo, cautivador. Un lavado de cara en toda regla para el Heavy Metal, absolutamente desafiante, hecho por mujeres y además con aspecto de niñas cantando en japonés. Entran como una apisonadora en un terreno conservador y claro, a algunos les han temblado las canillas. Pues que se prepare la casta metalera porque a estas tres guerreras no parece que las vaya a parar ninguna bromita ni ningún espinilloso melenudo de los que se dedican a poner verde a todo lo que suene distinto en foros de Internet que sólo leen los amargados de siempre.
La colaboración con Sam Totman y Herman Li (Dragonforce) abre el disco en “Road of resistance”, con un riff heavy que enseguida coge una velocidad supersónica. Dragonforce y BabyMetal conforman una sociedad muy coherente (“Amore” es otro ejemplo). A partir de ahí, a veces se pueden aproximar a Rammstein, otras a Linkin Park (“Awadama fever”), a Five finger death punch (“GJ!”), System of a down y, por supuesto, a otras referencias clásicas de nuestro catálogo, pero cantadas por tres chicas adolescentes, así que el cóctel es desconcertante. Hay canciones realmente colosales como el single “Karate” o “Yava!”, pero lo más importante es que el conjunto obedece a mismo relato.
No hay nada ya en BabyMetal que debas tomarte a broma o como un truco de marketing. Estas mujercitas están aquí y tienen una misión. Creo que en poco tiempo miles y miles de fans seguirán cayendo en la cuenta de que no son algo ridículo. Al contrario, ahí es donde corren el riesgo de caer aquellos que conducen al Rock duro a una zona de confort cuyos códigos discursivos no han variado desde el primer disco de Black Sabbath. Esta es tu opción: o con ellas o contra ellas. Si te unes a su tribu, en “Metal resistance” tendrás un excelente aliado para acabar con la monotonía.
Probablemente te suceda como a mí, y aún estés algo desconcertado ante el fenómeno BabyMetal. Admito que aún me hace falta algo de tiempo de digestión para adaptarme a esta avalancha sónica y audiovisual. Recordemos que dentro del Heavy Metal, aún hoy, todo aquello que no sean grupos compuestos por cinco hombres blancos y melenudos sobre el escenario contiene un toque de novedad e incluso exotismo. Si en lugar de hombres son mujeres menores de edad, las normas se derrumban, y la mayoría de metaleros se ponen en guardia. Jamás aceptarán engaños o la modificación de los principios del catecismo.
BabyMetal son un fenómeno de masas en su Japón natal y en buena parte de Asia, pero también en varios países europeos, sobre todo Reino Unido y Alemania, y empiezan a serlo en los Estados Unidos. Un número nada despreciable de estrellas con muchos galones de Metal en su solapa han mostrado su reconocimiento y admiración a estas tres jóvenes y su banda (Rob Halford, Marty Friedman, etc), seguramente sabedores de que si no se suben a esta ola, probablemente les acabará pasando por encima. En definitiva, si eres de los que te las sigues tomando a broma, es que o no les has prestado la atención suficiente, o te asustan los cambios.