Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Ah, era el sorpasso (pues haberlo dicho antes)
Ahora parece que se va entendiendo todo esto un poco más. Qué ilusos, y qué idiotas sobre todo, quienes en algún momento creímos que se trataba de otra cosa, de aprovechar un resultado electoral desde luego no óptimo, pero sí viable para desapalancar al PP y abrir, aunque fuera durante unos meses y a media altura, las ventanas del país.
Pues no. Se trataba de buscar una segunda vuelta donde, una vez comprobado que Podemos por sí mismo no da mucho más de sí, y comprobado que las mareas marean que da gusto, buscar el caladero electoral de IU como atún hambriento. Se lo dejaron de postre el 20D porque les pareció pecata minuta ante el atracón que se iban a dar y cuando han visto que los cielos están pelín más lejos de lo previsto es cuando se acuerdan del manjar que dejaron en la nevera “para por si acaso”.
No es despreciable en absoluto. Primero porque fue cerca del millón de votos y porque la “nube de puntos” que decía Alfonso Guerra cuando se refería a todas las encuestas, parece que auguran algo más (a costa de los morados precisamente). Segundo porque así se lava bien a fondo al imagen que el PSOE ya les está empezando a fabricar de destructores de la izquierda. Por eso no extraña que, a diferencia de lo que ocurrió cuando Iglesias casi se parte de la risa cuando IU quiso migas en la pasada campaña, ahora Echenique dice que lo que quieran y Monedero hasta les da nombre. Por bendiciones no será, porque incluso la prensa adicta ya se las ha dado.
Sin embargo, hay dos aspectos de esta “confluencia” a mi juicio que deberían ponderarse. Uno tiene que ver con IU misma: ¿realmente es interesante ahora esa alianza? En principio se diría que sí, porque es obvio que las posibilidades de traducir en escaños de izquierda el voto de IU aumentan exponencialmente. Pero pensémoslo con calma porque si la previsión, a poco que la campaña se haga de manera inteligente, es que se pase de dos a seis o siete diputados, es decir, con grupo propio, creo que la cosa cambia. Lo hace en el sentido de que ante un imprevisible pero no imposible escenario de un gobierno por la izquierda IU tendría mucho que decir y que influir. Esos diputados diluidos entre los de Podemos (pongamos, setenta y cinco) pintarían bien poco. Fuera de Podemos contaríamos con una IU con capacidad decisoria propia, sin ataduras a los mareos de las mareas y de los nacionalistas catalanes y vascos de Podemos poniendo el carro del derecho a decidir antes que los bueyes de las políticas sociales y de las reformas constitucionales. Casi darían ganas de votarles.
El segundo aspecto tiene que ver con Podemos y con el PSOE. Debo ser yo que no me estoy enterando pero ¿no se trataba de sacar al PP y de formar un gobierno de progreso? Por parte del PSOE poca idea al respecto parece haber cuando todo apunta a que irá lastrado por el pacto que firmó con Ciudadanos hasta las urnas del 26J. Ciudadanos feliz, claro, porque le deja en una situación inmejorable para hacerse con el voto centrista y Susana Díaz y los “madriles” más porque podrán recoger del suelo los restos que queden del PSOE de Sánchez. Lo suyo sigue siendo la política pequeña, la de partido, la del canallismo interno. Tendrán el PSOE que se merecen si consiguen su objetivo.
Pero ¿y por parte de Podemos? ¿Realmente es interesante la colaboración con el sector más carcúndico del PSOE para que eso pase? Basta repasar los comentarios de la peña en la prensa adicta para ver los botes de alegría que da ante la “pasoquización” del PSOE. Es el sorpasso lo que cuenta, es el objetivo. Nos cepillamos al PSOE y nos colocamos como primera fuerza de la izquierda. Objetivo cumplido y líder consagrado. Perfecto… pero sobre todo para el PP que al día siguiente formará gobierno con C’s y no desdeñará ya el apoyo de PNV o quien pase por allá dispuesto a recoger dividendos, el mismo Puigdemont dentro de un añito o dos, ya sin Rajoy. Podemos puede ir olvidándose de que sos restos “pasoquizados” del PSOE tengan jamás la más mínima intención de ir con ellos ni al baño, al contrario, con Susana o similar al mando irá más bien tirando hacia el otro lado. Podemos puede soñar, efectivamente ¿ochenta? ¿noventa? ¿ciento veinte diputados? Es para excitarse, ciertamente.Pero no sirve más que para ser oposición, la eterna oposición. Pablo Iglesias, Echenique, Errejón envejecerán (sí, Errejón también) siendo los pepitos grillos del Congreso. Nos harán indignarnos a veces ante las políticas merkelianas que nos esperan y seguro que nos harán reír muchas, porque ocurrentes sí son. Iglesias seguirá levantando el puño como si fuera el primer comunista que pisa el Congreso. Y esto será todo, amigos.
Ahora parece que se va entendiendo todo esto un poco más. Qué ilusos, y qué idiotas sobre todo, quienes en algún momento creímos que se trataba de otra cosa, de aprovechar un resultado electoral desde luego no óptimo, pero sí viable para desapalancar al PP y abrir, aunque fuera durante unos meses y a media altura, las ventanas del país.
Pues no. Se trataba de buscar una segunda vuelta donde, una vez comprobado que Podemos por sí mismo no da mucho más de sí, y comprobado que las mareas marean que da gusto, buscar el caladero electoral de IU como atún hambriento. Se lo dejaron de postre el 20D porque les pareció pecata minuta ante el atracón que se iban a dar y cuando han visto que los cielos están pelín más lejos de lo previsto es cuando se acuerdan del manjar que dejaron en la nevera “para por si acaso”.