Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Y, al final, el problema va a ser que el PNV es del siglo pasado…
En mi anterior artículo, y entre otras cosas, hacía referencia a la última ocurrencia del presidente del EBB de EAJ-PNV: convertir al PNV en un “partido digital” pero “eso”, además de ser un curioso titular o un simple brindis al sol, hace falta explicarlo, desarrollarlo, y, sobre todo, implementarlo.
Euzko Alderdi Jeltzalea, el Partido Nacionalista Vasco, cumplirá el año que viene nada menos que 130 años. Su origen no es del siglo pasado sino del anterior. Todo un mérito en los tiempos Kleenex que hemos vivido con Ciudadanos, UPyD y hasta Podemos o Sumar que, como en Barrio Sésamo, desaparecieron en un pispás. Pero el venerable Partido sigue como Johnnie Walker, aquel whisky que nació en 1853 y sigue hoy tan campante. O por lo menos eso era así y ni el dictador Franco, ni Mayor Oreja, habían podido con él, pero hete aquí que la hija de un capitán de la Marina Mercante puede hacer que el barco encalle. De hecho, ya ha embarrancado en un acantilado lleno de urnas.
Digo esto porque, como gran proyecto de modernización del instrumento inventado por Sabino Arana, la señora Atutxa llegó a decir que los Reglamentos internos son del siglo pasado. Ella, que lleva 12 años en el machito, al parecer no es del siglo pasado y no tiene responsabilidad alguna en el contrastable desastre electoral sufrido por las pérdidas -sí, curiosamente- desde las elecciones del Athletic Club hasta la actualidad y, encima, pone los ojos en blanco y dice que “la cadena no se rompe” confundiendo una cadena histórica con los tornillos que utiliza para fijarse a la férrea silla ejecutiva del tercer piso de Sabin Etxea. Y para justificarlo dice que es así porque es hija de capitán. Como se ve, para este sagrado ministerio no importa que su señor padre naciera antes de la mitad de pasado siglo.
Me explico: Sin ir más lejos, Itxaso Atutxa llega a reconocer que la estructura interna del PNV es “de la segunda mitad del siglo pasado” y que tendrán que “adecuarla”. Por otra parte, la presidenta del Bizkai Buru Batzar no cree que las bases del PNV se hayan desactivado, y achaca los últimos resultados electorales del Partido, entre otros aspectos, al “desgaste de más de 40 años en los gobiernos”. Humo líquido o gaseoso en toda regla ya que, en los últimos y diferentes comicios, hemos visto como nada de esto afecta a su tradicional socio en la gobernanza (el PSOE). De parecida manera, observamos que todo ese argumentario justificativo de la (bi)polarización o el de la baja participación (abstención) tampoco parece afectarle a EH Bildu.
Como ella, yo también sigo. Yo, puntualmente por ahora, desde fuera dando guerra con mi txinbera y ella con su cañón Berta y con su dedo de oro, algo más grueso por el trabajo que da el dedazo continuo, una vez para enviar a los infiernos a los desobedientes, como mi persona, y otro para designar a troche y moche amigos y amigas del alma. Por lo menos es lo que vemos en Facebook todos los días. Gente guapa sonriendo y bebiendo kalimotxo. Ante eso, mi trabajo de pájaro carpintero es ir señalando grietas en el gran Batzoki para que se corrijan, y ella con pico y pala abriéndolas junto con su mano derecha, la Comisaria-Burukide Miren Sacristán Araneta, perdón, Miren Araneta Sacristán, ya que cambió el orden de sus apellidos porque, al parecer, apellidarse Sacristán no da tono en una burukide que quiere ser por lo menos párroca y, como hizo en su Batzoki de Larrazabal hace unas semanas, anunciar ante la “aterrorizada” audiencia que no se irá de su puesto sin pasar a varios por los Tribunales internos como una moderna Robespierre. Tengan cuidado pues es una burukide intimidante que no se caracteriza por ser Blancanieves sino, más bien, la madrastra del cuento. Hay otros ejemplos en diversas Organizaciones Municipales en las que logran acallar la normal discrepancia con el infierno de esos “tribunalcitos” internos compuestos por gentes del estilo de los magistrados conservadores del CGPJ. Quien discrepe, a la puñetera calle .¿A dónde vamos a parar si no?
Es una pena que la señora Atutxa no sepa, siendo la primera dama bizkaina, que los Reglamentos de 1977 se renovaron en Zestoa en 1987 (tras la escisión de 1986). Y que se cambiaron de arriba abajo, y que esos, tan decrépitos Reglamentos tenían algo tan moderno como, por ejemplo, lo de los 33 años en el cargo del señor Egibar in adversa, o sea, la imposibilidad de la no reelección consecutiva. Algo chupiguay para evitar que, como en ese caso, la hija del “Capi”, como le llamaban en el Batzoki de Indautxu, se eternice, encalle el trasatlántico y siga poniendo amigos de la casa en puestos clave, tal y como acaba de hacer con el no cualificado (pero buen kolegui) y gran animador sociocultural, señor Iturrate, para que gobierne el otro gran barco de Bizkaia como lo es el Palacio Euskalduna, o dando el visto bueno al acceso de un exconsejero como “asesor de cosas” de la Diputada general de Bizkaia, antigua alumna y antigua subordinada de alguien que no sabe o no quiere volver a su puesto de funcionario o, sencillamente, a su casa. Su nefasta gestión en la nunca conocida conflictividad en la Ertzaintza hubiese sido buen motivo para que se dedicase, a tiempo completo, al montañismo. Pero, no hay manera pese a que, hasta públicamente, la propia señora Atutxa reconoció que, tras una “escucha activa” (de Aliexpress, o algo así) habían percibido que la sociedad detectaba “prácticas de amiguismo” y que tomaban buena nota. Como estamos viendo (y presenciando), debe ser que las notas que toman las deben apuntar en una barra de hielo.
Volviendo a la señora Atutxa, nada menos que doce años seguidos mandando, que no gobernando, y dejando herencias como las de Gernika, Mundaka o Plentzia (sin olvidarnos de Getxo), con capacidad para designar a dedo los diputados y al portavoz en Madrid, al que tiene especial aprecio, no deben ser suficientes y ahora, como su amigo el señor Ortuzar, ha descubierto el bálsamo de Fierabrás con la fórmula mágica referente a que los cargos internos son obligatorios. ¡Qué gran verdad! Pero con una pequeña trampita como lo es la de la reelección eterna: Lo dicho… Es verdad, pero solo es obligatorio una vez. No cuatro veces… Solo una. Y Hasta lo puedo deletrear: U-N-A.
En San Mamés hablando con un seguidor vasco-mexicano me decía que está el EAJ-PNV como PRI mexicano, un “Partido-Estado”, cuyo lema es “Sufragio efectivo, no Reelección”. Pero el secreto del PRI es su magnífico nombre: Partido Revolucionario Institucional. Es decir, combinan la revolución con lo institucional en un solo acrónimo como quiere hacer la señora Atutxa con el PNV familiar.
¡Que sí! Que está todo inventado… Además, la gente inteligente no se ofende, saca conclusiones, aunque la gente tiene la piel muy fina. Yo, como Txema Montero, no creo en las autocriticas que no van acompañadas de dimisiones. Son ejercicios del todo necesarios, pero al poder no le gusta escuchar que se ha equivocado. Nada nuevo: Ya le ocurrió al Partido Nacionalista Vasco en tiempos de su división. Algo que, evidentemente (y resulta del todo absurdo negarlo), dejó un surco que, hoy en día, más parece una zanja tipo soterramiento del Metro. Ciertamente, el Partido Nacionalista Vasco no requiere de una regeneración en la que las y los salientes dejasen fijados sus peones entrantes. Lo que necesita es una refundación. Necesita un reseteo. Y de eso les puedo dar algunas clases, si quieren, particulares.
Y no dejaré de desgañitarme diciendo que, pese a que las y los responsables de la actual situación electoral de EAJ-PNV no quieran asumir sus responsabilidades, pese a que no quieran desatornillase de sus sillones, y pese a que no les apetezca programar sus “gepeéses” con destino a sus domicilios particulares, siguen sin entender absolutamente nada. Y esto también puedo deletrearlo: N-A-D-A. Y me apena, pues aquel PNV de mi familia es el que quiero que resurja, no este PNV de sonrisa Profidén en el que en los mítines todos se abrazan hasta siete veces mientras preparan expulsiones a quien no piense como la cúpula luminosa.
Seguiremos con esas “Vidas ejemplares hechas con alcornoque”, y digo lo del alcornoque que es de donde se obtiene el corcho, material perfecto para nadar sobreaguas turbulentas, ya que el verano es largo y precisa de refrescar un poco el coco, ya no por el calor (en ésta nuestra Euzkadi Tropikal), sino porque periodo estival no debe ser sinónimo de Kit-Kat, ni de olvido. Al contrario: Con la cabeza y el cuerpo descansado se reflexiona mejor. Prueba de ello es que hasta los “electores blandos” reflexionamos debajo de una sombrilla con una simple caña de cerveza fresquita, aunque más nos gustarían unos jugosos percebitos y una botellita de Monterrei Godello. Pero, bueno, cada cual en su nivel (que no el intelectual, ni mucho menos… ¡me refiero al adquisitivo!).
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