Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Impronta socialista
Con un inicio plagado de incertidumbres por una pandemia que se ha resistido a abandonarnos y un conflicto bélico que nos ha azotado justo cuando empezábamos a ver el final del túnel, llegamos a la mitad de esta legislatura con la satisfacción y el orgullo de haber cumplido en la peor de las situaciones. Hace dos años, los socialistas nos comprometimos en un gobierno que, sabíamos, iba a tener las cosas difíciles y nos empeñamos en un trabajo arduo guiado por tres máximas que ya recogíamos en nuestro programa electoral: garantizar la salud de las personas, reactivar el empleo y la economía y no dejar a nadie atrás.
Conscientes de la importancia que iban a tener estos principios en el escenario de reconstrucción económica y social que nos iba a tocar gestionar, los Socialistas nos planteamos una negociación que, más allá de las habituales consideraciones programáticas, bajara al detalle y recorriera todas y cada una de las áreas de competencia del Gobierno vasco, consiguiendo así incluir en todos los ámbitos del Gobierno las políticas socialistas. Unas políticas que han conseguido, entre otras, reducir el paro por debajo del 10%, reducir la desigualdad social, avanzar en Igualdad de Género o aumentar el uso de energías renovables. Hitos conseguidos porque los socialistas hemos sido capaces de condicionar de forma clara, la acción del Gobierno vasco.
Ante una crisis inédita hemos apostado por reforzar lo público, por levantar un escudo social para amparar a los colectivos más vulnerables para mantener el empleo y ayudar a resistir a nuestras empresas, huyendo de las soluciones austericidas que en crisis precedentes impuso la derecha y que no condujeron sino a la ruptura de la cohesión social al dejar abandonados a su suerte a colectivos enteros de la ciudadanía.
Los socialistas no formamos parte de este Gobierno, somos Gobierno. Somos copartícipes de la acción del conjunto del Gobierno.
Somos responsables directos de las políticas de tres departamentos claves para la reactivación económica y social de Euskadi. Gestionamos, con la vicelehendakari, Idoia Mendia, al frente, Trabajo y Empleo. Y ahí están los datos: 48.000 cotizantes más a la Seguridad Social que al inicio de la legislatura, 2.022 desempleados menos en el mes de mayo y un 27% de contratación indefinida. Nunca ha habido más gente trabajando en Euskadi y con más derechos. Y lo urgente, no nos ha hecho olvidar lo importante. Ahí está también una Estrategia vasca de Empleo volcada en conseguir un empleo de calidad para las personas trabajadoras de Euskadi o la reforma de la Ley de Garantía de Ingresos, que implantará un sistema más justo, garantista y eficaz, o la elaboración de la primera Ley Vasca de Empleo.
Desde el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Trasportes, hemos desarrollado la Ley de Vivienda más progresista de España y hemos impulsado una infraestructura fundamental como el TAV, que sólo avanza cuando los socialistas estamos al frente de esta área.
Y no podemos olvidar el trabajo en Turismo, Comercio y Consumo, donde hemos contribuido a sostener en pie sectores muy castigados por la pandemia, a relanzar su actividad y mantener el empleo.
Pero está claro que la impronta socialista no queda aquí. Está también en Salud, con el aumento de previsión de plazas en OPE que abarca ya un previsión de más de 8.600 para esta legislatura o en la Estrategia de Investigación e Innovación; en Justicia, con la implantación de la nueva Oficina Judicial o el Plan de Actuación de Violencia sobre la Mujer; o en Memoria y Convivencia, con un proyecto de Ley de Memoria Histórica que, alineado con la ley española, pronto será realidad.
Somos gobierno y somos leales a un acuerdo de gobierno de marcado carácter socialista. Y, por eso, cuando alguna actuación del ejecutivo se aparta de los parámetros acordados, no dudamos en levantar la voz, como partido, como hicimos cuando advertimos la deriva que tomaba el borrador de la futura Ley de Educación. No nos dolieron prendas y pusimos pie en pared para reconducir el texto e incluir cuatro ejes básicos: La escuela pública como eje vertebrador del sistema educativo, autonomía de los centros, apuesta inequívoca por el trilingüismo y creación de sistemas de evaluación transparente.
Y lo hemos hecho en estos últimos tiempos, cuando hemos visto en riesgo la estabilidad del proyecto político de Euskadi. Los socialistas estamos comprometidos de forma inequívoca con el autogobierno y estamos decididos a alcanzar un nuevo pacto estatutario. A lo que no estamos dispuestos es a volver a las políticas de confrontación y a los saltos al vacío. No somos nacionalistas y no compartimos las aspiraciones soberanistas de nuestros socios de Gobierno, y así lo manifestamos, sin cortapisas ni vetos.
Queda por delante la mitad de una legislatura y los socialistas seguiremos defendiendo los mismos postulados, garantizando que la acción de gobierno se siga dedicando a dar soluciones a los problemas de la gente y no a crearles otros nuevos.
Con un inicio plagado de incertidumbres por una pandemia que se ha resistido a abandonarnos y un conflicto bélico que nos ha azotado justo cuando empezábamos a ver el final del túnel, llegamos a la mitad de esta legislatura con la satisfacción y el orgullo de haber cumplido en la peor de las situaciones. Hace dos años, los socialistas nos comprometimos en un gobierno que, sabíamos, iba a tener las cosas difíciles y nos empeñamos en un trabajo arduo guiado por tres máximas que ya recogíamos en nuestro programa electoral: garantizar la salud de las personas, reactivar el empleo y la economía y no dejar a nadie atrás.
Conscientes de la importancia que iban a tener estos principios en el escenario de reconstrucción económica y social que nos iba a tocar gestionar, los Socialistas nos planteamos una negociación que, más allá de las habituales consideraciones programáticas, bajara al detalle y recorriera todas y cada una de las áreas de competencia del Gobierno vasco, consiguiendo así incluir en todos los ámbitos del Gobierno las políticas socialistas. Unas políticas que han conseguido, entre otras, reducir el paro por debajo del 10%, reducir la desigualdad social, avanzar en Igualdad de Género o aumentar el uso de energías renovables. Hitos conseguidos porque los socialistas hemos sido capaces de condicionar de forma clara, la acción del Gobierno vasco.