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¡Lidere, Sra. Uriarte!
En marzo, un microbio desconocido bautizado asépticamente SARS-Cov-19 nos obligó a cerrar bruscamente los centros escolares. Un grito de euforia recorrió aulas y pasillos, el alumnado —ingenuo— recibía la noticia como un regalo; mientras los docentes nos afanábamos en que se llevaran consigo todo el material que iban a necesitar. Así, en 24 horas y casi sin aviso previo, se puso en marcha un experimento educativo cuya duración y envergadura apenas podemos aun vislumbrar.
Dos meses después, sin incurrir en complacencia, podemos decir que nuestro sistema educativo ha seguido funcionando, en gran medida, gracias a la ingente tarea del personal docente que con creatividad e implicación ha adaptado materiales, innovado, motivado, animado, enseñado... Un sobreesfuerzo enorme compartido, sin lugar a dudas, con el alumnado y sus familias.
Sin embargo, esta respuesta espontánea debe dar paso a una reflexión sobre lo vivido y, sobre todo, a una planificación liderada por el Departamento de Educación, a fin de poder afrontar con cierta solvencia las dificultades que se avecinan el próximo curso: llegar a los más vulnerables, profundizar en las metodologías, mejorar la coordinación, consolidar la competencia digital…
El reto que la pandemia lanza al sistema educativo es mayúsculo, pues nos enfrenta a un escenario de incertidumbre sanitaria y, por tanto, poco predecible. Por suerte, aun disponemos de casi tres meses para planificar y prepararnos, para que cada profesora, cada maestro, cada directora pueda ponerse manos a la obra. El Departamento de Educación debe liderar y proporcionarnos un marco consensuado donde todas nos reconozcamos, en lugar de eludir sus responsabilidades en la tan traída y llevada “autonomía de los centros educativos”.
Por ello, las profesoras y profesores abajo firmantes solicitamos a la consejera Cristina Uriarte que concentre los recursos y energías del Departamento, de los berritzegunes, de la Inspección y del profesorado en la preparación del próximo curso. Sin mayor dilación. Consideramos urgente disponer, para este mismo mes de junio, de un planteamiento claro con respecto a los siguientes puntos:
1-Organización escolar. Ante un probable escenario que exija el mantenimiento de la distancia interpersonal con posibles fases de confinamiento por repuntes o cuarentenas: ¿Cómo nos vamos a organizar? ¿Vamos a implementar un sistema mixto presencial-digital con clases en días alternos? ¿Por turnos de mañana y tarde? ¿Por semanas? ¿Se van a ofertar todas las asignaturas? ¿Se mantendrá la jornada completa habitual y la misma duración de las sesiones?
2-Dificultades de conexión del alumnado. Ordenador, tableta, móvil, teléfono, pincho... y fotocopias. Estos meses hemos recurrido a todo el abanico de medios que las nuevas tecnologías y las más tradicionales nos brindaban. Para el próximo curso, en cambio, es preciso optimizar los recursos y la conectividad: un dispositivo por alumno y una conexión fiable son los mínimos indispensables, así como horas de gestión para un responsable de TIC por centro. Todo ello requiere de un estudio detallado, de inversiones y de becas.
3-Estimación del profesorado que no podrá dar clases presenciales por pertenecer a un grupo de riesgo. Desde hace años venimos sufriendo escasez de profesorado para impartir determinadas materias; a lo que se suma la obligación de no poner en riesgo a parte del equipo docente que, como en otros países, podría llegar al 30%. De no realizarse dicha estimación y ofertar alternativas (como encargarse de la docencia digital en coordinación con los docentes responsables de la parte presencial) nos podríamos encontrar en septiembre con una cascada de bajas y jubilaciones que dificultara la atención a una parte del alumnado. La escuela necesita docentes, los docentes necesitan atención.
4-Un concepto claro de aprendizaje digital. La intensa experiencia de las últimas semanas nos ha dejado algunas buenas prácticas, pero también ha puesto de manifiesto la gran diversidad entre el profesorado y su forma de entender el aprendizaje digital. Es necesaria una reflexión sobre esta modalidad pedagógica y una formación acorde no solo en tecnologías sino también en metodologías, producción de recursos y formas de evaluación digital.
5-Medidas de prevención sanitaria. Se nos ha proporcionado un plan de prevención para el final del curso, pero echamos de menos algunos puntos. Entre ellos, dada la asintomaticidad en la infancia y adolescencia, consideramos imprescindibles la realización periódica de tests y la toma diaria de temperatura.
Aquí solo hemos esbozado algunas de las cuestiones principales a las que el sistema educativo debe hacer frente el curso próximo. Queremos emplazar al Departamento de Educación a que abandone sus erráticas políticas de comunicación y proporcione, de común acuerdo con los agentes educativos, un marco claro en el que podamos movernos con una relativa seguridad a partir de septiembre. Dialogue y planifique, Sra. Uriarte. En suma, lidere.
*Profesoras y profesores de Educación Secundaria de institutos públicos vascos: Ana Moreno Peinado, Iñigo Unzueta Mugarza, Olatz Arregi Larrañaga, Yolanda Larrea Landa, Ana Belén Vega Badiola, Gotzon Quintana Vélez, Helena Arteaga Iribarren, Olatz Arregi Larrañaga, Yolanda Larrea Landa, Maria Luisa Rodriguez Burgos, Ainhoa Álava Echevarría, Iratxe Malatsetxebarria Udaondo y Bittor Duce Zubillaga.
En marzo, un microbio desconocido bautizado asépticamente SARS-Cov-19 nos obligó a cerrar bruscamente los centros escolares. Un grito de euforia recorrió aulas y pasillos, el alumnado —ingenuo— recibía la noticia como un regalo; mientras los docentes nos afanábamos en que se llevaran consigo todo el material que iban a necesitar. Así, en 24 horas y casi sin aviso previo, se puso en marcha un experimento educativo cuya duración y envergadura apenas podemos aun vislumbrar.
Dos meses después, sin incurrir en complacencia, podemos decir que nuestro sistema educativo ha seguido funcionando, en gran medida, gracias a la ingente tarea del personal docente que con creatividad e implicación ha adaptado materiales, innovado, motivado, animado, enseñado... Un sobreesfuerzo enorme compartido, sin lugar a dudas, con el alumnado y sus familias.