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El movimiento de pensionistas, cinco años después

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En enero ha coincidido el quinto aniversario del estallido del movimiento de pensionistas con una subida de las pensiones sin precedentes. Son hechos inseparables celebrados de forma distinta. Sin ocupar las plazas no se habría logrado una mejora de pensiones tan favorable. Pero el activismo social no es permanente ni inmutable. Mientras algunos grupos festejaban el quinquenio, la mayoría de pensionistas despejaba su incredulidad inicial, comprobando en los cajeros que la mejora de las pensiones era real, no una de tantas promesas incumplidas de los gobiernos de turno. De modo que esta vez nadie ha planteado quemar públicamente las cartas enviadas por el ministro Escrivá. 

Analicemos el fenómeno del 15 de enero de 2018 (15-E) con una aclaración previa: antes de esa fecha había movilizaciones de pensionistas. La web de rtve.es difundía esta noticia el 7 de octubre de 2017: “Durante diez días, unos 80.000 pensionistas, según los sindicatos (CCOO y UGT), han recorrido España para concluir con una gran manifestación desde la plaza de Atocha a la céntrica Puerta del Sol”. También en Navarra y Euskadi se salía a la calle. El digital naiz.eus anunciaba el 7 de abril 2017: “Mientras en Iruñea cerca de 350 personas respondían ayer a la convocatoria de la coordinadora ”Mayores contra la crisis“, en Donostia la plataforma Duintasuna lanzaba un llamamiento para participar en la manifestación organizada a nivel de Gipuzkoa...”. 

Estallido del 15 de enero de 2018

Es sabido que el detonador de aquél imprevisible movimiento social fue una carta de Fátima Báñez, entonces Ministra de la Seguridad Social, dirigida a 8,5 millones de pensionistas, anunciando una subida del 0,25%. No se sabe de dónde partió la iniciativa de difundir por WhatsApp de forma anónima este mensaje: “El próximo lunes, día15, a las 12.00 horas, en la puerta de todos los ayuntamientos de España, manifestación popular de pensionistas. No al 0,25% de la miserable subida de las pensiones”. Se ignora cuantas concentraciones hubo ese día. Tarea aún más compleja resulta identificar a personas concretas en aquella primera cita, pues cualquiera en edad de jubilación se declara antifranquista e incluso puede decir que estuvo en París en Mayo del 68. 

Conocida la motivación de la convocatoria, desde el punto de vista sociológico la incógnita más relevante es el origen de esa llamada anónima, capaz de impulsar durante dos años un potente movimiento social. Las escasas pistas disponibles apuntan a que tras la iniciativa hubo gente vinculada, no al 15M, tampoco bolivariana, sino militantes del moderado PSOE. Si no la promovieron, en unos casos actuaron de forma solidaria, en otros intentaron rentabilizarla.

La primera constatación es que el seguimiento del 15-E tuvo una amplia distribución geográfica. Este dato permite corregir un error conceptual: surgió en Bilbao, a las 12 del mediodía, en la plaza del Ayuntamiento, lo mismo que en multitud de poblaciones de todo el país. Ante la imposibilidad de elaborar un censo, veremos ejemplos documentados, omitiendo otros sin suficiente acreditación. La información sobre las concentraciones las cubrieron medios de comunicación locales. Las grandes cadenas no se percataron de la relevancia que iba a tener aquella convocatoria. 

Toledo

Con este enlace: Manifestación Pensionistas en Toledo - 15/01/2018 - YouTube se accede a un vídeo de 15 minutos grabado el 15-E en Toledo. Aunque intervienen varias personas, la principal protagonista es la alcaldesa, Milagros Tolón. Una representación es invitada al Ayuntamiento, donde se les informa sobre las gestiones que va a realizar el PSOE en el Congreso de Diputados, sin olvidar citar a Pedro Sánchez e incluso la sede de Ferraz. Interviene después la alcaldesa ante la gente concentrada, hablando esta vez en nombre del equipo municipal. Su alternativa para financiar las pensiones es: “tenemos que tirar de los que más tienen, que son los bancos”. El vídeo no tiene desperdicio, puede que desaparezca al publicarse este artículo.  

En la web toledo.es hay una versión menos partidista de lo expuesto por Milagros Tolón. Va un párrafo: “Concienciada con las políticas económicas y sociales, la alcaldesa ha subrayado que desde el equipo de Gobierno «apoyaremos siempre las demandas de nuestros jubilados y pensionistas, que reivindican unas pensiones dignas y su revalorización después de años con una subida del 0,25 por ciento anual, muy por debajo del IPC y que ha supuesto una devaluación de sus ingresos”. 

Barakaldo 

La convocatoria empezó a circular una semana antes del lunes 15 de enero. Pensionistas del polígono La Paz, situado en el barrio de Cruces, acuden con carteles alusivos elaborados a mano: “La corrupción no pasa factura al gobierno que saquea las pensiones”. “No te pedimos el apoyo para ningún partido. Solo te pedimos que no se lo des a quien no nos escucha y nos está jodiendo las pensiones”. Al comenzar la concentración una concejala del PSOE, Alba Delgado, reparte carteles firmados por su partido. El encabezado era: “Somos la garantía del sistema de pensiones”. Se reprocha el oportunismo partidista, opta por recortar las siglas de los carteles. 

Intervienen mujeres y hombres con un altavoz que lleva pegatina de Ekologistak Martxan (Ecologistas en Acción). El vídeo de la cadena local Tele 7 recoge emotivas declaraciones, denunciando la situación y planteando la necesidad de organizarse. La locutora de Tele 7 cifra la participación en miles de personas. A la semana siguiente ya se había formado un grupo de WhatsApp, embrión de la futura Plataforma de Pensionistas de Barakaldo.  

Bilbao

En la primera concentración de Bilbao no hubo megafonía ni carteles. Existen fotos parciales, pero no de conjunto, tampoco vídeos. El testimonio más preciso de ese acto lo difundió El Mundo un año después, el 27 de enero de 2019. Se trata de una entrevista con Josele Pereda, militante del PSOE, que hasta esa fecha fue la figura más destacada de las concentraciones de Bilbao. Dice Pereda: “El 15 de enero de 2018 había una convocatoria a través de las redes sociales y acudimos unas 400 personas ante el Ayuntamiento de Bilbao. El llamamiento era para manifestarse contra la subida del 0,25%, y cuando la gente empezó a disolverse, utilizando las manos como megáfono, propuse que nos congregásemos al lunes siguiente. Un tiempo después recibí un aviso de la Policía Municipal de Bilbao avisándome de que me iban a multar con 70.000 euros. Luego la Ertzaintza me advirtió de otra sanción de 60.000 euros,... Hasta que vino un policía autonómico a decirme que fuese lo antes posible a una comisaría para crear una asociación, y evitar así las sanciones”. 

Prosigue Pereda: “Yo no le veo sentido seguir aquí, esto hay que pararlo ya porque si no, vamos a hacerle la campaña electoral a Bildu o a Podemos. Me gustaría que después de un año pasando frío, calor y lluvia, esto acabe como debe acabar, con el sabor del triunfo que supone desterrar el 0,25%. Pero ya se ha convertido en algo político», explica Josele Pereda, una de las voces más autorizadas del movimiento de los pensionistas vascos, no en vano su vinculación con el mismo se remonta hasta el día en el que tuvo lugar la primera concentración”. 

Josele Pereda creó Personas Jubiladas de Bizkaia (PJB), la única asociación que, alegando derecho propio, imponía su pancarta en las concentraciones de Bilbao. Conforme recogen las declaraciones, Pereda mostró su desacuerdo en mantener las movilizaciones. Se marchó, quiso volver, pero su tiempo había pasado. Así que disolvió PJB. Entretanto se hizo con el control del movimiento en Bizkaia el sector abertzale. Pero esa es una largas historia que requeriría un análisis específico.    

Otros ejemplos  

Hay también en youtube un vídeo de Granada, acompañado de este comentario: “Un numeroso grupo de pensionistas se ha concentrado en la Plaza del Ayuntamiento siguiendo el mensaje que han recibido por WhatsApp. Nadie sabía quien había convocado la concentración... Después de media hora esperando se fueron poco a poco retirando, eso sí, un poco cabreados ...” Nadie intervino. 

Testimonio de Puertollano publicado en miciudadreal.es: “No está claro de quién ha partido la convocatoria, pero en Puertollano el boca-oreja y grupos de Whatsapp y Facebook han conseguido concentrar este lunes a decenas de jubilados en la Plaza Constitución, en rechazo a la «miserable» subida del 0,25% de sus pensiones. Todos han alzado la voz para pedir una «revalorización digna». Concentraciones de este tipo se han sucedido en diversos lugares de España”. 

En Portugalete se gravó un vídeo de Tele 7 a la semana siguiente, confirmando que también hubo concentración el 15-E. Además de entrevistas, incluye declaraciones de Mikel Torres, alcalde del PSOE, defendiendo las pensiones públicas. En Villarrobledo estuvo el Canal 4 TV de Villarrobledo. Alberto González, alcalde del PSOE, reclama que todos los alcaldes de España se impliquen en la defensa de las pensiones, como lo hacen los del PSOE. En Leganés difunde entrevistas Teleganés. Como testimonios orales cabe citar Santurtzi, Castro Urdiales y diversas capitales.

Incidencias y reflexiones

Muchas de las intervenciones que se escucharon en aquella memorable jornada del 15-E, además de responsabilizar de la situación al Gobierno del PP, tenían sesgo anti partido. Se utilizan argumentos erróneos tan comunes como las pensiones vitalicias de la clase política. Esos comentarios, herencia del franquismo, no se dan en presencia de alcaldes y concejales. Se trata de un comportamiento contradictorio e incoherente. Rechazando los partidos, al mismo tiempo se habla de crear uno de pensionistas. Además, sobre todo en el País Vasco, quienes tomarán la palabra en las siguientes concentraciones, en general tienen vinculación política y trayectoria de activistas sociales.  

El quinto aniversario del 15-E ha sido motivo de diversas conmemoraciones. En Barakaldo se inaugura un mural alegórico, con asistencia de concejales de la localidad. En Santurtzi, el pleno municipal acuerda grabar en el pavimento, frente al Ayuntamiento, una inscripción en homenaje a la lucha pensionista. En Bilbao hay reunión con la junta de portavoces del Ayuntamiento y comida de hermandad. Destaca también el encuentro de pensionistas de Galicia, Cantabria, Euskadi, Madrid, Castilla y León, celebrado en Segovia los días 26 y 27 de enero, por iniciativa de “La Voz de las Plataformas”. En la resolución final se declara: “Queremos hacer un llamamiento a la eliminación de todas las diferencias que impiden un movimiento pensionista unido y con más fuerza”.  

La reciente revalorización del SMI a 1.080 euros, permite unificar una demanda esencial para el conjunto de las asociaciones de pensionistas. Al decidir el Gobierno aplicar al SMI una mejora (8%) equivalente a la de las pensiones (8,5%), salarios y pensiones entran en una nueva fase, donde la equiparación de la pensión mínima con el SMI se convierte en reivindicación fundamental. Lograrlo permitiría disminuir la brecha de género entre mujeres y hombres, así como reducir la desigualdad entre pensiones altas y bajas.  

Enseñanzas del 15 de enero de 2018

Los testimonios expuestos son una muestra de las numerosas concentraciones desarrolladas a partir del 15-E. Comenzaron sin que hubiese un foco irradiador. Bilbao se convirtió en símbolo por el efecto mediático de la puesta en escena. La monumental Variante Ovoide de Jorge Oteiza, que preside la plaza del Ayuntamiento, ofrece un magnífico encuadre artístico. Conviene precisar que inicialmente las concentraciones de Barakaldo eran las más numerosas. A las multitudinarias manifestaciones celebradas en Bilbao acudía gente de toda Bizkaia e incluso de otras zonas. La prensa tiene la facultad de realzar unas noticias y relegar otras. Eso explica que quienes dirigen ahora en Euskadi el denominado MPEH, se lamenten tanto del escaso eco mediático que logran. 

El Movimiento de Pensionistas (con mayúsculas) tuvo alcance global a nivel territorial y duró dos años, encuadrado en estos acontecimientos y fechas: surge con las concentraciones espontáneas del 15 de enero de 2018. Alcanza su apogeo dos meses después, en la multitudinaria manifestación de Bilbao del 17 de marzo. A nivel estatal culmina en Madrid el 16 de octubre de 2019, al llegar las dos columnas de la marcha de pensionistas. El declive se inicia el 30 de enero de 2020, al convocar los sindicatos nacionalistas en Euskadi y Navarra una huelga general que rompe la pluralidad y la unidad entre las plataformas de pensionistas. A partir de entonces se va diluyendo la participación en concentraciones y movilizaciones, llegando ahora a su mínima expresión.    

Cinco años después de aquél formidable estallido, cabe preguntarse hasta cuándo proseguirán las actividades en la calle, sabiendo que en la actualidad son testimoniales y representan sobre todo un espacio de encuentro con alcance ideológico y socializador. Una hipótesis plausible es que las acciones seguirán mientras tengan algún eco mediático. O se alargarán, por interés político, hasta las elecciones generales de finales del 2023. 

El cese de las movilizaciones semanales no implica que las diversas asociaciones dejen de combatir la precariedad, la brecha de género y la desigualdad entre pensiones, como ya se hacía antes del 15 de enero de 2018. En el futuro será necesario diversificar los métodos de presión, intervenir a nivel institucional, efectuar campañas de sensibilización, como hace cualquier movimiento social. La clave será centrarse en la reivindicación primordial: equiparar las pensiones mínimas con el SMI. 

En enero ha coincidido el quinto aniversario del estallido del movimiento de pensionistas con una subida de las pensiones sin precedentes. Son hechos inseparables celebrados de forma distinta. Sin ocupar las plazas no se habría logrado una mejora de pensiones tan favorable. Pero el activismo social no es permanente ni inmutable. Mientras algunos grupos festejaban el quinquenio, la mayoría de pensionistas despejaba su incredulidad inicial, comprobando en los cajeros que la mejora de las pensiones era real, no una de tantas promesas incumplidas de los gobiernos de turno. De modo que esta vez nadie ha planteado quemar públicamente las cartas enviadas por el ministro Escrivá. 

Analicemos el fenómeno del 15 de enero de 2018 (15-E) con una aclaración previa: antes de esa fecha había movilizaciones de pensionistas. La web de rtve.es difundía esta noticia el 7 de octubre de 2017: “Durante diez días, unos 80.000 pensionistas, según los sindicatos (CCOO y UGT), han recorrido España para concluir con una gran manifestación desde la plaza de Atocha a la céntrica Puerta del Sol”. También en Navarra y Euskadi se salía a la calle. El digital naiz.eus anunciaba el 7 de abril 2017: “Mientras en Iruñea cerca de 350 personas respondían ayer a la convocatoria de la coordinadora ”Mayores contra la crisis“, en Donostia la plataforma Duintasuna lanzaba un llamamiento para participar en la manifestación organizada a nivel de Gipuzkoa...”.