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Orgullosas de la pública
Hace apenas una semana cerca de 375.000 alumnos y alumnas de la enseñanza no universitaria iniciaron un nuevo curso escolar en Euskadi. Atrás quedan años intensos de paros, movilizaciones y huelgas en la escuela pública. Años de gran esfuerzo y constancia por parte del profesorado, alumnado, familias, sindicatos y movimientos sociales en defensa de la educación pública que por fin dieron sus frutos. La presión de la calle provocó, una vez más, que el Gobierno actuase y saliese de su inmovilismo.
En el mes de mayo la mayoría sindical firmó un acuerdo con el Departamento de Educación. Un acuerdo que, aunque con mucho margen de mejora, no sólo sirvió para adoptar medidas concretas para mejorar la calidad de la enseñanza pública; sino que, de alguna manera, evidenció que gracias a la lucha constante desde las calles se puede mejorar la situación actual.
Porque aún queda mucho por hacer para mejorar la situación de la educación en Euskadi. No es oro todo lo que reluce. No todo es tan excelente como el PNV nos vende. Los últimos resultados de las Evaluaciones Diagnósticas, PISA, el último informe del Consejo Escolar de Euskadi o Save The Children dejan claro que el oasis vasco educativo está en jaque. Que Euskadi sea la CCAA que más invierte por alumno no significa que disponga de una mayor excelencia educativa. No basta con invertir mucho, sino que es necesario invertir bien, es decir, invertir en educación pública. La única opción válida para garantizar la igualdad de oportunidades y compensar las diferencias que día a día se evidencian en las escuelas vascas.
La realidad es que tenemos un sistema educativo segregador. Un sistema clasista que no garantiza las mismas oportunidades a todo el alumnado. Además, somos uno de los territorios de Europa que más subvenciona la enseñanza privada. Disponemos de un sistema educativo que está dividido en dos redes que se encuentran en equilibrio (50,6% red pública, 48% red privada-subvencionada) y que es percibido por la ciudadanía vasca como algo normal. Libertad de elección de centro a costa del erario público, pero ¿que el sector privado concertado en Euskadi acoja cerca del 50% del alumnado,mientras el Estado lo hace al 32% y la media europea al ¡5 %! no sorprende a nadie? Sin duda, sobran los motivos para seguir luchando, tanto desde las instituciones como desde las calles, para conseguir que la educación pública sea el eje vertebrador del sistema educativo en Euskadi.
Este nuevo curso político puede ser decisivo para el futuro de nuestro sistema educativo. Ha llegado el momento de que las fuerzas políticas representadas en el Parlamento Vasco dejen claro cuál es su verdadera prioridad: la educación pública o la educación privada. No caben medias tintas. Es hora de pasar de las palabras a los hechos. Y si de verdad la apuesta del PNV es la cohesión social, toca situar la escuela pública como eje prioritario del sistema educativo vasco. Es cuestión de voluntad política.
Varias son las citas en las que cada cual podrá demostrar cuales son sus verdaderas prioridades. ¿Qué lugar ocupará la escuela pública en el texto final de Autogobierno? ¿en la futura ley de educación? ¿en los Presupuestos de 2019 se revertirán los recortes? ¿se seguirán aumentando los conciertos educativos o se dotará a la escuela pública de más recursos? ¿se aprobará la Iniciativa Legislativa Popular contra la Segregación Escolar apoyada por 17.000 firmas? Tal y como ya han anunciado miembros de la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública esperamos que este curso sea el curso de terminar con la segregación escolar.
Comienza un curso político en el que el debate está servido. Desde Elkarrekin Podemos tenemos claro que la Escuela Pública es la única opción válida para garantizar que todo el alumnado tiene las mismas oportunidades y posibilidades de éxito. Y el momento es ahora. Ha llegado el momento de provocar y trabajar por conseguir cambios profundos que replanteen las bases, los cimientos, del sistema educativo vasco. Euskadi necesita caminar hacia el diseño de un Modelo Educativo público, equitativo, de calidad, integral, participativo, innovador, euskaldun, inclusivo, coeducador y laico. Conceptos llenos de significado que dan sentido y definen el tipo de educación que desde Elkarrekin Podemos defendemos y por el que seguiremos trabajando junto a la Comunidad Educativa. Conceptos llenos de significado que definen el modelo de país que queremos. Una Euskadi inclusiva y equitativa basada en un sistema educativo que sea capaz de ofrecer las mismas oportunidades de acceso al conjunto del alumnado, independientemente de su situación socioeconómica.
*Cristina Macazaga, Iñigo Martínez y Ana Viñals forman parte de Elkarrekin Podemos
Hace apenas una semana cerca de 375.000 alumnos y alumnas de la enseñanza no universitaria iniciaron un nuevo curso escolar en Euskadi. Atrás quedan años intensos de paros, movilizaciones y huelgas en la escuela pública. Años de gran esfuerzo y constancia por parte del profesorado, alumnado, familias, sindicatos y movimientos sociales en defensa de la educación pública que por fin dieron sus frutos. La presión de la calle provocó, una vez más, que el Gobierno actuase y saliese de su inmovilismo.
En el mes de mayo la mayoría sindical firmó un acuerdo con el Departamento de Educación. Un acuerdo que, aunque con mucho margen de mejora, no sólo sirvió para adoptar medidas concretas para mejorar la calidad de la enseñanza pública; sino que, de alguna manera, evidenció que gracias a la lucha constante desde las calles se puede mejorar la situación actual.