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Un ronroneo vale más que mil palabras

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Es triste, pero en nuestra ciudad el 'bienestar animal' seguirá sin poder escribirse con 'b' de Bilbao. A finales del pasado mes, el Gobierno dio su primer paso para la aprobación definitiva de la que será la nueva Ordenanza Municipal Reguladora de Protección, Bienestar y Tenencia Responsable de los Animales de Compañía. Definitivamente, un nombre muy largo para una herramienta jurídica muy corta, que no aborda con rigurosidad el reto del bienestar animal dentro de la ciudad. 

El Gobierno municipal de Bilbao ha dejado pasar la oportunidad política de poder dotarnos de una normativa actualizada en materia de bienestar animal. En este sentido, no han querido aprovechar los avances en materia de derechos animales que se dieron con la aprobación en el año 2022 de la ley vasca de protección animal y el año pasado con la aprobación de la ley estatal de bienestar y derechos de los animales. Una vez más, este Gobierno no ha sabido ver el actual 'sentir social', en el que cada vez son más las personas que empatizan y defienden los derechos de los animales, tengan o no animales de compañía. Por ello, no podemos entender que este Ayuntamiento apruebe una ordenanza municipal que básicamente se distingue por desproteger a los animales y, sobre todo, por liberar de responsabilidades a nuestra institución local. 

En este sentido, no es exagerado decir que nos encontramos ante una ordenanza de “malestar animal”, una ordenanza que deja en muy mal lugar a nuestro Ayuntamiento bilbaíno, al evidenciar una total falta de empatía hacia los animales con los que convivimos en nuestro ecosistema urbano. Con esta ordenanza Bilbao nunca podrá ser una ciudad amiga de los animales, porque en la práctica los desprecia y abandona a su suerte, de una manera, a nuestro entender, intolerable. Sin duda, no podemos olvidar que la forma en que tratamos a los animales refleja nuestra forma de ser, también como sociedad. En este sentido, respetar los derechos animales es fundamental si de verdad queremos construir una sociedad cuidadora y justa.

Si nos fijamos en algunos aspectos concretos de la ordenanza propuesta por el PNV y el PSE-EE, desprotege a los animales de la ciudad porque deja fuera de su ámbito de aplicación a los animales urbanos, como a las aves. Además y esta cuestión supone un tema fundamental, la ordenanza propuesta desprotege a la gran mayoría de los gatos comunitarios, ¿por qué van a cuidar a unos gatos y a otros no? ¿Por qué sólo se van a ocupar de la gestión de las colonias felinas reconocidas? Desde el punto de vista ético, no se pueden hacer diferencias entre colonias urbanas. Por esto mismo, denunciamos que esta normativa dejará en el más absoluto abandono a la gran mayoría de gatos comunitarios de Bilbao. Actuar así no tiene ningún sentido, todo el mundo sabe que si se esterilizan a unos gatos y se deja a otros reproducirse, no se controlan las poblaciones y se contribuye al aumento descontrolado del número de gatos callejeros.

Decía al principio de este artículo, que esta propuesta de ordenanza exime de responsabilidades al Ayuntamiento. Básicamente porque con la nueva norma se desentienden de todo lo que pueden en base a las legislaciones vigentes. Da la sensación de que no quieren trabajar en la defensa de los animales y es por ello que interpretan las leyes superiores a su antojo, olvidando sistemáticamente el beneficio de los animales. 

Por último y a modo de ejemplo paradigmático, con esta ordenanza el Gobierno municipal de Bilbao pretenden recoger de la vía pública sólo los animales extraviados, por eso mismo nos preguntamos: ¿qué va a pasar con los animales abandonados una vez se apruebe la ordenanza? Evidentemente, no pueden saber si un animal que está en la calle está perdido o abandonado si no investigan su situación. Por ello, dar por extravío —como proponen— toda presencia de animales en la vía pública puede ocultar un posible delito de abandono. 

En definitiva y por todo lo descrito, nos encontramos ante un despropósito de normativa municipal que en la práctica puede desproteger a los animales de nuestro ecosistema bilbaíno. Sin duda, a este Gobierno municipal le interesan poco las vidas animales y en coherencia con sus desprecios gubernamentales, durante el proceso de elaboración de esta normativa, han ignorado sistemáticamente a los colectivos y asociaciones animalistas de nuestro territorio. En este sentido, ahora llega el momento administrativo de las alegaciones ciudadanas y seguro que serán muchos los aportes animalistas, aunque mucho nos tememos, que por parte del Gobierno de la ciudad, solo seguirán recibiendo palabras o excusas vacías de contenido. Mientras tanto y nunca mejor dicho ¡un ronroneo vale más que mil de sus palabras!

Es triste, pero en nuestra ciudad el 'bienestar animal' seguirá sin poder escribirse con 'b' de Bilbao. A finales del pasado mes, el Gobierno dio su primer paso para la aprobación definitiva de la que será la nueva Ordenanza Municipal Reguladora de Protección, Bienestar y Tenencia Responsable de los Animales de Compañía. Definitivamente, un nombre muy largo para una herramienta jurídica muy corta, que no aborda con rigurosidad el reto del bienestar animal dentro de la ciudad. 

El Gobierno municipal de Bilbao ha dejado pasar la oportunidad política de poder dotarnos de una normativa actualizada en materia de bienestar animal. En este sentido, no han querido aprovechar los avances en materia de derechos animales que se dieron con la aprobación en el año 2022 de la ley vasca de protección animal y el año pasado con la aprobación de la ley estatal de bienestar y derechos de los animales. Una vez más, este Gobierno no ha sabido ver el actual 'sentir social', en el que cada vez son más las personas que empatizan y defienden los derechos de los animales, tengan o no animales de compañía. Por ello, no podemos entender que este Ayuntamiento apruebe una ordenanza municipal que básicamente se distingue por desproteger a los animales y, sobre todo, por liberar de responsabilidades a nuestra institución local.