Blogs Opinión y blogs

Sobre este blog

¿Sistema de retorno de envases en Euskadi? Sí, gracias

0

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, anunció el pasado 22 de noviembre que en Euskadi se implantará un proyecto piloto de devolución y retorno de envases. Se trata de una buena iniciativa y esperemos que prospere y que corra mejor suerte que en Navarra, en la que a pesar de que la Ley Foral 14/2018, de 18 de junio, de Residuos y su Fiscalidad, que fue aprobada de forma exitosa por el Parlamento de Navarra hace ya más de cinco años y que contemplaba la implementación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), no se ha hecho nada.

Diecinueve países de Europa contarán en 2025 con sistemas de depósito, devolución y retorno de envase, conocido por sus siglas, SDDR. Este modelo de gestión de los residuos se basa en que el consumidor deja en depósito unos céntimos cuando compra, por ejemplo, una botella de refresco y ese dinero lo recupera cuando devuelve al comercio el envase vacío. En el Estado español, sin embargo, la implantación o no de este sistema ha estado rodeada desde hace un tiempo de un intenso debate entre sus defensores -encabezados por varias ONG ecologistas y de consumidores- y sus detractores -liderados por Ecoembes, la empresa que gestiona los residuos de envases en España y en la que están representados los intereses de los productores, comercios y la distribución-.

El SDDR nunca ha funcionado en el Estado español, que en conjunto se utilizan 51 millones de envases de bebidas de un solo uso cada día. Son 18.000 millones de envases al año, una cifra similar a la que se consume en Alemania, que tiene el doble de población. Sin embargo, hay una gran diferencia entre España y Alemania en la manera de gestionar el enorme volumen de residuos de envases que generan. Diversos estudios realizados, entre ellos, el de Retorna (entidad sin ánimo de lucro integrada por asociaciones empresariales de la industria del reciclado, organizaciones ecologistas, sindicatos y asociaciones de consumidores), han demostrado la viabilidad económica del sistema de retorno de envases, además de las ventajas ambientales y sociales que conlleva, como la creación de empleo verde, disminución de CO2, máximo contaminante que contribuye al cambio climático, y ahorro de recursos.

Mientras Alemania (y otros países europeos) ha implantado un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) que recupera el 98,5% de los envases para reciclarlos y convertirlos en nuevos envases, en el Estado español sigue funcionando el Sistema Integrado de Gestión o SIG (contenedores azul, amarillo y verde) que tan sólo recoge selectivamente tres de cada diez, acabando el resto en los vertederos.

Cada día, en el conjunto de las comunidades autónomas se abandonan en calles, playas y parajes naturales, o se incineran 28 millones de envases de bebidas. De otros cuatro millones se desconoce el destino. Estas cifras demuestran que el sistema de gestión actual tiene unos índices de recogida selectiva ineficientes totalmente. Antiguamente, los cascos de botellas los llevábamos a la tienda de ultramarinos, y comprábamos otro producto sin tener que pagar el envase, o te devolvían un dinerillo por el casco.

El SDDR moderno tiene su origen en Suecia, donde se puso en marcha en 1984. Hubieron de pasar casi 20 años hasta que en 2003 el sistema se introdujo en Alemania de forma obligatoria. Ahora, el 30 de noviembre, Rumanía ha puesto en marcha el mayor sistema centralizado de depósito y devolución de envases del mundo, con casi 80.000 puntos de recogida. Rumanía se une así a otros 13 países de la UE que ya han puesto en marcha sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) con el objetivo de aumentar las tasas de recogida, recuperación y reciclaje de envases de bebidas de un solo uso. El sistema rumano cubrirá los envases de bebidas de plástico, vidrio y metal de 0,1 a 3 litros. El depósito por botella será de 0,5 lei rumanos (aproximadamente diez céntimos de euro). Todas las personas jurídicas que produzcan, importen o vendan bebidas en envases de un solo uso están obligadas a participar en el sistema.

Hay que mencionar también a Portugal, ya que acaba de aprobarse la UNILEX portuguesa -es el Decreto Ley que regula la implantación del SDDR- por lo que se puede decir que los lusos van a tener SDDR antes que en el Estado español. En Portugal el sistema es apoyado por productores y supermercados, que ya han creado un consorcio para optar a la licencia de operador del sistema y no como en el Estado español que se opone y boicotea la posibilidad de ponerlo en marcha. Y, en cuatro semanas arranca en Hungría y en ocho en Irlanda.

Está bastante claro que el SDDR es el sistema más eficiente, energéticamente y ambientalmente hablando, ya que asocia un valor a cada envase para que éste sea devuelto por los consumidores al comercio para su correcta reutilización o reciclado. Otra cosa es que el lobby de fabricantes encabezados por Ecoembes no quieran optar por la solución más lógica sino por la que mejor les resulta a ellos para lavarse la cara y seguir haciendo el mínimo en colaboración con nuestras Administraciones que dan la callada por respuesta.

Ecoembes es una asociación privada denominada como -Ecoembalajes España S.A.- creada por grupos de empresas envasadoras, como Danone, Campofrío, Nestlé y la filial de Coca-Cola y Pepsi en España en un 60%; fabricantes de las materias primas como la Asociación Nacional del Envase de PET (un tipo de plástico) y Tetra Pak en un 20% junto a comerciantes y grandes distribuidores como Alcampo, Carrefour, Mercadona y El Corte Inglés el 20% restante, relacionadas con los envases de usar y tirar para gestionar el dinero que obligatoriamente por ley deben destinar a la gestión integral de los residuos de los envases que ponen en el mercado. Por tanto, de asociación sin ánimo de lucro tiene poco, con las empresas anteriormente citadas.

Después de más de 20 años de funcionamiento de Ecoembes, ¿están cumpliendo sus obligaciones en materia de recogida y gestión integral de residuos de envases que señala la ley? Los datos indican que no. Un informe de Greenpeace concluye, a partir de datos públicos y publicados por la Administración, que solo el 25% de los envases plásticos se recuperaron en España en 2021, mientras que Ecoembes, gestora de los contenedores amarillos y azules, afirma que la tasa de reciclado de los envases que gestiona fue del 82,8% en 2021, un 87,3% en el caso del plástico.

En el año 2017 en la mesa del Parlamento Vasco fue presentada una proposición no de ley encaminada a analizar el impulso del sistema de retorno de envases en Euskadi y fue admitida a trámite por parte de la Comisión de Medio Ambiente del Gobierno vasco. Finalmente, el Parlamento Vasco se comprometió a crear una ponencia basada en los actuales datos disponibles donde fuera realizado un estudio sobre ventajas e inconvenientes de este sistema; a día de hoy desconocemos lo que fue de él.

Hace falta de una vez por todas que se implante el SDDR, y que las administraciones públicas espabilen y se informen realmente de lo que está pasando con Ecoembes.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, anunció el pasado 22 de noviembre que en Euskadi se implantará un proyecto piloto de devolución y retorno de envases. Se trata de una buena iniciativa y esperemos que prospere y que corra mejor suerte que en Navarra, en la que a pesar de que la Ley Foral 14/2018, de 18 de junio, de Residuos y su Fiscalidad, que fue aprobada de forma exitosa por el Parlamento de Navarra hace ya más de cinco años y que contemplaba la implementación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), no se ha hecho nada.

Diecinueve países de Europa contarán en 2025 con sistemas de depósito, devolución y retorno de envase, conocido por sus siglas, SDDR. Este modelo de gestión de los residuos se basa en que el consumidor deja en depósito unos céntimos cuando compra, por ejemplo, una botella de refresco y ese dinero lo recupera cuando devuelve al comercio el envase vacío. En el Estado español, sin embargo, la implantación o no de este sistema ha estado rodeada desde hace un tiempo de un intenso debate entre sus defensores -encabezados por varias ONG ecologistas y de consumidores- y sus detractores -liderados por Ecoembes, la empresa que gestiona los residuos de envases en España y en la que están representados los intereses de los productores, comercios y la distribución-.