Un brote de COVID-19 ha dejado doce casos positivos en la cárcel de Zaballa, ubicada en Álava y la más grande de Euskadi, con capacidad para 628 reos. Instituciones Penitenciarias da por controlado el foco tras la constatación del contagio de seis sanitarios (tres médicos, dos enfermeros y un administrativo) y de seis reclusos. El origen estuvo en un sanitario y fue un cribado posterior el que confirmó que había presos también afectados. Dos de ellos tiene síntomas y cuatro permanecen sin ellos pero en aislamiento en la enfermería del penal.
Se da la circunstancia de que durante toda la pandemia se habían registrado 28 casos de coronavirus en las cárceles vascas y que en Zaballa habían sido 10, menos que los originados ahora de un golpe. Habían contraído el Sars-Cov-2 cuatro presos y seis funcionarios. El primer positivo por COVID-19 en una cárcel en España se registró precisamente en estas instalaciones cuando Vitoria se convirtió en uno de los primeros focos de entrada del neovirus. En Euskadi, aunque ahora se negocia la transferencia al Gobierno vasco, los edificios y los funcionarios son gestionados por el Estado mientras que la sanidad penitenciaria es competencia autonómica. En
elDiario.es/Euskadi
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