Cáritas Euskadi atendió el año pasado a un total de 34.288 personas, 1.859 más que en 2022, lo que representa un aumento de casi un 5,5%, en su mayoría jóvenes migrantes sin vivienda, así como las mujeres, muchas de ellas con hijos a su cargo. Destinó 6,9 millones en ayudas y contó con la colaboración de 3.575 personas voluntarias, un 73% de ellas mujeres.
En rueda de prensa en Donostia, según informa Europa Press, el director de Cáritas Gipuzkoa, José Ramón Aramendi, su secretario general, José Emilio Lafuente, y la administradora Kontxi Elexpe han desglosado la memoria 2022 de la entidad en Gipuzkoa, donde se atendieron a unas 6.000 familias, en total unas 17.213 personas, algo por encima de la cifra el ejercicio precedente.
Aramendi ha dado cuenta del “rostro de la pobreza en Gipuzkoa” que el año pasado son “los jóvenes migrantes de entre 18 y 40 años” que no disponen de un alojamiento y las mujeres, muchas de ellas en situación de monomarentalidad. “Dos rostros definidos y tristes”, ha añadido.
“La pobreza se feminiza”, ha destacado, para añadir que “si ya en 2021 el 51% de las personas atendidas por Caritas Gipuzkoa eran mujeres en 2022 esa cifra ha ascendido a un 56%”.
A ello ha añadido que las personas sin hogar en el Territorio histórico, entre las que se encontrarían esos jóvenes migrantes que llegan a Gipuzkoa y no encuentran dónde alojarse, ascendieron a 647 el pasado año, de ellas 247 en Donostia. Según ha indicado, las personas migrantes representan un 72% el total de atendidas el año pasado en Gipuzkoa.
En este contexto ha reclamado un cambio en la Ley de Extranjería que aunque “ha mejorado” en algunos aspectos, se debe de “revisar” porque hay “muchos chavales estupendos que quieren trabajar y a los que se ofrece formación de todo, pero luego no se pueden quedar”. “Hay que cambiar la Ley”, ha incidido, al tiempo que ha reclamado también “oferta de vivienda social” para estas personas.
En cuanto a la cooperación internacional, ha destacado que se han invertido 657.362 euros en un total de once países y ha agradecido a los guipuzcoanos el apoyo prestado a Cáritas.
Por su parte Lafuente ha insistido en que el empleo y la vivienda suponen los principales factores de inclusión social y en Euskadi “persisten las dificultades de acceso a ambos derechos para las personas acompañadas por la institución”.
En este sentido, ha alertado del empleo “precario” que “no garantiza la inclusión social”, así como las “dificultades para mantener una vivienda”, la inflación que “para muchos hogares ha supuesto un empobrecimiento medio del 8,5%”, todo ello con especial incidencia en las mujeres y en los migrantes en situación de irregularidad.