Los conflictos laborales en Euskadi llaman a la puerta electoral
La entrada en la precampaña augura una intensificación de las movilizaciones en conflictos enquistados desde hace meses, y en su mayoría relacionados con el sector público: desde la Sanidad a las residencias
La elevada tasa de inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores está convirtiendo este año 2023 en uno de los más conflictivos. Ya el año pasado la estadística colocó a Euskadi a la cabeza de la convocatoria de huelgas en todo el Estado y, pese a que el arranque del año supuso un ligero empujón en la negociación colectiva al firmarse algunos convenios importantes por volumen de trabajadores, como por ejemplo el del Metal de Bizkaia, o el de las trabajadoras a domicilio, también de Bizkaia, se mantienen abiertos muchos otros, y amenazan con recrudecerse a partir de ahora en un intento de los sindicatos de utilizar las movilizaciones como elemento de presión hacia la clase política, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los frentes que se encuentran abiertos, o atañen directamente a trabajadores públicos, o a empresas que están contratadas por la Administración. La conflictividad se meterá en plena campaña.
Las celebración este lunes de los actos del 1 de mayo servirán para poner de manifiesto que la movilización es la apuesta sindical para conseguir que los trabajadores recuperen su poder adquisitivo por la subida de los precios. ELA lo ha dicho claramente. El modelo sindical basado en la huelga es en su opinión el “único medio” para luchar por mejores condiciones laborales y la “herramienta para el reparto de la riqueza”, frente a “la inacción de los gobiernos y el bloqueo patronal”. Mikel Lakuntza, su secretario general, ha sacado pecho por la aportación del sindicato que dirige en el hecho de que Euskadi esté a la cabeza estatal en la convocatoria de huelgas. “A más huelgas, mejores condiciones”, defiende.
Desde LAB han recordado que las elecciones del 28 de mayo son el momento de exigir a los partidos políticos “posiciones claras” y pedirán que se coloquen en el centro de la agenda política las reivindicaciones a favor de los trabajadores. El sindicato que dirige Garbiñe Aranburu pide un cambio radical en el sistema y reclama “renovar convenios, establecer un salario mínimo de 1.400 euros y abordar el debate de la reducción de jornada”.
Loli García y Raúl Arza, secretarios generales de CCOO de Euskadi y UGT, respectivamente, han pedido directamente a la ciudadanía que, ante el nuevo ciclo electoral, apoyen aquellas propuestas de progreso que apuestan por reforzar servicios públicos y una fiscalidad progresiva. Además, reclaman subidas de salarios ante el “exceso de beneficios empresariales” y medidas para una bajada de los precios. “Los trabajadores no se van a resignar a que las empresas sigan acumulando beneficios mientras se congela los salarios de muchas personas trabajadoras”, advierten.
Osakidetza
Los trabajadores de la Sanidad pública vasca están llamados a la huelga los días 18 y 19 en plena campaña electoral ante lo que consideran una negativa en banda de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, a sentarse a negociar con ellos nuevas condiciones laborales. La Mesa Sectorial está bloqueada y no parece que haya movimientos que permitan augurar una desconvocatoria de las movilizaciones. Este periódico ha adelantado, por ejemplo, la decisión de la dirección de Osakidetza de aprobar un plan para reclutar médicos jubilados. Los sindicatos critican lo que denominan el “desmantelamiento de Osakidetza”, especialmente de la Atención Primaria, la falta de personal para cubrir las necesidades de los pacientes y los altos niveles de temporalidad en la plantilla. Entre los puntos que reivindican están también la “recuperación del poder adquisitivo perdido desde 2010”, la negociación de la celebración de elecciones sindicales -hace ya una década que no las hay en la principal empresa pública vasca- o reducir ratios en los ambulatorios. Precisamente esta pasada semana el personal de Medicina y Enfermería de la zona rural de Álava también ha parado contra un cambio de turnos tras el que consideran que se enmascara un cambio radical en la atención a los pacientes, que perderán a su personal sanitario de referencia. El conflicto permanece abierto.
Centro Vasco de Transfusiones
También relacionado con la Sanidad pública, los trabajadores del Centro Vasco de Transfusiones finalizan este domingo 30 de abril su última tanda de movilizaciones sin que se haya solucionado el conflicto que arrastran desde hace más de dos años. Exigen la equiparación de sus salarios con otros trabajadores de Osakidetza que reciben un complemento de un 4% en sus salarios y que a ellos no se les reconoce. Los sindicatos ELA, LAB, CCOO, UGT y Utese han cifrado en un 90% el seguimiento de la huelga por parte de la plantilla pese a unos servicios mínimos que están siendo “abusivos”, denuncian. “Llevamos muchos meses pidiendo a la dirección del servicio vasco de salud que queremos negociar, llegar a una solución que permita terminar con esta injusta discriminación que los trabajadores del Centro Vasco estamos sufriendo sin explicación alguna y esperamos que esta vez Osakidetza se preste al acuerdo y lo consigamos”, señalan dejando abierta la posibilidad a nuevas convocatorias de huelgas.
Limpieza de Osakidetza
Las trabajadoras de las subcontratas de limpieza de Osakidetza quieren la homologación en salarios y condiciones con el personal de limpieza que contrata directamente el Servicio Vasco de Salud.
El Parlamento Vasco aprobó el jueves 27 instar al Departamento de Salud y a la Dirección de Osakidetza a que “implanten mecanismos para trasladar a los pliegos de los concursos de adjudicación de los contratos de limpieza condiciones que garanticen que las empresas adjudicatarias cumplen con el personal subcontratado las condiciones del convenio de aplicación”, conforme a lo que ya determina la normativa vigente. Este texto salió adelante con los votos de los partidos del Gobierno y de PP+Cs, que rechazaron la propuestas de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU en la que se reclamaba directamente la homologación. Como está ocurriendo en otros conflictos, ELA está convocando las huelgas por separado del resto de los sindicatos, y se van alternado en los paros. De momento, habrá huelga hasta el 21 de mayo.
Residencias de Bizkaia
Un conflicto que llama directamente a las puertas de la Diputación foral, pese a que el servicio está gestionado por empresas privadas. Los sindicatos consideran que es la institución foral la que tiene que mediar para terminar con el conflicto. En este momento las trabajadoras están de huelga convocadas por ELA, que han realizado 13 jornadas de huelga desde el 21 de abril y el 3 de mayo, pero que el día 1 cumplen ya 50 días de paro, por lo que tendrán un especial protagonismo en la manifestación del Día del Trabajo en Bilbao. LAB tiene convocadas huelgas los días 15, 16, 17, 18, 19 y 20 de mayo -en plena campaña- y CCOO también meterá las movilizaciones en campaña electoral, los días 22, 23 y 24 de mayo, además de varios días de junio. Aunque las movilizaciones se realizan separadas las reivindicaciones son comunes: aumento de salarios y reducción de la carga de trabajo, es decir, del ratio de ancianos tratados por cada trabajadora, sustituciones de las personas que falten desde el primer día y estabilidad en el empleo, entre otras cuestiones.