El parlamentario de EH Bildu en Navarra y líder del sector crítico de EA, Maiorga Ramírez, ha señalado que la sentencia de la Audiencia de Álava en la que le da la razón en su denuncia tras haber sido excluido de las primarias de 2019, que supusieron el nombramiento de Eva Blanco, supone que “se deben celebrar primarias en dos meses”. Ha pedido su celebración y ha asegurado que es hora de “terminar con el bucle diabólico de ejecutar de forma perversa el poder del aparato” del partido, que entiende que el proceso congresual ya está en marcha y que será en febrero de 2022 cuando se resuelva esta cuestión.
En una rueda de prensa en el Alkartetxe de Donosia, Ramírez, junto a coordinadores críticos de EA en Navarra, Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, ha destacado que el fallo judicial considera que hubo “vulneración de derechos fundamentales y que procede anular la proclamación de Eva Blanco como secretaria general, si bien este punto no se cita expresamente en la resolución judicial. ”Han pasado casi dos años desde que la injusticia democrática de la anulación de mi candidatura nos llevó a tener que recurrir en el juzgado que finalmente ha determinado que la dirección vulneró derechos fundamentales“, ha reiterado, según recoge Europa Press.
A su juicio, en estos dos años “la máxima responsabilidad política, organizativa y económica del partido se ha ostentado de espaldas a la afiliación” y “los más de 400 afiliados” que avalaron su candidatura “han tenido que soportar calumnias por parte de la actual dirección”. Para Ramírez esta sentencia es “muy importante” ya que “recuerda a EA y al conjunto de fuerzas políticas que las posiciones de poder internas y sus aparatos no pueden ser usados para laminar derechos y condicionar debates en procesos democráticos”.
A ello ha añadido que el fallo judicial constata, que “desgraciadamente en EA se ha usado ese poder interno para impedir que la afiliación decidiera” si el secretario general de la formación era él o Eva Blanco, “vulnerando” sus “derechos básicos y democráticos”. En este contexto, ha defendido que EA surgió para “defender derechos, no para vulnerarlos”. “Esa es nuestra seña de identidad”, ha incidido. Además, ha advertido que “ningún afiliado de EA, ni los responsables de esa vulneración, pueden frivolizar con la gravedad de una sentencia que dictamina que en EA se están vulnerando derechos”.
Ramírez ha insistido en que “la gran familia de EA no merece la deriva totalitaria que describe la sentencia y ha sido ejercida por unos pocos”, todo ello, además, “en un momento de especial intensidad política”, ya que se debatía sobre “el encaje de EA en EH Bildu”. Al respecto, ha recordado que quienes apoyaron su candidatura para liderar EA apuestan por “un modelo de coalición” en el que este partido “aporte su bagaje pero con personalidad propia”, mientras que la actual dirección aboga “por su disolución en las estructuras de EH Bildu a modo de partido”.
“Se han vulnerado los derechos de una gran masa de afilización que ve como EA se diluye en una EH Bildu con hegemonía de la izquierda abertzale sin consultarles siquiera”, ha subrayado. Por otro lado ha señalado que la sentencia de la Audiencia de Álava “impone diálogo, cambios en la forma de actuar dentro de EA y reorientar las decisiones organizativas, maniobras de dilación y expedientes disciplinarios, que suponen una vulneración de derechos fundamentales”.
Para Ramírez es “hora de terminar con el bucle diabólico de ejecutar de forma perversa el poder diabólico del aparato y llevar a cabo unas primarias en las que no se conculquen derechos, como dictamina la sentencia, que deben celebrarse en dos meses”. “Es momento de llevar la situación al terreno de la cordura, acordar una mesa de diálogo y en ella hablar y acordar condiciones democráticas y de transparencia que devuelva a EA a la senda de la normalidad democrática de la que nunca debió salir”, ha sostenido.
Sobre la posibilidad de que la actual dirección del partido recurra la sentencia, ha señalado que sería una “buena noticia” que no lo haga. “Es una oportunidad de sentarnos, hablar, acordar parámetros democráticos que vuelvan a EA a la senda democrática y transparente interna que nunca debió abandonar”, entiende. Así ha señalado que “lo contrario sería contravenir los estatutos, la sentencia y una situación que lejos de coadyuvar a mejorar el clima interno supondría una deriva muy alarmante”.