El día de Navidad, los partidos vascos tienen por costumbre realizar una valoración -casi siempre de forma crítica- del discurso de Nochebuena del rey. En esta ocasión, por segundo año consecutivo, EH Bildu ha optado por no realizar ninguna valoración de las palabras de Felipe VI. El año pasado llegaron a pedir un “boicot activo” y que la ciudadanía apagase la televisión mientras el monarca hablaba. No obstante, el PNV sí que ha lanzado un comunicado, pese a que en primer momento estaba prevista una comparecencia de Aitor Esteban en Sabin Etxea que ha quedado anulada por un “episodio de conjuntivitis” del portavoz del la formación jeltzale.
En el escrito, Esteban ha criticado la “visión idílica que Felipe VI tiene de la Constitución que ni el PNV ni la sociedad vasca apoyaron en 1978 y que el Grupo Vasco ha tratado de modificar en innumerables ocasiones en el Congreso”. “Aquí hay una nación que es la vasca. Decir que en el Estado español hay una única nación es negar lo incuestionable. El monarca podría haber intentado ser útil, pero no ha sido así: es una continuidad de su padre”, ha insistido el portavoz del PNV.
En este sentido, la formación jeltzale cree que el monarca podría haber intentado “acomodar los diferentes sentimientos nacionales, pero no ha tenido voluntad hasta ahora”. Aun así, Esteban ha valorado positivamente la defensa que Felipe VI hizo de la democracia liberal y de la Unión Europea. Sin embargo, ha rememorado que el discurso del 3 de octubre de 2017 es “un grave error” en la trayectoria del Jefe del Estado y ha criticado que Zarzuela y Moncloa “no van a una” en muchas de las acciones que llevan a cabo. Finalmente, en cuanto a la petición de Felipe VI de serenidad ante la “atronadora bronca política”, Esteban ha afirmado que “EAJ-PNV no se siente interpelado”: “Trabajamos desde la responsabilidad para mejorar la vida de la ciudadanía vasca”. Por último, desde el PNV han criticado que “Felipe VI utilizó 1806 palabras en su discurso de anoche y solo dos fueron en euskera”.
El nuevo coordinador general de Podemos Euskadi, Richar Vaquero ha lamentado que el rey vive en un “mundo paralelo” y es “ajeno a la realidad”. “Es un rey que está ajeno a la realidad, cuya máxima preocupación en estos momentos está sujeta a su índice de popularidad, no vaya a ser que el pueblo se subleve. Un rey que vive en una realidad paralela y que obvia conscientemente el genocidio del pueblo palestino en un año en el que Israel ha asesinado a más de 45.000 personas, entre ellas, más de un tercio niños y niñas”, ha declarado en un vídeo difundido en sus redes sociales.
Para Vaquero, Felipe VI es un rey que “no escucha ni atiende los derechos fundamentales como la vivienda ante la grave emergencia habitacional, un rey que habla de cohesión social al referirse a la migración pero no propone la regularización de cara a evitar la marginalidad de la gente. Un rey que evita hablar de la igualdad o de la violencia machista y que habla de un cambio climático como un desafío”, ha insistido para terminar diciendo que “a estas alturas no interesa lo que diga, pero, ya que habla, que diga cosas tan coherentes como que por el bien común lucharemos por conseguir la III República”.
Desde Sumar Mugimendua han señalado que el discurso de Nochebuena del Rey Felipe VI refleja una “preocupante desconexión” con Euskadi e ignora “cuestiones vitales para la ciudadanía, como pueden ser la vivienda o la crisis ecosocial”. En su opinión, el mensaje del jefe de Estado es propio de una institución “anacrónica, incapaz de ofrecer respuestas a las demandas actuales ni de interpelar a una ciudadanía diversa y moderna”.
En relación a las menciones que el monarca hizo sobre la Dana, Sumar Mugimendua ha culpado a Felipe VI de evitar abordar el “problema de fondo: el impacto del negacionismo climático y la falta de acción frente a la emergencia climática”. También consideran “preocupante” que se destaque la migración como un problema fundamental del país, “vinculándola al orden y la seguridad, reproduciendo marcos discursivos propios de la extrema derecha y alejados de las verdaderas preocupaciones de la ciudadanía”.
Sobre la vivienda, la organización de izquierda vasca ha criticado que el discurso del monarca ofrezca “una visión simplista y alineada con los intereses de los rentistas, sin abordar la especulación inmobiliaria ni la necesidad de garantizar el derecho a una vivienda digna”. Además, ha alertado sobre la ausencia de referencias a temas como la crisis climática, el feminismo o los derechos LGTBIQA+, lo que refleja “un discurso desconectado de las prioridades y demandas reales de la ciudadanía vasca y del Estado español”.
Tras afear la ausencia de cualquier mención a la crisis humanitaria y al “genocidio en Palestina”, ha subrayado que, en un contexto de “graves violaciones de derechos humanos, el silencio del Rey es injustificable”. En su opinión, el Gobierno del Estado español debe “defender los derechos humanos de manera consistente en todos los conflictos, sin hacer distinciones”.
En el lado contrario, el PP vasco ha realizado una valoración positiva de las palabras de Felipe VI. La secretaria general PP del País Vasco, Esther Martínez, ha coincidido con la apelación que el Rey Felipe VI ha hecho para “recuperar aquello que ya sabemos que ha funcionado”, como es el “espíritu de la Constitución Española”. “El discurso contenía un certero análisis de la realidad que vivimos, de las necesidades, las esperanzas y los anhelos que tenemos el conjunto de los vascos, igual que el resto de españoles, con problemas que necesitan urgentes soluciones y que hemos de afrontar entre todos; desde la diversidad, sí; desde la discordia, no”.
Martínez ha llamado a “crear un espacio común y compartido, para escuchar sin ruidos ni distorsiones, para poder entender y entendernos, y para poder, sobre todo, dar respuestas, recordando que somos un gran país, una gran nación, sabedores de que no hay nada por encima de las personas, de todas y cada una de ellas, de su dignidad, de su libertad y de la igualdad de todos y cada uno”. “El rey ha hecho una apelación a la igualdad, que no significa uniformidad, a la colaboración para evitar la descoordinación, a la solidaridad para poder evitar la desigualdad, a la reflexión tan necesaria para propiciar el diálogo, y a la concordia necesaria, por supuesto, para la convivencia y la libertad. En fin una apelación a recuperar aquello, además, que ya sabemos que ha funcionado: el espíritu de la Constitución Española”.
Por ello, ha descrito a Felipe VI como un rey que está “sin duda, muy pegado a la realidad, abordando la Dana, la vivienda, la migración, la pobreza infantil y la desigualdad”. “Un Rey que transmite sentido y sensibilidad, crédito y credibilidad”, ha concluido.