Después del debate generado en la campaña electoral por la inseguridad en las calles, del que participó incluso el PNV, llegan los números. La tasa de delincuencia presencial por cada mil habitantes descendió el pasado año en Euskadi 1,57 puntos (un 3%), mientras que la de los ciberdelitos aumentó en 3,37 puntos (un 38%). En concreto, el año pasado en Euskadi se registraron 138.180 delitos: 110.473 (el 80%) fueron presenciales, frente a los 27.707 (20%) que se produjeron a través de las nuevas tecnologías.
El Gobierno vasco ha elaborado y colgado en los portales web de la Ertzaintza y de los cuerpos de Policía local la 'Memoria Delincuencial 2023 de la Euskal Polizia', un documento que, como todos los años, recopila, analiza y compara las infracciones penales que se producen en Euskadi recopiladas por la Ertzaintza y las policías locales de los ayuntamientos de más de 15.000 habitantes. Según este informe, recogido por Europa Press, aunque la gran mayoría de los delitos siguen cometiéndose de forma presencial en Euskadi, los que más continúan aumentando son los ciberdelitos.
El año pasado la tasa de ciberdelincuencia por cada mil habitantes aumentó en los tres territorios históricos y capitales, pero la tasa de delincuencia en las calles, la presencial, bajó en Bizkaia, Gipuzkoa y Bilbao, se mantuvo prácticamente igual en Donostia, frente a Álava y Vitoria, dónde creció varios puntos. Por tipología delictiva, la gran mayoría de los delitos que se cometieron en Euskadi, tanto de manera presencial (el 57%) como a través de las nuevas tecnologías (más del 93%), son contra el patrimonio: hurtos, robos con fuerza en las cosas, robos con violencia e intimidación, daños, estafas, etc.
En cambio, las infracciones penales de mayor gravedad, las que se cometen contra las personas (lesiones, todos los tipos de violencia física y sexual, coacciones, amenazas, etc.) representaron el año pasado apenas un 11% de los delitos presenciales y un 3,5% de los que se cometen en el ciberespacio. Dentro de ese 11%, considerado más grave por la inseguridad y alarma social que generan (los delitos presenciales contra las personas), la inmensa mayoría sigue siendo casos de violencia ejercida contra las mujeres.
Así, según los datos de la Ertzaintza del año 2023, un total de 6.572 mujeres sufrieron violencia a manos de la pareja o expareja (violencia de género), violencia por parte de un familiar o conviviente que no sea pareja (violencia doméstica), o violencia sexual con autor externo al margen de las otras dos categorías (delitos contra la libertad sexual), cifras que suponen un nuevo incremento del 7% con respecto al año 2022.
En el caso concreto de los delitos contra la libertad sexual, el aumento registrado es del 24%, dato que se explica por el cambio normativo de la denominada coloquialmente ley del “solo sí, es sí”, así como al aumento de la conciencia social y, con ello, el número de denuncias. La mayoría de la violencia que se ejerce contra las mujeres tiene autor conocido y, por eso, la tasa de esclarecimiento es altísima: en 2023, la Ertzaintza esclareció el 83% de estos casos, poniendo a sus autores a disposición judicial.
El Gobierno vasco elabora todos los años un informe detallado sobre las infracciones e incidentes de odio que se cometen en Euskadi. Dicho informe se está ultimando, pero los primeros datos apuntan a una fuerte disminución en 2023: de 224 a 261 delitos registrados. Dentro de esta categoría delictiva, la gran mayoría, el 67,8% de los delitos de odio se originan por motivos de racismo o xenofobia. A distancia, los motivos más frecuentes de esta violencia son la identidad sexual (14,1%) y la orientación política (7,6%).