Vecinos del barrio de Gros, en Donostia, denuncian que las obras de construcción del edificio Gastronomy Open Ecosystem del Basque Culinary Center (BCC), que suma más de 40 millones de euros en ayudas públicas y parcelas cedidas de forma gratuita para todos sus proyectos de expansión en curso, están causando afecciones a los alumnos del centro escolar Xabier Zubiri Manteo, que se encuentra en las inmediaciones, pues están sometidos a un ruido “insoportable”. El grupo municipal de IU (Elkarrekin) denuncia, además, que el Ayuntamiento no ha adoptado medidas suficientes para preservar el bienestar de los alumnos, de los usuarios del ambulatorio y del resto de vecinos de la zona y que los estudios preceptivos se han llevado a cabo cuando ya habían transcurrido meses desde el comienzo de las obras.
Desde IU insisten en que las medidas que se han adoptado, además de ser insuficientes, llegan con retraso. El edificio de la zona de Manteo, que se unirá en Donostia al ya existente en Miramon, se está construyendo en una parcela que se le cedió al BCC de forma gratuita. Se presenta como “un proyecto abierto a la ciudad desde la innovación, investigación, formación y emprendimiento” dentro de la estructura del BCC, que a su vez aúna la facultad de la gastronomía adscrita a la privada Mondragon Unibertsitatea y un centro de investigación. Las obras de este edificio comenzaron a ejecutarse en enero de 2024 y el estudio sobre las posibles afecciones —titulado 'Estudio acústico asociado a las obras de construcción del edificio GOe BCC en la Avenida de Navarra en San Sebastián (Gipuzkoa)'— no se confeccionó hasta febrero. En él se insta, por ejemplo, a “evitar el empleo de maquinaria ruidosa de modo simultáneo”. También se hace referencia a la necesidad de distribuir bien las tareas a lo largo del día: “Se prestará especial atención para programar las actividades ruidosas evitando, si es posible, las primeras horas del día. Entre otros trabajos, limitar los horarios de la recepción de materiales y las labores de hormigonado”. IU denuncia que este informe se redactó por la insistencia de los familiares de los alumnos del centro escolar. De igual manera, llegó con mucho retraso la colocación de las barreras acústicas, que, según la propio formación, no se hizo efectiva hasta bien entrado abril.
“No se ha protegido al alumnado”
En un pleno del Ayuntamiento celebrado la semana pasada, y a propuesta de IU, se aprobó un punto de una moción que instaba al Gobierno de la ciudad “a controlar las medidas exigidas a la promotora con el objetivo de cumplir los límites establecidos en materia de ruido, garantizando la seguridad y salud de las personas afectadas por la obra del GOe: alumnado y profesionales del centro educativo de Zubiri Manteo, el vecindario de la zona y las personas usuarias del ambulatorio de Gros”. Aunque lo intentaron también, no consiguieron que se instase a la paralización de las obras ni que se sancionase a la promotora por no cumplir con los requisitos.
Arantza Gónzalez, concejala por la formación de izquierdas en el Consistorio, lamenta que “no se ha protegido al alumnado” del ruido de cara a los trabajos “más graves” de construcción del edificio, aquellos que acarrean el mayor ruido. “Y eso que el decreto del Gobierno vasco de medidas para mitigar el ruido, así como las normas municipales, establecen una serie de colectivos vulnerables o de especial protección ante el ruido y uno de ellos son los estudiantes”, subraya. A la conclusión del pleno del Ayuntamiento en el que se rechazó detener las obras, se grabó junto a las obras, delante de unas de las pantallas de protección instaladas. “No cubren lo que exigen los informes, porque deberían ser más elevadas para proteger de verdad al alumnado de Manteo del ruido infernal que lleva sufriendo ya desde finales de enero”, protestaba entonces, y se preguntaba: “¿Qué hace el Ayuntamiento? ¿Sanciones? ¿Paralización? Nada”. “El Gobierno municipal insiste en que todo está bien, en que todo se cumple. Nosotras decimos que este es el Gobierno del no: no a proteger el patrimonio público, no a proteger el único espacio de Gros, no a proteger la salud y la seguridad del alumnado de Manteo y no tampoco a proteger la seguridad y la salud del vecindario de la zona”, apostillaba.
La del ruido no es la única protesta que han desatado las obras de construcción de esta nueva sede del BCC. A finales de enero, la plataforma SOS Manteo y el grupo de la oposición municipal Elkarrekin (dentro del que se encuadran Podemos, IU, Berdeak Equo y Alianza Verde) denunciaron un “arboricidio” en la zona. “Ya ha empezado el arboricidio. Y eso que Amenabar-BCC en su reunión informativa en Okendo dijo que los árboles de la acera no los iban a tocar. Y mientras unos mienten, el Ayuntamiento calla. ¿Esto es lo que merecemos los donostiarras, alcalde Eneko Goia?”, protestó entonces la plataforma vecinal. Ya en marzo, un centenar de personalidades se adhirió al manifiesto impulsado por esta misma plataforma para pedir que la zona “siga siendo pública y verde” y solicitaron que se abandonara la construcción.