Las cerca de 50 toneladas de plomo desperdigadas por el campo de tiro abandonado de Lezama han vuelto cuatro años después a ser tema de debate en las Juntas Generales de Bizkaia, después de que la asociación Lezama Bizirik promoviera en 2010 una propuesta para analizar la zona contaminada, proceder a su limpieza y descontaminación, y encargar la elaboración de un Plan de Ordenación de los Montes de Utilidad Pública de la sierra de Ganguren. Todo ello con el objetivo de evitar que en el futuro pudieran tolerarse actividades contradictorias con la calificación especial que recibe la zona, como el viejo campo de tiro ilegal que estuvo en activo a pesar de carecer de licencia de apertura ni de actividad durante 22 años, sin que las autoridades vascas hiciesen nada al respecto.
Esta propuesta que en mayo de 2010 contó con la aprobación unánime de las Juntas y el compromiso de llevar a cabo el plan por parte de la diputada de Agricultura y Medio Ambiente, Irene Pardo, aun no se ha formalizado. En el momento actual, transcurridos cuatro años, no se ha producido ninguna actuación de descontaminación ni limpieza de los terrenos y acuíferos del campo, de modo que los perdigones y platos de los tiradores siguen desperdigados junto al cauce de tres arroyos. Es más, en una última visita a la zona, miembros de Lezama Bizirik, pudieron comprobar “cómo los restos siguen allí y están siendo subsumidos por el terreno, con lo que su limpieza cada vez es más complicada”, han manifestado a través de un comunicado. Los platos están compuestos de productos tóxicos como brea y cadmio, que se pueden desperdigar cuando se deshacen por los tiros.
La diputada de Medio Ambiente asegura que “no es competencia” de su departamento
La cuestión volvía a comisión a petición del grupo juntero socialista que reclamaba la comparecencia de la diputada de Agricultura y Medio Ambiente para explicar por qué “estos terrenos -propiedad del Ayuntamiento de Lezama y gestionados por la Diputación Foral de Bizkaia- siguen en el mismo estado que se dejaron en su día, así como la inexistencia de noticias sobre el Plan de Descontaminación”. En respuesta a ello, Irene Pardo declaraba que “este asunto no es competencia” de su departamento. “Los terrenos del antiguo campo de tiro de Lezama, clausurado en el año 2008, no figuran en el inventario de suelos contaminados del País Vasco, que elabora el Ejecutivo autónomo”, ha asegurado la diputada, quien ha indicado que en el último trimestre del año se presentará el estudio encargado por su departamento para la gestión forestal del monte Ganguren durante los próximos diez años.
Tras las palabras de Pardo, el apoderado del PSE-EE Isaac Fernández ha puesto en duda que “50 toneladas de plomo sobre una superficie de 4.000 metros cuadrados no supongan contaminación y más al lado del nacimiento de tres arroyos protegidos”. Por ello, Fernández ha solicitado que la Diputación inste al Gobierno vasco a realizar unas catas en los citados terrenos de Lezama “que determinen el grado de contaminación de los mismos”. Por su parte, el juntero de EH Bildu Asier Vega ha puesto el acento en “la contaminación producida por una actividad ilegal” y ha criticado “la pasividad de las instituciones” en este caso. Para la portavoz del PNV Nerea Ahedo, en cambio, las prácticas de tiro no eran ilegales ya que “contaban con los correspondientes permisos de la Guardia Civil y del propio ayuntamiento de Lezama”. Unas declaraciones, que según la asociación Lezama Bizirik, son “mentira literalmente porque jamás han podido presentar ninguna licencia”. “En las reuniones de 2010 nos llegaron a decir que no tenían constancia de que allí hubiera un campo de tiro, cuando al lado tienen un puesto de vigía con una guarda forestal que a nada que enciendes una fogata te viene a alertar”, indica Txema Pico sobre una actitud que considera “vergonzosa” por parte de la diputada que “no ha cumplido su palabra y ha vuelto a decir lo mismo que hace cuatro años”.
“Se ha ninguneado la decisión de las Juntas Generales”
Además, el miembro de la asociación recalca que se ha “ninguneado” la aprobación “unánime” que en su día dieron las Juntas a la evaluación de la posible contaminación del terreno. “No han sido ninguna sorpresa las declaraciones de hoy porque llevan pasando cuatro años de un tema que es de extrema gravedad”, dice Pico, quien también recrimina la actitud de Ura, Agencia Vasca del Agua, “que nos venden por televisión que tenemos que cuidar nuestros ríos y siendo conocedores de esto, ni han venido aquí ni han puesto en marcha ninguna actividad cuando saben que lo hemos denunciado por activa y por pasiva con fotos y videos que tiene Diputación y todos los grupos junteros”, aseguraba mientras insistía que desde Lezama Bizirik permanecerán “vigilantes” y seguirán denunciado el caso.
En medio de toda la polémica, el Consistorio de Lezama mantiene cerradas las instalaciones y ha rechazado la petición de que se abran a su uso público, “a pesar de ser zona de paso para muchos vecinos”, según señalan miembros de la asociación. “Es sintomático, por no decir sospechoso, que el Ayuntamiento prohíba su uso público, mientras sigue gastando en arreglos y cuidados del mobiliario y manteniendo los carteles de campo de tiro”, indican desde Lezama Bizirik, que también insta a la administración local “a desmantelar de una vez los carteles y el foso para proceder a la apertura de las instalaciones para un verdadero disfrute público del vecindario”.