El Ayuntamiento de Donostia ha concedido este martes la licencia de obra mayor a Basque Culinary Center Fundazioa para la construcción de su segunda sede en la capital guipuzcoana, en el barrio de Gros. El Gastronomy Open Ecosystem (Goe), estará destinado a convertirse en un centro de innovación gastronómica, “un espacio físico que tiene como objetivo impulsar un distrito urbano de innovación”, ha señalado el consistorio.
La concesión de esta licencia es un paso más el camino para el inicio de las obras, que estarán en marcha en el plazo de un mes después de que este mismo jueves se adjudique la obra la empresa constructora. Son unas obras que arrancarán en medio de la polémica por la oposición de los vecinos de la zona a que se levante el edificio en el lugar en el que en estos momentos hay un parque, y destinando una parcela municipal de 3.800 metros cuadrados a la construcción de este edificio en el centro de una ciudad como Donostia con muchos problemas para acceder a una vivienda por su elevado precio.
El Basque Culinary Center (BCC) quiere aplacar la contestación vecinal ofreciendo la mayor información posible sobre el proyecto y para ello abrirá una oficina de atención a los vecinos en el barrio para poder dar respuesta de manera directa a todas las cuestiones que se puedan plantear. En esa misma línea de aplacar a los contrarios al edificio, el Basque Culinary Center organizó una reunión informativa abierta a los vecinos el pasado 14 de septiembre con la presencia de los máximos responsables del proyecto para explicar las bondades de las nuevas instalaciones para el barrio, haciendo sobre todo hincapié en que se mantendrá la 'huella verde' que ahora tiene la zona. De hecho, se extendieron en explicar el proyecto paisajista del edificio, que tendrá toda la cubierta superior del mismo habilitado como parque “por el que podrá pasear incluso con el perro”, dijeron.
Pero estas explicaciones no acaban de convencer a los vecinos ni a los grupos de la oposición del ayuntamiento, como se vio en el pleno del consistorio del pasado jueves, en el que el equipo de Gobierno rechazó la moción de EH Bildu para que se paralizaran las obras hasta que no hubiera un proceso participativo. Un pleno que se llevó a cabo con la presencia de vecinos contrarios al proyecto, con algunos momentos de tensión y el alcalde amenazando con desalojar el pleno si continuaban las interrupciones por parte del público. También Elkarrekin Donostia pidió en su día que se convocara una consulta al respecto, aunque sin éxito.
El Ayuntamiento que preside Eneko Goia considera que el GOe es un buen proyecto para Donostia y para el barrio de Gros, y con la aprobación de la licencia de obra este martes realiza el “último trámite” en su mano para el arranque de las obras y la puesta en marcha del proyecto. GOe (Gastronomy Open Ecosystem), que será una especie de templo de la innovación gastronómica para atraer talento y fomentar el emprendimiento y ser un foco mundial de innovación en torno a la gastronomía, estará operativo en abril de 2025, si se cumplen los plazos previstos. Se levantará sobre una parcela de 3.800 m² con un presupuesto de 24 millones de euros públicos -18 del Gobierno vasco y 6 de la Diputación de Gipuzkoa-, mientras el BCC, del que dependerá directamente pondrá dos millones. El edificio que levantará el estudio danés de arquitectura, BIG, tendrá tres plantas, con una cubierta verde a través de la que se podrá pasear. No tendrá plantas subterráneas de aparcamientos de vehículos, como temían los vecinos sino “cuatro plazas de aparcamiento para coches y 180 plazas para bicicletas”, señalan sus responsables, descartando que vaya a suponer un incremento del tráfico en el barrio.