Programas medioambientales, deportivos, de comunicación, artísticos y de biblioteca dirigidos a escolares de la red pública. Todos están riesgo de desaparecer. El Departamento de Educación ha decidido suprimir todas las plazas de media jornada para profesores de la red pública encargados de las Actividades Complementarias Extraescolares (ACEX), lo que implicará la desaparición de esos programas cuando están a punto de cumplir 20 años y rindiendo a satisfacción de la comunidad escolar.
Los docentes afectados se han dirigido a las asociaciones de padres y madres y a los equipos directivos de los centros para plantear acciones de protesta. En Bizkaia son 62 los centros públicos afectados; en Gipuzkoa, 30 y en Álava, uno. Con diferencia, el programa más extendido es el de las bibliotecas escolares, donde se ha impuesto una gestión digitalizada y se desarrollan actividades de fomento de la lectura. En la actualidad, los programas ACEX tienen presencia en el 33% de los centros públicos de enseñanza de Euskadi, dando servicio a unos 55.000 alumnos.
Fernando Lenguas Gómez de Segura, uno de los profesores afectados por estos recortes y responsable de una biblioteca escolar en Gipuzkoa, asegura que la aplicación de las directrices por parte de Educación se inspiran exclusivamente en criterios de recortes económicos. “No hay ningún tipo de justificación pedagógica y contradice las bondades que se otorgan a las bibliotecas escolares”.
Los programas ACEX son atendidos por docentes de Primaria a tiempo completo en virtud de unas convocatorias anuales a las que los centros optaban y a los que les eran concedidos o denegados en base a unos requisitos y a un proyecto redactado por el centro. Estos programas que dejaron de convocarse en 2010 han venido siendo atendidos por docentes formados específicamente, nombrados en comisión de servicios y con dedicación a tiempo completo. Los docentes que desde hace seis años se han ido trasladando a otro destino, jubilando o fallecido, han sido sustituidos, en casi todos los casos, por docentes del propio centro con liberación horaria de media jornada para responsabilizarse del programa/biblioteca.
La previsión es que el departamento elimine para el próximo curso 2016-2017 a los centros que este curso tienen docentes dedicados a la biblioteca escolar a media jornada. “Esto supone en Gipuzkoa el cierre de más de 30 bibliotecas Escolares con decenas de miles de libros adquiridos y catalogados y miles de jornadas invertidas en su gestión. Por si fuera poco, a los más de 10 responsables de biblioteca que se han jubilado este curso en nuestro territorio, les sustituirá un docente del centro a media jornada, pero solo durante el curso próximo. Las cuentas cantan y, en nada, las bibliotecas escolares pasarán a formar parte de la memoria histórica de Euskadi”, se lamenta Lenguas Gómez de Segura. De cumplirse este destino, ¿qué pasará con el gasto público realizado en fondos bibliográficos y audiovisuales? “¿Qué pasará con las familias que, en una coyuntura de escasos recursos, se les priva del servicio de préstamo de libros?”, se pregunta Lenguas Gómez de Segura. “Va a caer un referente para otras comunidades del estado en lo que se refiere a actividades complementarias y extra-escolares y, en especial, a las bibliotecas escolares”.
Para el historiador Raúl López Romo, cada biblioteca escolar es un triunfo de una sociedad avanzada. “Proporciona acceso a Internet, ofrece puestos de lectura, cuenta con fondos variados, útiles para toda la comunidad educativa [libros infantiles de diversos géneros y para distintos niveles de enseñanza, revistas, juegos, obras de referencia, audiovisuales…] y alberga actividades como, por ejemplo, talleres dialógicos, de escritura de cuentos o de teatro”. López Romo advierte de que “fomentar hábitos de lectura entre los más pequeños es un paso fundamental para que en el futuro sean ciudadanos cultos y libres”.