Mientras se discute si debe bajarse la calefacción en edificios públicos y en las casas este invierno para conseguir ahorrar energía, son cada vez más las medidas que se enmarcan en conseguir que las viviendas que se construyan a partir de ahora tengan como base principal la necesidad de ser eficientes energéticamente, en aras de organizar un futuro más sostenible. En este contexto se sitúan las ayudas que ha aprobado este martes el Consejo de Ministros para la rehabilitación residencial y vivienda social de las que llegarán 91 millones de euros a la Comunidad Autónoma Vasca. Estas ayudas están incluidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y se destinarán también a la construcción de viviendas en alquiler social en edificios energéticamente eficientes. Es decir, que por si mismos permitan ahorrar energía, con el consiguiente beneficio para el bolsillo de los ciudadanos y para el medioambiente.
En concreto, el País Vasco recibirá 67.477.620 euros en 2022, procedentes del programa de rehabilitación para la recuperación económica y social en entornos residenciales y otros 24.290.000 euros en 2023 del programa de construcción de viviendas de alquiler social en edificios energéticamente eficientes, según ha informado la Delegación del Gobierno en Euskadi.
El paso por el Consejo de Ministros llega después de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) firmara con el País Vasco el acuerdo, que permitirá financiar con 48,5 millones de euros de los fondos europeos de recuperación la construcción de 1.140 viviendas de titularidad pública que se destinarán al alquiler social, porque el departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes no construirá ya promociones públicas destinadas a la venta. El objetivo, además de aumentar el parque de vivienda de alquiler social, es conseguir que tengan un consumo de energía primaria no renovable inferior en un 20% como mínimo a los requisitos exigidos en el Código Técnico de Edificación.
Estas viviendas se repartirán en once municipios, que serán ejecutadas directamente por VISESA (Vivienda y Suelo de Euskadi S.A.), propietaria del suelo, junto con la propia comunidad autónoma, por lo que serán muchas las viviendas de nueva construcción que llevarán ya el sello de eficiencia energética, condición que impone la Unión Europea para obtener las ayudas. La inversión total prevista en estas promociones es de 173, 51 millones de euros. En concreto, estas viviendas energéticamente eficientes se distribuirán así: 318 viviendas en dos parcelas en Vitoria y 102 viviendas en dos parcelas en Amurrio, en Álava; 180 viviendas en Sestao, 222 viviendas en dos parcelas en Getxo, 108 viviendas en Barakaldo, 42 viviendas en Santurtzi, y 24 viviendas en Sopela, en lo que se refiere a Bizkaia; y 66 viviendas en Hondarribia, 108 viviendas en Zumárraga, 46 viviendas en Orio y 24 viviendas en Urretxu en territorio guipuzcoano.
El Ministerio ha trasferido ya al País Vasco casi 24,3 millones de euros, y está prevista una transferencia adicional del mismo importe a principios del año 2023. La ayuda que se aporta es de hasta 700 euros por metro cuadrado de superficie útil de vivienda con un máximo de 50.000 euros por vivienda, y eran esperadas por las empresas de la construcción como un elemento que puede impulsar el sector, que está todavía muy afectado por la crisis de la pandemia y, sobre todo, por el incremento de los costes de los suministros.
La eficiencia energética en la vivienda va desde los materiales de construcción, respetuosos con el medio ambiente, hasta la orientación para aprovechar el sol, el uso de energías renovables, la instalación de puntos de carga para coches eléctricos o electrodomésticos eficientes. Además de un buen sistema de ventilación y ventanas capaces de aislar del calor y del frío.
La promoción de las viviendas eficientes desde el punto de vista energético se extiende también a la creación por parte de las entidades financieras de prestamos hipotecarios específicos, con tipos de interés más ventajosos, para la compra de estas tipo de viviendas. A modo de ejemplo, el 24% de las nuevas hipotecas suscritas por Kutxabank se enmarcan en la denominada 'Hipoteca verde', que ofrece condiciones especiales de financiación para los inmuebles que cuenten con las certificaciones energéticas más elevadas. Hasta finales del mes de junio se suscribieron por encima de 2.850 operaciones englobadas dentro de esta modalidad hipotecaria, por un valor total de 532 millones de euros, un 1,2% más que en el mismo periodo del año pasado.