La coalición EH Bildu, principal fuerza de la oposición en el Parlamento Vasco, no ve margen para pactar los presupuestos de 2024 del Gobierno de Iñigo Urkullu, a diferencia de lo sucedido en 2022. El Ejecutivo de PNV y PSE-EE opina lo mismo y lo atribuye al contexto preelectoral, pero cuenta con mayoría suficiente en la Cámara para aprobar las cuentas. Con todo, la portavoz abertzale, Nerea Kortajarena, ha presentado este martes una propuesta de más de 350 millones para abrir una negociación. Es una oferta muy centrada en combatir la “decadencia” de Osakidetza, argumento que ya niega el Gobierno. Supone retocar entre el 2% y el 3% del techo de gasto total, 15.025 millones, y 100 millones más que los que el Gobierno concedió a EH Bildu cuando sí estaba dispuesto a pactar, hace dos años.
El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ya se reunió con EH Bildu y con el resto de la oposición salvo Vox la pasada semana. Kortajarena ha considerado “cortita” e “informal” esa cita y ha admitido que salieron de ella sin ver visos de un posible pacto. E incluso sin fecha para otro encuentro. Diferentes voces de la oposición manejan la cifra de que el consejero apenas estaría dispuesto a mover partidas por valor de 20-25 millones. La propuesta de EH Bildu, en todo caso, surge de la “responsabilidad, según ha justificado Kortajarena.
EH Bildu pide que el Gobierno “no puede limitarse a ser notario de la realidad” y sostiene que ha de abordar “retos” críticos para el país. Han de ser presupuestos “para un cambio de ciclo” y han de aprovechar la “extraordinaria” recaudación fiscal impulsada por la inflación. El Ejecutivo no puede conformarse con “los presupuestos de siempre” para “hacer lo de siempre” aunque solamente “con algo más de dinero”, ha criticado Kortajarena. “Son los presupuestos de un Gobierno que ha tirado ya la toalla”, ha abundado la jefa de la oposición, que ha recordado que Azpiazu presentó como positivo que fuese un proyecto “continuista” cuando hay urgencias que atender.
Pone como ejemplo de ello la Sanidad pública. Sobre Osakidetza, EH Bildu entiende que “la joya de la corona” está ya en “deterioro”, con “récord de quejas y reclamaciones” de la ciudadanía y que el gabinete de Urkullu no ofrece respuestas, ni para las listas de espera, ni para la atención primaria ni para mejorar las condiciones del personal. La formación pide como “primer elemento” para poder negociar medidas “concretas” para mejorar la atención de Osakidetza. Más de 150 de los casi 360 millones que plantean en enmiendas van en esa dirección, en concreto 90 para reducir las listas de espera sin privatizaciones, 61,6 para ambulatorios y PAC y otras medidas como la publificación de Emergencias.
EH Bildu demanda también un SMI propio vasco de 1.400 euros y una pensión mínima de 1.080 euros mensuales en 14 pagas. Se estima en 18 millones el coste total de iniciar el cumplimiento de esos compromisos. La coalición quiere cambios también en Educación, Vivienda o impulso del euskera. Y citan igualmente el “problemón” de los cuidados y las medidas contra la emergencia climático. “Se nos acumulan los problemas. No son tiempos para planteamientos continuistas. Hay que hacer un ejercicio de anticipación política”, ha zanjado.
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