Elkarrekin Podemos Alianza Verde cierra la campaña electoral del divorcio con Sumar: “Somos el original, no la copia”
Gorrotxategi ha dedicado todo el discurso a agradecer la labor de su equipo y ha dejado las propuestas a las cabezas de lista por Álava y Gipuzkoa, que han criticado tanto al PSE-EE como a EH Bildu por querer gobernar con el PNV
Elkarrekin Podemos Alianza Verde se ha encomendado este viernes en Bilbao al grito de “¡sí se puede!” para cerrar una campaña en la que la coalición, ya divorciada de Sumar, aspira a lograr al menos tres escaños que le permitan mantener un grupo parlamentario propio. Miren Gorrotxategi —la única candidata que repite con respecto a las anteriores elecciones, las celebradas en 2020 en plena pandemia de COVID-19— ha dedicado la práctica totalidad de su discurso a agradecer el trabajo de la militancia y ha dejado en manos de las cabezas de lista por Álava y Gipuzkoa la labor de trenzar unas palabras que destierren “los mitos” que rodean al PNV (como que es un partido progresista y garante de la buena gestión). Estos también han echado en cara tanto al PSE-EE como a EH Bildu que quieran compartir Gobierno con ellos. “Aquí no manda el PNV, aquí manda la gente”, se ha podido escuchar durante el acto.
Minutos antes del comienzo del mitin, rodaba por las inmediaciones del palacio Euskalduna una 'ecobicicleta' —ese es el título literal que se le ha dado— con el rostro de la candidata. “El domingo vamos a llenar de sonrisas y votos transformadores todos los colegios electorales de Euskadi. Orgullosas de haber 'podemizado' Euskadi”, ha animado Ana Viñals, concejala y portavoz de la formación en Bilbao y este viernes telonera, ante un nutrido grupo de simpatizantes que se ha dado cita en una sala contigua a aquella en la que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, acompañaba a Eneko Andueza en el cierre del PSE-EE.
Gorrotxategi traía un discurso preparado, pero ha anunciado ya desde el principio que no se iba a ceñir a él. Ha dejado las propuestas a un lado, sin hacer una sola mención de ellas, para centrarse en alabar a la militancia y a su equipo. Ha hecho alusión a la fuerza de la gente que pega y repega carteles por las esquinas y también a aquella que le recuerda a todo el mundo por qué merece la pena votar a la coalición que lidera. Ha mencionado y agradecido su trabajo a la coordinación de campaña —que “no duerme, no come y justo justo respira”—, a los equipos de comunicación y producción, al equipo técnico y parlamentario, al “equipo de cuidadoras y cuidadores” que tiene por traerle “hasta jamón del bueno”... e incluso a los medios de comunicación. Luego se ha emocionado. “Sin esta gente, yo ahora mismo estaría tirada en el suelo”, ha asegurado. Y se ha dado también una palmadita en la espalda a sí misma por la experiencia, por llevar cuatro años trabajando en el Parlamento Vasco.
Ha dejado para el final unas palabras trufadas de guiños a los indecisos, para que den el paso de acercarse a las urnas el domingo. “La derecha no se equivoca y siempre vota. Que la gente de izquierdas vote y no deje que los demás conformen las mayorías de nuestras instituciones. Y para votar a la izquierda y tener un Gobierno de izquierdas, que voten Elkarrekin Podemos. Y nos vamos a la Gabarra”, ha zanjado.
Las “carencias” de Osakidetza
La campaña de la coalición liderada por Gorrotxategi ha estado muy centrada en hacer ver las “carencias” de Osakidetza. Para un acto celebrado el pasado lunes, se eligió la localidad vizcaína de Güeñes como escenario, por ser ilustrativa como “una zona de las más abandonadas de Bizkaia por las políticas del PNV”. “Se decía que Osakidetza era el ejemplo de Euskadi, pues ya no lo es. Está cada vez peor, siendo privatizada”, se sentenció aquel día.
El momento estrella de Gorrotxategi en la campaña llegó en el debate a siete celebrado en la antena de ETB2, y fue precisamente con el Servicio Vasco de Salud de fondo. Imanol Pradales, candidato del PNV y que ese mismo día había sido rociado con spray pimienta a la salida de un mitin en la ciudad vizcaína de Barakaldo, extendió su gratitud a “Endika y Sofía”, los oftalmólogos que le habían atendido en el hospital de Cruces. “Menos mal que ha ido a Cruces, porque si hubiera ido a Galdakao no hubiera tenido oftalmólogos, porque no hay urgencia de oftalmología”, le respondió, ágil, Gorrotxategi. Hizo hincapié en que en Usansolo, por ejemplo, no la hay. Y aprovechó para señalar también que no hay ambulancia medicalizada en Durango, su pueblo. O que en el ambulatorio de Irún se pasa consulta “en los baños”.
Más allá de los hospitales y de la atención a los pacientes, la coalición izquierdista ha querido en estas últimas semanas hacer un guiño a zonas como Llodio y Aiaraldea, castigadas por la crisis industrial, y ha propuesto una “reindustrialización verde” que pueda llegar a redundar, según sus propias estimaciones, en la creación de 30.000 puestos de trabajo. “Hay que plantear la recuperación de los polígonos industriales, porque se está produciendo al mismo tiempo una progresiva ocupación del suelo y un abandono progresivo de los polígonos que creemos que hay que recuperar antes de urbanizar suelo nuevo”, sintetizó Juantxo López de Uralde, rostro representativo de la pata de Alianza Verde y cabeza de lista por Álava. López de Uralde —que ha dicho que hablaba desde un punto de vista “más personal”, queriendo abandonar el “tono mitinero”— ha incidido en que la campaña de su coalición ha estado “llena de amor por la tierra”. “El resto de los partidos, incluido EH Bildu, han pasado de puntillas por la destrucción ambiental que está sufriendo este país, que es brutal”, ha señalado, y también ha mirado al Gobierno de “la derecha”, en sus propias palabras y en referencia al de PNV y PSE-EE. “Nos gobierna un nacionalismo que se llena la boca de patriotismo pero que destruye el territorio con sus políticas”, ha apostillado.
“Lo que me gustaría es tener un grupo parlamentario”
La ruptura entre Podemos y Sumar se ha hecho más patente que nunca en Euskadi durante esta campaña. En 2020, concurrió la coalición Elkarrekin Podemos-IU, mientras que ahora Podemos figura en las papeletas con la Alianza Verde de Juantxo López de Uralde, cabeza de lista por Álava, e IU se ha ido de la mano de Sumar, liderado por Alba García Martín. El pasado viernes, Pablo Iglesias, quien fuera líder de Podemos, e Íñigo Errejón, portavoz parlamentario de Sumar, aterrizaron en Euskadi, pero lo hicieron separados por 100 kilómetros y para pugnar por un mismo objetivo, el de sobrevivir en el Parlamento Vasco, aspiración que según los sondeos no tienen asegurado conseguir.
Salvo por alguna referencia y algún cruce más o menos críptico de palabras en los debates electorales, parecía que ambas formaciones habían optado por enterrar el hacha de guerra en los mítines y ante las cámaras y no jugar la baza de los reproches cruzados. En las últimas jornadas, sin embargo, las diferencias han empezado a airearse más y más. “Sumar en Euskadi no tiene estructura. Sumar en Euskadi no tiene militancia. Sumar en Euskadi no existe como proyecto político. Y, a pesar de ello, estábamos dispuestos, en pos de la unidad, a renunciar a posiciones. Pero claro, es que la intención era no acordar”, ha criticado Gorrotxategi en la entrevista concedida a elDiario.es/Euskadi.
Viñals ha sido mucho más dura en el acto de este viernes, con un dardo claramente dirigido a Sumar: “Somos la única garantía de que votarnos va a servir para impulsar políticas de izquierda. [...] Somos Elkarrekin Podemos, el original, los auténticos, no la copia”. Y también se han criticado las “abismales” diferencias entre el Gobierno de coalición que mantuvieron el PSOE y Unidas Podemos en la anterior legislatura estatal y el que ahora conforman los socialistas con Sumar. “Se le ha caído por su propio peso el apéndice de progresista al Gobierno de coalición actual, porque cada una de las propuestas que se lanzan es cada vez más regresiva”, ha expuesto David Soto, cabeza de lista por Gipuzkoa, que ha apuntado como síntomas de esa regresión al aumento de la partida de Defensa y a la entrega de premios a toreros, entre otros.
La división de los partidos a la izquierda del PSE-EE condiciona las expectativas electorales de Elkarrekin Podemos Alianza Verde (y de Sumar) por pura aplicación matemática del sistema de reparto de escaños, con un mínimo necesario del 3% de votos en cada una de las tres circunscripciones. ¿Qué horizonte se fija Gorrotxategi? “Lo que me gustaría es tener un grupo parlamentario”, ha deseado en la conversación con este periódico, para lo que se necesitan un mínimo de tres escaños. Se da la circunstancia de que en la entrevista previa a las últimas elecciones autonómicas, la de 2020, aventuró que su grupo alcanzaría las tres decenas de escaños y la coalición se quedó en solo seis.
“Es posible un Gobierno de izquierdas en Euskadi”
Ione Belarra, exministra y secretaria general de Podemos, se ha dejado ver nuevamente este viernes en la campaña de Elkarrekin Podemos Alianza Verde para arropar a la candidata Miren Gorrotxategi y ha lamentado que ahora mismo Euskadi se arrodille “ante lo que digan Josu Jon Imaz y Repsol”. Ha querido hacer ver que un “Gobierno de izquierdas” es posible y le ha querido tender la mano a EH Bildu para ello. También ha postulado a Elkarrekin Podemos Alianza Verde como formación que no asume la resignación ni los límites marcados por el sistema. “Es triste que en unas elecciones, si votas al PNV, gobierna el PNV; si votas al PSE-EE, gobierna el PNV, y si votas a EH Bildu, también gobierna el PNV”, ha denunciado.
Durante su discurso, ha vertido también algunas críticas contra el Gobierno de Pedro Sánchez por su “resignación” en la Unión Europea y por no frenar la contraventa de armas con Israel. “Nuestro dinero, el de los europeos y las europeas, está yendo directamente a financiar el asesinato indiscriminado de niños y niñas”, ha lamentado, por el genocidio de los palestinos a manos de Israel.