El empresario detenido por explotar a trabajadores en Bizkaia admite que los tenía sin contrato
Niega que se realizasen “jornadas maratonianas”, pero se enfrenta a una posible sanción económica superior a los 70.000 euros por infringir la legislación en materia laboral y de seguridad social
Casi todas las naves del polígono industrial Ugaldeguren, en la localidad vizcaína de Zamudio, tienen la persiana bajada para las cinco de la tarde. Los trabajadores salen por las puertas traseras de las diferentes empresas, montados en sus coches, y hay poco movimiento en la zona, a excepción de tres o cuatro camiones. En uno de los pabellones, la empresa de Ajos y Cebollas Txorierri sigue abierta. Cajas de piel de cebolla se amontonan en la entrada, junto al camión de reparto de color verde, el mismo que el del cartel que preside la entrada. Dentro, más cajas. Esta vez con ajos y cebollas guardados en mallas moradas y naranjas. Dos empleados, un hombre y una mujer, pelan las verduras con las manos. El olor es fuerte. Uno de los empleados explica que hasta la seis “no llega el jefe”. La semana pasada, el dueño de Ajos y Cebollas Txorrieri, A. Rodríguez, que finalmente ha llegado a la seis, fue detenido por la Policía Nacional por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores.
Fueron los propios empleados los que acudieron a denunciar su situación a la comisaría de la Policía Nacional en Bilbao, según recoge el documento elaborado por el cuerpo y que se hizo público este miércoles. En él, se explica que el dueño de la empresa “no había formalizado contrato alguno” a sus empleados, ya que carecían del permiso de residencia, y que su sueldo era de cinco euros por hora “efectiva” trabajada. Además, los trabajadores relataron que el acusado les sometía “ocasionalmente” a lo que él llamaba “maratones”, que consistían en jornadas de trabajo que superaban las 24 horas: de 7.00 de la mañana a 9.00 de la mañana del día siguiente. 26 horas en total, además de estar obligados a pasar toda la noche encerrados en la nave. En la denuncia, también consta que, en caso de sufrir algún tipo de accidente laboral que precisase atención médica, el dueño “les aleccionaba para que no mencionaran ni a la empresa ni el lugar donde habían sufrido las lesiones”. Tras recoger las declaraciones, Agentes del Grupo I de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Bilbao, junto con funcionarios de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, realizaron una investigación conjunta en la empresa y el pasado martes se efectuó allí una inspección de trabajo.
Sí es verdad que cuatro estaban sin contrato y eso hay que regularizarlo
En ella, se identificó a un total de ocho trabajadores, cuatro de ellos sin permiso de residencia y sin contrato de trabajo, por lo que se detuvo al dueño del negocio, quien, además del delito contra los derechos de sus empleados, se enfrenta a una posible sanción económica superior a los 70.000 euros por haber infringido la legislación en materia laboral y de seguridad social. Tras declarar en dependencias policiales, el acusado ha quedado en libertad y está obligado a presentarse ante la autoridad judicial que instruye la causa.
Ahora, A. Rodríguez clama que “sí es verdad que cuatro estaban sin contrato” y que tendrán que “regularizarlo”, pero que el resto de acusaciones son “una falsedad”. “Todo eso de jornadas maratonianas que les imponíamos a los trabajadores es mentira. Eso no. Aquí había gente que venía cuando quería trabajar y se iba cuando quería. 26 horas seguidas no ha metido aquí jamás nadie. En la vida”, ha insistido el dueño de Ajos y Cebollas Txorierri a elDiairio.es/Euskadi. Aun así, reconoce que sus empleados “han trabajado de noche algún día”, pero que siempre “en varios turnos” y que quienes “han venido (a trabajar) no han estado todas esas horas”. Ante la gravedad de las declaraciones de los empleados y una vez comprobada la veracidad de lo narrado por las víctimas, los investigadores de la Policía optaron por concederles el carácter de testigos protegidos, a fin de evitar posibles represalias.
Todo eso de jornadas maratonianas que les imponíamos a los trabajadores es mentira. Eso no. Aquí había gente que venía cuando quería trabajar y se iba cuando quería
Sin embargo, el dueño considera que dentro de la empresa hay “una persona” que les “quiere joder” y que “ha urdido un plan para hacer todo esto y dañar” a Ajos y Cebollas Txorierri. Después de personarse en la nave y repetir que no daría más declaraciones, ha remarcado que había personas trabajando de forma “irregular” y que “hasta ahí llega el asunto” porque “todo lo demás es darle leña”. “Quiero que entendáis en qué situación estoy yo. Tengo una empresa de ajos y cebollas, un negocio donde la gente no quiere trabajar. Hay quienes vienen a la puerta. Y, como hay trabajos que no tenemos cómo contabilizar, pues trabajan por horas, pero no en jornadas a destajo”, ha argumentado. En esta línea, se ha mostrado contrariado por las acusaciones y ha concluido que “ahora todo está en un proceso judicial” y que “cuando acabe se verá”.
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