El final de fiestas de Vitoria-Gasteiz no ha transcurrido como estaba previsto, al menos, en lo que a la actividad de las cuadrilla se refiere. Las formaciones de blusas (hombres) y neskas (mujeres) que animan las calles de la ciudad durante las jornadas festivas de La Blanca han desfilado en silencio coincidiendo con la despedida de este año. De esta manera protestaban por la acción protagonizada días antes por un grupo de mujeres del colectivo Bilgune Feminista que irrumpieron durante el desfile festivo al paso de la cuadrilla Jatorrak –la única que no hasta el momento no admitía chicas en sus filas–.
Llevaban los rostros tapados con pañuelos y gritaban “Gora borroka feminista! - ¡Arriba la lucha feminista!”. Portaban escobas con las simulaban 'atacar' a los blusas. Pero esta acción reivindicativa, que no fue de gusto de las cuadrillas, acabó en una confrontación y cruce de acusaciones y algún golpe entre ambos colectivos, los blusas y las feministas.
Precisamente esa cuadrilla se vio envuelta en incidente el día 5 de agosto. Varios de sus integrantes- seis según la versión de la Comisión de Blusas y Neskak- protagonizaron una “agresión sexista”. Insultaron a una chica y aludieron a sus tetas y aspecto físico, según los testimonios de testigos. Cuando la noticias llego a oídos de la Comisión de Blusas y Neska, localizaron a los agresores. Estos se reunieron con el colectivo feminista para mostrarles su arrepentimiento por lo ocurrido. Pidieron disculpas y fueron aceptadas. De esta forma se escenificaba el cierre del incidente.
Pero Arabako Bilgune Feminista había convocado una protesta contra Jatorrak para el paseíllo de vuelta de este sábado, porque consideran que esta cuadrilla es “machista por no admitir a mujeres”, una protesta que no desconvocaron y que los blusas tomaron como una ofensa y venganza por la agresión protagonizada por algunos de los blusas de esa formación. Por ello desfilaron en silencio en el último paseíllo. Incluso se podía ver a varias mujeres de la comisión que portaban una pancarta en la que se leía “No nos sentimos defendidas, sí ofendidas', en alusión a Eraso Sexistarik ez” -No a las agresiones sexistas-, en alusión a la actuación de las feministas.
Ellas han asegurado que la acción reivindicativa estaba organizada con antelación.