Euskadi admite que el 10% de citas para la vacuna no acude pero destaca que “no ha caducado ninguna dosis”
En Euskadi, el 10% de las citas de vacunación contra la COVID-19 acaba en “inasistencia”, según los datos aportados en el Parlamento Vasco por la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en respuesta a una pregunta de Laura Garrido, de PP+Cs. El Gobierno añade que a ellos se les suma otro porcentaje de casos en que no se puede administrar el suero “por no darse las condiciones de tiempo transcurrido desde la infección previa”. Evidentemente, en los momentos de mayor transmisión, los positivos también fueron un condicionante. En todo caso -puntualiza Sagardui- “hasta el momento no se ha caducado ninguna” dosis por estos motivos.
Según Salud, “las condiciones de almacenamiento y conservación de las vacunas han ampliado los rangos de utilización durante la pandemia”. “La disponibilidad en congelación o ultracongelación durante seis meses para las vacunas de ARN mensajero, indicadas en la vacunación con dosis adicionales, posibilita disponer de ellas en períodos más largos. Tras la descongelación, son viables durante cuatro semanas en condiciones de refrigeración, lo que permite una gestión eficiente en los puntos de vacunación [...]. Gracias a que las caducidades de las vacunas se han ampliado, se ha podido redirigir las vacunas de unas organizaciones a otras y, hasta el momento, no se ha caducado ninguna por este motivo”, informa Sagardui. Para los refuerzos se logran seis dosis de cada vial de Comirnaty (Pfizer) y veinte de cada uno de Spikevax (Moderna).
Según los últimos del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), 1.877.086 vascos tienen la pauta completa de la vacuna contra la COVID-19. Es el 86,18%. Dado la vuelta, quedarían unos 300.000 vascos sin vacunar, aunque en esta cifra, además de los que no han querido hacerlo, se incluyen unas 56.000 esperando la segunda dosis, personas con la inmunización contraindicada y los menores de 5 años, sin ningún producto autorizado. En el caso de los niños de 5 a 11 años, son 112.455 las vacunas administradas, ni siquiera la mitad de las 228.000 disponibles (una fórmula pediátrica de Pfizer). El 42% de ese colectivo aún no tiene ni la primera dosis. La campaña empezó en diciembre y parte de ello se explica por los miles de menores que se contagiaron con ómicron en esas fechas.
En los niños la pauta completa la tienen un 28,5%. En el resto de franjas de edad la protección oscila entre el 86% de las personas de 18 a 40 años, hasta el 97,5% de los octogenarios. En cuanto a los refuerzos, apenas un 25% de los jóvenes de 18 a 29 años ha acudido a Osakidetza. La proporción sube al 36,5% con los treintañeros, al 57,6% con los cuarentañeros, al 77,7% con los quincuagenarios y ya por encima del 90% de los 60 años en adelante. La evolución temporal muestra que las primovacunaciones llevan muy paradas desde septiembre (90,4% de personas de más de 12 años con una dosis y ahora 92,8%) y que los refuerzos apenas han subido del 64,8% de los mayores de 18 años al 68% entre enero y febrero. Un dato, en la última semana se han administrado 6.848 vacunas, menos de un millar al día. En total, son 4.596.768 las dosis empleadas.
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