Como complemento a los presupuestos de 2023 y dentro del anunciado programa extraordinario Hitzartuz, el Consejo de Gobierno vasco ha aprobado este martes una partida de 2,5 millones destinados a ayudas de alimentación y 9,4 millones para sufragar el bono térmico de las familias con mayores dificultades económicas por la subida de la inflación. Las ayudas a la alimentación son un “concepto nuevo” al margen de las AES (Ayudas de Emergencia Social) que se gestionará a través del área de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales y que entrará en vigor el 1 de enero de 2023, con un cuantía de partida de 2,5 millones.
Con ello se quiere “dar respuesta a las familias más vulnerables”, ha señalado el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, que no ha detallado ni el volumen de beneficiarios ni el funcionamiento del plan, ya que deberá tener un desarrollo posterior una vez se aprueben los presupuestos. La gestión se llevará a cabo a través de la Cruz Roja, porque es “la forma más eficaz y eficiente es hacerlo”, ha señalado. De hecho, es através de esta organización como se han canalizado en los últimos años las ayudas contra la pobreza energética. Fuentes del departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, han señalado que se distribuirán a través de tarjetas monedero que los beneficiarios canjearán en supermercados y tiendas, no en el Banco de Alimentos. Esta medida para atajar la alta inflación y sus consecuencias sobre los colectivos más vulnerables llega después de que Euskadi torciera el morro cuando el Gobierno central planteó poner topes a los precios de los alimentos.
En lo que se refiere a las ayudas para sufragar la calefacción, el bono térmico, contarán el año que viene con la misma cuantía que en este año 2022, 9,5 millones de euros, que se financian por el Gobierno de España, aunque la gestión es del Gobierno vasco. De este programa se benefician este año 46.270 personas en Euskadi, según las condiciones que fija el Gobierno de Pedro Sánchez para toda España. El programa Hitzartuz añade a estas ayudas 1,5 millones aportados por el Gobierno vasco para reducir la pobreza energética con ayudas que podrán ir entre lo 70 a los 130 euros y que también se gestionan por Cruz Roja. Por otra parte se repite la aportación de 1,5 millones de euros destinados a reducir el coste de suministros en el parque de vivienda social, para comunidades con instalaciones centralizadas, y tal y como estaba anunciado, eleva en un 10% las Ayudas de Emergencia Social para compensar la subida de la inflación. Esto supone que estas ayudas suman un presupuesto de 10 millones de euros frente a los 4,5 de este año.
En su conjunto, incluidas ayudas a las pymes y autónomos, la nueva deflactación de las tablas del IRPF aprobadas en el último Consejo Vasco de Finanzas (CVF), o las ayudas para la eficiencia enegética como el renove de ventanas o las ayudas a instalaciones de autoconsumo energético, el programa Hizartuz suma 334 millones de euros. Urkullu anunció en el pleno de política general de mes de septiembre que se aprobarían un paquete de ayudas en el entorno de los 400 millones que se financiarían vía presupuestos vasco, los fondos extraordinarios del “recargo” a empresas energéticas y financieras -que todavía no se sabe cuánto podrá ser- y fondos europeos de la iniciativa RePOWER EU para la financiación de las medidas energéticas.
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