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Euskadi suspende cirugías y consultas de ambulatorios por la presión generada por los casos de COVID-19

Ambulancias en el hospital de Cruces de Barakaldo

Iker Rioja Andueza

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“Estamos en uno de los peores momentos de expansión del virus”, ha admitido la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, tras apuntar que la incidencia acumulada en Euskadi llega a 745,96 casos por cada 100.000 habitantes en 14. Gipuzkoa está con las tasas más altas de toda la pandemia y Vitoria y Donostia han superado los datos más altos de todo 2021. Solamente la caída de pruebas durante los festivos del puente está conteniendo un volumen diario de contagios que, con todo, llega a 1.251 en las últimas 24 horas con una positividad superior al 12%. Y encima todo llega “en víspera de unas fechas con frecuentes interacciones sociales” como es la Navidad. Así las cosas, Sagardui ha adelantado que se prevén nuevas medidas limitativas del ocio y la vida social después de haber renunciado a implantarlas antes del puente y sin concretar en exceso en qué están pensando más allá del ya anunciado -pero sin fecha- plan de ampliar el uso del pasaporte COVID o de trabajar en mejorar los protocolos de “ventilación” en espacios cerrados. Eso sí, la presión hospitalaria creciente -los casos de COVID-19 en la UCI son ya un 31% del total de ingresos, a pocos puntos del 35% que ya se considera crítico- ha empujado ya a suspender cirugías programadas y consultas no urgentes en hospitales y ambulatorios de toda la red de Osakidetza.

Hay 334 pacientes ingresados con COVID-19 en los hospitales vascos y 74 de ellos están críticos en la UCI. Son un 50% en apenas una semana y la propia Sagardui ha admitido que no hay una previsión a corto de plazo de que la ola alcance su pico. Son niveles asistenciales mejores que en las primeras olas pero peores que los registrados en verano. Y eso que -ha recalcado la consejera- la vacunación generalizada está reduciendo en cinco veces la probabilidad de desarrollar síntomas graves entre los infectados. “Seguimos en una situación preocupante. Nos obliga a programar menos cirugías. Vamos a proceder a posponer consultas que no revistan especial urgencia, como consultas de seguimiento de crónico (insuficiencia cardíaca, bronquitis crónica), pero siempre garantizaremos aquellas que no puedan esperar”, ha explicado. Salud admite también que habrá retrasos en las analíticas, presumiblemente por la mayor necesidad de uso de los laboratorios para procesar todas las pruebas diagnósticas de los casos sospechosos de COVID-19.

Sagardui ha indicado que “se priorizarán problemas de salud agudos”, tratamientos de Sintrom y, desde luego, los cuadros de COVID-19. Además, ha pedido tranquilidad a la población y que no se colapsen las centralitas de información para aclarar si una consulta sigue o no en fecha y hora. Si hay cambios o cancelaciones -ha repetido Sagardui- será Osakidetza quien se ponga en contacto para avisar con antelación a los afectados. “Iremos realizando seguimiento semanal” de estas cancelaciones, ha informado la titular de Salud, que hace pocas semanas tras el final de la anterior ola, había confiado en recuperar la normalidad en la atención sanitaria para finales de 2021, un objetivo ya irrealizable.

Euskadi ha admitido también implícitamente que acumula importantes retrasos en la red de rastreadores. El último informe revela que más del 70% de los casos escapan de su radar. Por ello, sin ofrecer los datos concretos de cuánto personal compone un equipo que llegó a tener 700 operadores en otros momentos de gran transmisión y que ya en verano estaba en 500, ha explicado un “cambio de protocolo” para acelerar la realización de pruebas. Quien dé positivo deberá ofrecer un “listado de sus contactos estrechos” y éstos, “sin esperar la llamada” de los rastreadores, “recibirán un SMS para la prueba”. “Lograremos que los contactos cuenten con una prueba aún antes y que se vayan adoptando las medidas oportunas de aislamientos”, ha explicado la titular de Salud. Sagardui ha indicado que la elevada transmisión comunitaria “hace difícil” este trabajo, aunque ha garantizado que el Gobierno “lleva semanas reforzando el número de profesionales”. Con todo, se ha confirmado que los vacunados con pauta completa seguirán sin hacer cuarentenas si dan negativo.

Sagardui ha confirmado también que España ha aprobado ya las líneas maestras del plan de vacunación de los menores de 12 años, el único colectivo pendiente. Ha explicado que el 13 de diciembre estarán recepcionadas ya las primeras fórmulas pediátricas y ha destacado la capacidad operativa de Osakidetza para activar las citaciones en cuanto se pueda. En este contexto, ha rechazado cualquier tipo de posibilidad de reconsiderar la presencialidad educativa en Primaria. Este lunes, los estudiantes de 6 a 12 años tenían una tasa de incidencia por encima de 2.000 puntos, el triple de la media.

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