El primer informe PISA (Evaluación Internacional de Estudiantes) dedicado al trabajo en equipo sitúa a Euskadi entre las peores comunidades autónomas. Los alumnos vascos, con 484 puntos sobre 600, se colocan por debajo de la media nacional en la resolución de problemas en grupo, según indica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de la que depende el informe. El País Vasco ya sufrió un varapalo espectacular en PISA 2015, la prueba más famosa de cuantas se hacen en el mundo educativo para comprobar el nivel de los alumnos de 15 años, a la hora de analizar los conocimientos en las áreas de Ciencias y Lectura, quedando por debajo de la media de la OCDE (los países más desarrollados del mundo) y de la media española.
Ahora le ha tocado el turno a la evaluación de la resolución de los problemas en grupo. Madrid es la comunidad que ha conseguido los mejores resultados, con 519 puntos sobre los 600 posibles. La nota de Madrid supera, además, a la media española, que con 496 acaba cuatro por debajo del reflejado en el conjunto de la OCDE, que incluye en su evaluación a 32 países miembros y otras 19 naciones y economías asociadas.
A la Comunidad de Madrid le siguen Castilla y León (517), Navarra (505), Cataluña (505), Aragón (499), Castilla-La Mancha (497) y Asturias (496) mientras que por debajo de la media se sitúan La Rioja (495), Galicia (494), Comunidad Valenciana (492), Baleares (488), Murcia (486), Cantabria (485), Euskadi (484) y Canarias (484), Andalucía (483) y Extremadura (474).
Objetivos
Con este informe (efectuado en 2015), la OCDE pretende evaluar la capacidad de los estudiantes a la hora de trabajar en grupo, saber resolver los conflictos que surjan y velar porque cada miembro responda a la labor acordada. “En un mundo que cambia cada vez más rápido, hay que saber dotar a los alumnos de las herramientas para trabajar en grupo, apunta la OCDE.
En el listado total referente a la resolución de problemas en grupo, Singapur (561), Japón (552), Hong Kong (541) y Corea del Sur (538) son los que obtienen mejores resultados, frente a Túnez (382), Brasil (412), Montenegro (416) y Perú (418).
La OCDE refleja que aunque los chicos son más eficientes al completar una tarea y encontrar la información necesaria cuanto antes, las chicas muestran un comportamiento más cooperativo y mayor entusiasmo.
Entre los actores que influyen, adquiere un peso importante la implicación de los padres en la escuela y en casa y la relación del estudiante con sus profesores y el resto de alumnos.
El sistema español, según explica a EFE el analista de PISA Alfonso Echazarra, se beneficia de que el alumno atraviesa menos cambios de centro a lo largo de su educación, por lo que los vínculos mencionados son mayores.
A cambio, le falta conseguir que ese entorno personal positivo se vea reflejado en una mejor capacidad de los estudiantes para trabajar en grupo.
La educación española, según Echazarra, fomenta más la memorización, una interacción “bidireccional” entre profesor y alumno y una distribución de las clases en las que cada uno está en su propia mesa. “Hay que perderle el miedo a trabajar en equipo”, recalca el experto.